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Lo más impresionante del mundo natural es su extraordinaria diversidad: una enorme variedad de formas, tamaños y colores; si vemos a nuestros semejantes, también encontramos diversidad entre nosotros. Nuestras características físicas son resultado de la combinación de nuestros genes y el ambiente (entorno). Cada persona es distinta, pues tiene una combinación única de genes y ha sido moldeada por la realidad en que se desarrolla antes y después de nacer. Qué tipo de alimentación y hábitos llevaron sus padres y la persona misma, a qué traumas físicos se vio sometida, cuál fue su ambiente en general.
En todas las especies de seres vivos, incluida la especie humana, la descendencia proviene en gran medida del componente más saludable de la población que es el que logra no solo sobrevivir, sino reproducirse. Pero la descendencia es ya distinta a los progenitores, ya que no toda la población se reproduce, algunas características (combinaciones genéticas) se pierden, se generan nuevas con la combinación de los genes del padre y la madre, y en ocasiones ocurren cambios en el ADN (mutaciones) durante la producción de espermatozoides y óvulos que conducen a la aparición de nuevas características, que pueden o no ser benéficas para el organismo. ¿Quién decide si estas nuevas cualidades son benéficas o no? la realidad, si los individuos logran desarrollarse y reproducirse, los cambios son benéficos. Este proceso, en el que solamente los miembros aptos para determinado ambiente pueden generar descendencia se conoce como selección natural.
Las diversas condiciones climáticas, la disponibilidad de alimentos, las inclemencias y peligros a los que se expuso nuestra especie desde que evolucionó en África y se fue distribuyendo por la Tierra, junto con mutaciones aleatorias en nuestro ADN dieron lugar a la gran diversidad humana que hoy conocemos. Cada rasgo y característica distinta contribuyó a la sobrevivencia de los distintos grupos que se extendieron por la tierra.
Una de las primeras modificaciones que sufrió nuestro ancestro común fue el bipedalismo, cualidad que adquirió en un momento en que sequías masivas en África lo orillaron a bajar de los árboles y caminar largas distancias para buscar frutos y otros alimentos en manchones de vegetación cada vez más distantes.
Posteriormente, los grupos humanos sufrieron otras transformaciones que les otorgaron ventajas evolutivas en determinados ambientes. La piel oscura (con mucha melanina) permite disminuir los daños causados por la luz solar; sin embargo, la radiación solar en pequeñas dosis ayuda a la síntesis de vitamina D, indispensable para la absorción del Calcio y el fósforo y el crecimiento óseo normal, de modo que mientras se poblaban sitios con menor exposición a la luz solar, una piel oscura impedía que la radiación penetrara en las capas profundas de la piel donde se genera esta vitamina; la piel clara, desventajosa en los trópicos, resultó ventajosa en otras latitudes.
Otras adaptaciones responden a condiciones de fríos extremos; por ejemplo, los inuit, conocidos como esquimales, grupos indígenas de América, los samis, pobladores del norte de Noruega, Suecia, Finlandia y Rusia, así como los chinos y mongoles tienen ojos rasgados y suelen presentar una nariz chata o pequeña, características que los protegen, pues sus facciones aplanadas son en parte producto de una capa adiposa más gruesa que confiere protección a la exposición al frio y menor superficie interna de la nariz, que disminuye la irrigación y pérdida de calor.
Otras características son un poco más complejas. La tolerancia a la lactosa se desarrolló en pueblos ganaderos como arios y semitas, una gran ventaja evolutiva para aprovechar la leche, mientras que los pueblos que no tuvieron un acercamiento a los lácteos tienen problemas para digerir la lactosa. También somos distintos en el aspecto mental. La genética afecta el temperamento (una de las bases de la personalidad) y también la sinapsis cerebral, la forma en que se conectan y comunican las neuronas. La diversidad de genes humanos responsable de la sinapsis cerebral es la razón por la que, aunque dos personas hayan vivido situaciones similares, por más parecidas que sean sus impresiones, nunca serán las mismas. La sinapsis cerebral de cada uno es irrepetible, creando diversos razonamientos, decisiones, planificaciones, imaginaciones y pensamientos complejos.
El tránsito hacia una matemática filosófica exige iniciar una quinta revolución matemática; para ello, el estudio de la historia desde el hacer de un matemático es fundamental.
Los resultados matemáticos de Gödel han causado una grieta en el conocimiento matemático, misma que hoy tiene consecuencias filosóficas profundas.
Generaciones nacen inmersas en las redes, mismas que onstituyen la forma predominante de relacionarse con los otros. Algunos factores que propician el ciberacoso son: la viralidad, la rapidez de propagación de las publicaciones y el anonimato del agresor.
El androcentrismo es la palabra empleada para hacer referencia a la masculinización de lo cotidiano en las prácticas sociales, culturales y en el ámbito científico.
El científico Alejandro Macías alertó que en cuanto entre a México la variante JN.1, denominada Pirola, lo hará con tal fuerza que podrá haber saturación de hospitales y de camas de terapia intensiva.
“No creo que quienes nunca lo escucharon puedan darse cuenta de lo magnífica que fue la enseñanza de Hermite; desbordante de entusiasmo por la ciencia, que parecía cobrar vida en su voz y cuya belleza nunca dejaba de comunicarnos".
El resto de glaciares mexicanos desaparecerán en las próximas décadas si no se toma acciones para frenarlo, aseguraron los especialistas.
Médico y matemático con profundas convicciones católicas, con salud frágil toda su vida, publicó varias obras entre las que se encuentra Sobre la determinación de las raíces en las ecuaciones numéricas de cualquier grado.
Antes se creía que el parecido entre los fósiles y los seres vivos era gracias a un espíritu animador o vegetativo. Fue gracias al médico Niels Steensen que se reconoció la pertenencia de fósiles a seres vivos.
La ciencia no es buena ni mala en sí misma, es una herramienta que puede utilizarse de distintas maneras y con distintos propósitos; puede resolver problemas, pero también puede crearlos.
México cerró su participación en el sexto lugar general de 55 naciones participantes.
Hace un par de años tuve dolor muscular, cansancio, fiebre y malestar general; por los síntomas, pensé que era Covid-19; pero tras varias pruebas, el diagnóstico final fue dengue.
Muchas de las enfermedades “del mundo moderno” (cáncer, diabetes, hipertensión, asma, demencia) son producto de los “malos hábitos” alimenticios y falta de ejercicio.
Hoy más que nunca, es urgente y necesario rescatar la ciencia y practicarla, si no queremos regresar a la época del oscurantismo y el absolutismo.
El dilema de las redes sociales aborda el hecho de cómo el producto que las compañías “procesan” para lograr la obtención de fabulosas ganancias somos los mismos seres humanos.
Países de la CEI dejarán de usar el dólar en 2025
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Congreso exige informe al alcalde de BJ por abusos en operativo
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Israel intensifica operativos en Cisjordania tras 'atentado'
Escrito por Perseo Mendoza Moreno
Colaborador