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En ¿Quiénes son los amigos del pueblo y cómo luchan contra los socialdemócratas?, obra publicada en 1894, Lenin sostenía: “…jamás ha ocurrido, ni ocurre, que los miembros de la sociedad se imaginen el conjunto de las relaciones sociales en que viven como algo determinado, íntegro e impregnado de cierto principio; por el contrario, la masa se adapta inconscientemente a esas relaciones, y es escasa la idea que tiene de ellas como relaciones sociales históricas especiales…”. Esto, en el contexto del combate contra los populistas, quienes denostaban la concepción materialista de la historia sostenida por los representantes de la clase obrera que luchaban por instaurar el socialismo en Rusia.
El gran líder bolchevique demostró, armado con el marxismo, que los populistas se veían imposibilitados para explicar científicamente los fenómenos sociales en los países de aquel entonces, porque no advertían su repetición y, por tanto, su regularidad. Que, en cambio, Marx, en su tiempo, al reducir las relaciones sociales a las de producción y éstas al nivel de las fuerzas productivas, detectó esa repetición y regularidad, sintetizando así los regímenes de los estados nacionales en el concepto de “formación social”, estableciendo este concepto como base para concebir el desarrollo de la sociedad como un proceso natural.
Además, Lenin sostuvo que Marx no sólo demostró científicamente lo que es una formación social, sino que probó también que se puede dar una explicación a los diversos aspectos de la vida cotidiana, que no son otra cosa que la manifestación de la lucha irreconciliable entre la burguesía que domina y explota al proletariado, dominación que mantiene mediante un conjunto de principios religiosos, políticos, culturales y educativos, destinados a perpetuar este dominio a través de las ideas de libertad e igualdad que permiten no sólo la explotación sino que la clase trabajadora incluso la acepte de buen grado.
Como vemos, hace ya más de 150 años se desarrolló una teoría científica que explica lo que acontece en una sociedad como la nuestra. Sin embargo, las clases trabajadoras, víctimas de un poderoso aparato ideológico en manos de sus opresores, han sido incapaces de entender y asimilar la teoría marxista acerca de la formación social capitalista y de los diversos aspectos de su vida.
Así se explica que millones de mexicanos atribuyan al actuar de los políticos y gobernantes causas de carácter personal propias de sus ideas y valores, como si éstos nacieran por sí solos y como si pudieran separarse del entorno en el que habitan y del que son parte orgánica, sin entender que, en el fondo de las relaciones sociales –como dijo Lenin–, hay un principio, un fundamento económico, que no es otro que el proceso de evolución económica formado por etapas, cuyas formas corresponden a condiciones y momentos temporales específicos.
Piensan, por ejemplo, que la corrupción como la del Senador Adán Augusto López Hernández, entre muchos otros de nuestra clase política; el desarrollo escandaloso del narcotráfico y la delincuencia; o las políticas arancelarias, migratorias y contra el narcotráfico del, aparentemente irracional, Donald Trump, se deben sólo a la deshonestidad, a la falta de valores o a la maldad de individuos aislados. Sin embargo, la cosa es mucho más sutil. No son únicamente cuestiones morales, individuales, sino económicas. Son manifestaciones fenoménicas –en el ámbito internacional y en el nacional–, de un mismo proceso en evolución, el de la bancarrota del modo de producción capitalista mundial que, en su hambre insaciable de riqueza, exacerba sus contradicciones en las relaciones de producción hasta la irracionalidad y el caos, de tal forma que las relaciones sociales son, también, irracionales y caóticas. Pero vayamos al fondo.
En la esfera internacional, el imperialismo estadounidense va perdiendo terreno ante los países agrupados en los BRICS, cuyas economías recuperan, defienden o amplían su soberanía económica, ante lo cual el gran capital norteamericano necesita áreas para sustracción de riquezas naturales e inversión. Por ello, México es ahora uno de sus principales objetivos y los aranceles, la guerra contra nuestros compatriotas migrantes y contra los cárteles mexicanos del narcotráfico, son en realidad presiones para doblegar al gobierno mexicano y, finalmente, “legitimar” la intervención económica, política y judicial.
En el ámbito nacional, el nuestro es un capital subdesarrollado que depende en gran medida del intercambio comercial con nuestro vecino del norte, pues en 2024 exportamos 505 mil 851 mdd e importamos 334 mil 41 mdd en mercancías, lo que significa 15 por ciento de las compras totales de ese país y ser el segundo mercado para sus productos (El Economista, junio de 2025); que encuentra empleo para más de 12 millones de connacionales que, en 2024, enviaron 645 mil 745 mdd en remesas (El País, febrero de 2025); además, que al ver reducido el margen de acción de su capital nacional, ha generado una clase política a la que se ha permitido enriquecerse con el erario a cambio de facilitar a la gran empresa elevar su tasa de ganancia mediante sobreprecios a las mercancías, precarizando los salarios y la exención de impuestos y cuotas por permisos y licencias de funcionamiento, para sustituir lo que deja de ganar por falta de soberanía.
Es evidente, pues, que lo que sucede en ambas esferas se deriva de la necesidad de incrementar ganancias a costa de lo que sea, para ello, además de lo que acontece en los ámbitos de la producción, inversión y comercialización, han surgido otras formas de enriquecimiento, como la corrupción, el narcotráfico y la delincuencia en general. Por ejemplo, el portal nodo50.org, del Centro de Estudios Políticos para las Relaciones Internacionales y el Desarrollo (CEPRID) publicó, en diciembre de 2008, un artículo denominado EE. UU. y los 500 mil millones de dólares del negocio de la droga, en el que sostiene que ésa es la cantidad que se genera anualmente por la venta de estupefacientes.
Los mexicanos debemos entender, que personajes como Trump y como Adán Augusto existen como una necesidad que brota de la fase terminal de evolución del capitalismo, que exige la personificación del insaciable e irracional hambre de riqueza, a costa de la explotación inhumana de las clases trabajadoras, lo cual sólo es posible con la complacencia corrupta y delincuencial, que ha existido entre los poderosos desde el surgimiento de este sistema, pero que ahora es inocultable.
Se pone a la orden del día, como primer paso para los verdaderos defensores del pueblo mexicano, la difusión del marxismo-leninismo que, se diga lo que se diga, sentó las bases de la Rusia de hoy y de la sorprendente China, que plantan cara al imperialismo estadounidense en la batalla por un mundo multipolar que permita a cada nación decidir con libertad la ruta y las formas que desea seguir para su desarrollo.
Por nuestra parte, en México, ante la nueva etapa intervencionista del imperialismo, en vez de la unidad nacional y de autoridades que defiendan con dignidad nuestra soberanía e impulsen el progreso verdadero, se encuentra una complaciente clase política que, con tal de seguirse sirviendo del erario o de salvar el pellejo, se va a ir sometiendo paulatinamente a la presión norteamericana, lo que a su vez nos orillará a una vergonzante adaptación que sólo aumentará la represión, la violencia y generalizará la pobreza.
No hay diferencias de fondo en lo que se quiere presentar como dos proyectos de nación diferentes. Son dos caras de la misma moneda que sólo se distinguen por su grado de derechización.
La valentía de Julian Assange y David McBride nos permite comprender el verdadero significado de la resistencia. Necesitamos resistir si queremos impedir que dobleguen nuestra conciencia. En esto todos podemos ser Espartaco, el líder rebelde de los esclavos de la Roma entre los años 71 al 73 a.C.
Pocas voces se han alzado en EE.UU. contra esta política, como el senador Bernie Sanders: "Durante los últimos 200 años, nuestro país ha operado bajo la Doctrina Monroe... de que... (tenemos) derecho de intervenir contra cualquier otro que pueda amenazar nuestros supuestos intereses”.
Los pueblos del mundo deben cambiar su concepción sobre la palabra socialismo y para ello deben ver en China cómo es posible la construcción de una sociedad más justa, desarrollada, equilibrada, libre de pobreza extrema. Veamos en qué consiste la tarea.
El llamado se realizó en el marco de la conmemoración del Día Mundial de Al-Quds
La Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU), realizada por el Inegi en 91 ciudades, al cierre del segundo trimestre de este año, arroja que, en promedio, 63.2 por ciento de la población tiene percepción de inseguridad.
El gobierno morenista inició una guerra despiadada contra la venta de la llamada comida chatarra al interior de todas las escuelas del país.
El deporte no escapa a la política neoliberal, y es la razón por la que el Gobierno Federal destina sólo el 0.056% el presupuesto público a la actividad deportiva, a pesar de ser un derecho de todos los mexicanos establecido en el Artículo 4º de la Constitución General de la República.
Mil ochocientos trabajadores de la empresa, cansados de injusticias y bajos salarios, exigieron a la empresa, que siembra 319 hectáreas de frambuesa, fresa y arándano, que aumente el precio de la caja de 22 pesos a 30 pesos en la pisca de fresa.
¿Quiénes se benefician y qué lograron con la masacre? Nada en claro, más que desestabilizar al recién reelecto presidente Vladimir Putin. Pero no consideran que, lejos de lograrlo, solamente consiguieron unificar con mayor decisión al pueblo ruso.
De la obra del ingeniero Aquiles Córdova Morán presentada hace poco, destaco su gran capacidad predictiva, confirmada por el ulterior desarrollo de los acontecimientos.
El problema es grave, los cárteles están en todo el territorio nacional. Nuestros gobernantes están en contubernio con los criminales y en el mejor de los casos “son de chocolate".
Existen, según la moral neoliberal, dos tipos de vidas que no valen igual; las víctimas serán siempre las que el sistema elija como tales, sin importar que tengan las manos cubiertas de sangre y sean sorprendidos in fraganti perpetrando asesinatos.
Los judíos del mundo deben hacer conciencia de que el imperialismo los está usando de parapeto para sus propósitos expoliadores. Si no se detiene su voracidad insaciable, seguirán siendo sus hijos los que entreguen sus vidas en Gaza.
Son pocas personas, muy pocas, las que rebasan a los antorchistas en la cantidad y calidad de los ataques brutales que ha descargado sobre ellos AMLO. Los quiso exterminar y desaparecer hasta de la historia del país.
Profeco anuncia 41 ferias escolares nacionales en agosto
Reportan 20 estados reducción de abasto diario de agua
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Más de 316 mil personas en México viven sin electricidad en sus hogares
¿De dónde sale el dinero para los viajes de ‘Andy’ López Beltrán?
Escrito por Dimas Romero González
Estudiante de la maestría en Ciencias de la Educación en la Universidad Anáhuac. Activista social por 20 años en entidades como Quintana Roo, Oaxaca y Guerrero.