El aumento anual en ciudades fue de 4.1 por ciento, mientras que en zonas rurales fue de 2.8 por ciento.
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El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) publicó, el 30 de julio, los resultados de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH) 2024 realizada del 21 de agosto al 28 de noviembre; se sabe que el ejercicio se efectúa con la idea de “saber” y “conocer” mejor la situación económica de los hogares mexicanos porque “ayudará” a las familias y consiste en una herramienta para que las instituciones públicas y, quizá principalmente los gobernantes, diseñen y evalúen convincentemente las políticas estatales para mejorar la calidad de vida de la población; con esto, supuestamente, se atacaría la pobreza y la desigualdad en la que viven ahora unos 100 millones de mexicanos.
Más que las familias, deberían ser las autoridades quienes supieran con precisión si el ingreso económico en los hogares es el idóneo o resulta insuficiente para atender las necesidades más apremiantes; porque muchas de ellas son derechos humanos básicos, como atención a la salud, derecho a una buena educación, acceso a un empleo bien remunerado, derecho a la vivienda, alimentación sana, acceso a la cultura, etc. Por eso resulta relevante ver qué conclusiones arroja la ENIGH 2024.
En primer lugar se difunde que el ingreso promedio por hogar fue de 27 mil 307 pesos mensuales y se compone o integra con 25 mil 955 pesos de ingreso corriente y mil 352 por percepciones financieras; del primer monto, 17 mil 33 pesos (65.6 por ciento) son por ingreso de trabajo y cuatro mil 600 (17.7 por ciento) de transferencias como becas, jubilaciones y donativos; y tres mil 22 pesos (11.6 por ciento) corresponde al costo estimado para el alquiler de vivienda; aunque esto último equivale al ingreso no monetario representado por el beneficio obtenido en un hogar por usar una vivienda propia sin pagar renta; se deduce que una familia obtiene tres mil 22 pesos, pero sin haberlos recibido; y mil 278 (1.9 por ciento) sí equivale a las ganancias por la renta de una o más propiedades.
El Inegi revela que existen 38.8 millones de hogares y que a cada uno ingresa un promedio de 27 mil 307 pesos, que representa 10.6 por ciento más que en 2022. Aun así, al plantear el decil uno (correspondiente a un valor que divide un conjunto de datos ordenados en diez partes iguales) de los hogares con menos ingreso (10 por ciento), el ingreso promedio por mes es de cinco mil 598 por hogar contra 78 mil 698 pesos del decil 10 de los hogares con mayores ingresos; la brecha entre ambos grupos es de 14 veces el ingreso del decil 10: así se expresa la injusticia en los ingresos de los hogares mexicanos.
Es decir, 66 de cada 100 pesos provienen del trabajo de cada mexicano; mientras que el resto, 44 pesos, procede de transferencias (las famosas tarjetas de AMLO), la mitad de ellas por pensiones y jubilaciones; pero también del resto de los programas sociales, tandas o remesas; y aunque se plantea que los ingresos entre 2022 y 2024 se debieron a la política de “incremento” al salario mínimo (que siempre ha sido nominal y no alcanza); y algunos analistas advierten que se debe a la tasa de crecimiento de casi cuatro por ciento de la economía mexicana tras la crisis de Covid-19; la verdad es que todo esto resulta muy opaco.
La encuesta de la ENIGH no explica por qué, si existen más ingresos para las familias, la pobreza aumenta en lugar de disminuir, pobreza que alcanza a 100 millones de mexicanos; tampoco dice cuáles deberían ser las políticas públicas adecuadas para que los mexicanos obtengan realmente un ingreso que mejore su vida y la de su decendencia; más bien muestra que los hogares más ricos tienen un ingreso medio de 78 mil 698 pesos mensuales, mientras que las familias más pobres viven con el promedio de cinco mil 598 pesos mensuales.
Al comparar tales ingresos con países europeos desarrollados (como Alemania, Suiza o Luxemburgo), observamos una diferencia considerable, ya que el ingreso promedio mensual corresponde a 67 mil pesos, recurso superior, casi tres veces al que se destina en México; tan solo en Luxemburgo, cada hogar recibe cada mes lo equivalente a 86 mil 193 pesos mexicanos. Con estas cifras resulta evidente que el problema de la desigualdad en México persiste como un gran lastre social; y su combate se ha convertido en un reto para el Gobierno Federal y los gobernadores de los estados. La pregunta es: ¿Morena y la “Cuarta Transformación” podrán hacerlo realmente?; usted tiene la última palabra. Por el momento, amigo lector, es todo.
El aumento anual en ciudades fue de 4.1 por ciento, mientras que en zonas rurales fue de 2.8 por ciento.
La cifra rebasa los 114 mil millones, casi el triple del presupuesto original.
Estiman un aumento de entre 10 y 15 por ciento en los precios del consumidor.
El documento plantea destinar recursos equivalentes al 3 por ciento del PIB a programas sociales prioritarios
La tasa nacional por cada 100 mil habitantes permaneció en 6.8.
Alcaldesa de Tláhuac niega vivienda a los pobres, pero autoriza zonas residenciales.
La producción durante el primer trimestre de 2025 alcanzó cerca de 150 mil toneladas, un 2.4 por ciento menos que en el mismo periodo de 2024.
Los indicadores son del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) y “evalúan” 18 criterios; pero sólo son seis los encontrados por encima del promedio general.
El porcentaje de personas con ingresos por debajo del costo de la canasta básica alimentaria alcanzó el 35.1 por ciento.
Mientras la vivienda y decisiones de vida alcanzaron hasta 9.1 puntos, la seguridad pública se quedó en 6.2.
La Presidenta de México declaró que, en la supuesta “reducción” de la pobreza recientemente reportada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía, “el modelo (económico) funciona porque redujo la pobreza y la desigualdad debido al aumento del salario mínimo.
Las comunidades indígenas son las más afectadas.
El especialista del Colmex negó que 13.4 millones de mexicanos hayan salido de la pobreza y asegura que los datos del Inegi están “cuchareados”.
La Ciudad de México encabeza el listado de personas no localizadas o desaparecidas en el país.
Mientras los más pobres perciben 2 mil 168 pesos al mes por persona, los más ricos ganan 958 mil 777 pesos mensuales por persona.
Escrito por Miguel Ángel Casique
Columnista político y analista de medios de comunicación con Diplomado en Comunicación Social y Relaciones Públicas por el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM).