Cargando, por favor espere...

Vigencia de Federico Engels a 130 años de su muerte
De Federico Engels se ha hablado mucho respecto a su papel como segundo violín en la construcción de la concepción materialista de la historia.
Cargando...

De Federico Engels se ha hablado mucho respecto a su papel como segundo violín en la construcción de la concepción materialista de la historia. En muchas ocasiones como un tergiversador del pensamiento de Marx que no entendió de manera correcta El Capital, como inspiración intelectual del marxismo soviético, culpándolo de los supuestos errores cometidos en la URSS. De manera constante, cuando se busca atacar la concepción materialista de la historia, se recurre a unas citas de unas cuantas obras de Engels para buscar un supuesto determinismo económico, mecanicismo, positivismo, etc. Hay, incluso desde posiciones “marxistas”, una corriente que se encarga de hacer distinciones entre las concepciones teóricas de Marx y las de Engels, como si fueran antípodas. 

Ésta es una forma simplista de ver el papel de Engels en el desarrollo del movimiento revolucionario. Al contrario de lo que se cree, Engels fue un intelectual de altos vuelos, que en su momento adelantó a Marx en la Crítica de la economía política con sus textos Esbozo a la crítica de la economía política y La situación de la clase obrera en Inglaterra. 

Engels se dio a la tarea de sistematizar la concepción materialista de la historia. Aprovechando la polémica con Dühring, explicó conceptos e ideas que generaban polémica por la mala comprensión de éstas y que contribuían a distorsionar la conciencia de las clases trabajadoras. Según el reconocido filósofo Manuel Sacristán en el prólogo para su traducción de La subversión de la ciencia por el señor Eugen Dühring, al mismo tiempo que corregía, Engels hizo “la primera exposición de conjunto de la concepción comunista del mundo iniciada por Marx”. Éste es uno de los textos por los que Engels es acusado de mecanicista, germen de los manuales soviéticos o de no haber comprendido las ideas de Marx; sin embargo, olvidan que Marx mismo contribuyó a la elaboración del Anti-Dühring. La tarea de Engels fue, entonces, para que no quedara duda alguna, “aclarar cómo el fundamento del socialismo moderno no es la voluntad moralista, sino el conocimiento de la realidad”.

Existe toda una corriente, incluso de sedicentes marxistas, que se denominan anti-engelsistas, que en esencia lo que hace es debilitar la tradición del pensamiento marxista y en consecuencia el movimiento revolucionario. Pero basta con poner un poco de atención a las aportaciones de Engels para darnos cuenta de lo equivocados que están.

Por otro lado, a la muerte de Marx, Engels jugó un papel muy importante para el desarrollo de la lucha obrera. A diferencia de Marx, le tocó vivir un momento en el que las masas organizadas conocieron una nueva forma de lucha: la vía parlamentaria y la lucha electoral. A diferencia de muchos socialistas de ese tiempo –y de ahora–, Engels tenía claro que el voto era sólo una forma de medir la capacidad organizativa de la clase trabajadora, no representaba un fin en sí mismo. Y llega el parlamento un campo de lucha más para la toma del poder de la clase obrera.

Se ha dicho que Engels era partidario del reformismo, aludiendo a una introducción que hace a La lucha de clases en Francia, de Marx; sin embargo, bien leída, encontramos que realmente Engels sigue planteando la toma del poder y la extinción del Estado. Ciertamente, como teórico militar, Engels da cuenta de lo obsoletas que son algunas formas de lucha, como las barricadas, pero no por eso abandona la idea de la revolución. Para él, las nuevas condiciones exigen que el movimiento obrero adopte nuevas formas de lucha, no por ello menos efectivas para el establecimiento de la dictadura del proletariado.

A 130 años de su muerte, Engels, un revolucionario, teórico militar, intelectual de un saber enciclopédico, organizador de la clase obrera, sigue siendo un referente para la comprensión de la concepción materialista de la historia y para la lucha de clases. Hoy, en pleno Siglo XXI, en el que la sedicente izquierda ha olvidado la teoría revolucionaria, leer a Engels es una guía importante para retomar el camino a la revolución. 


Escrito por Diego Martínez

Sociólogo por la UNAM.


Notas relacionadas

El beisbol revolucionario de Cuba ha demostrado su dominio y calidad en el escenario internacional. Figuras como Yulieski Gourriel, Frederich Cepeda, Héctor Olivera, Alexei Bell y Ariel Pestano han dejado una huella perdurable en el beisbol cubano, ganándose el respeto de los aficionados.

El peor genocidio del Siglo XXI se está cometiendo en Palestina.

Fue nombrado miembro de la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales en 1983; entre 1991 y 1993 fue presidente de la Comisión Internacional de Instrucción Matemática (ICMI).

Un género cinematográfico que las plataformas de entretenimiento han explotado en los últimos años es el bélico.

Se trató de recorte de casi 30 por ciento a la Secretaría de Cultura.

Cuenta la leyenda que en 1556, durante un banquete, mientras su hermana le contaba una anécdota escabrosa, el poeta italiano Pietro Aretino sufrió un repentino ataque de risa.

La brujería surgió junto con los dioses más antiguos y se ha mantenido desde entonces.

Poetisa y editora, tiene cinco libros de poemas y dibujos

En Muerte de un general hace alusión a varias de las acciones de mayor impacto que el general Charles de Gaulle llevó a cabo en su último gobierno.

El beisbol es uno de los deportes más populares y practicados en Occidente, especialmente en Estados Unidos, figura junto al futbol y al basquetbol entre los más transmitidos por la televisión internacional.

Schiller pugnó por la justicia y por el desarrollo intelectual de las personas.

Los Juegos Olímpicos se realizan cada cuatro años desde que se retomaron en 1896 en la ciudad de Atenas, Grecia.

Poeta, narrador y dramaturgo irlandés nacido el 13 de junio de 1865 en Dublín. Creció y estudió en Londres, premio Nobel de Literatura en 1923.

Este libro es la confesión autobiográfica de un joven intelectual que a la edad de 30 años se obstina en buscar en Argentina un vínculo de identidad nacional “nuevo” y distinto al que los migrantes de varios países de Europa.

Durante el gobierno de Napoleón, Francia vivió una época brillante para la ciencia, se hablaba del Imperio de las Ciencias.