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En alguna ocasión me preguntaron quién es el matemático que más admiraba. Pregunta difícil de responder, puesto que, en la historia de la matemática, existen muchos personajes de admirable talento, sin embargo, al ser una pregunta personal, la respuesta no puede dejar de estar influenciada por los valores e inquietudes personales. Haciendo un poco de memoria, inmediatamente recordé a Miguel de Guzmán, matemático español que reúne las cuatro características, que en lo personal considero digno de admiración: ser un extraordinario matemático, excelente maestro formador de matemáticos con una extensa cultura humanística, magnífico difusor de las matemáticas (escritor de libros) y, sobre todo, extraordinaria persona. Cuando fui en España no tuve el privilegio de conocerlo en persona, pues había fallecido.
Don Miguel de Guzmán nació el 12 de enero de 1936 en Cartagena (España). Su padre, Enrique, fue fusilado a los pocos meses de nacer Miguel; su madre quedó viuda a los 25 años, dejando cinco hijos. La familia se asentó en Bilbao, en donde Miguel de Guzmán cursó los primeros años de su formación y, en 1952, inició sus estudios de ingeniería industrial; sabiendo que su vocación no era la ingeniería, ingresó a la Compañía de Jesús en 1971; luego se trasladó a Múnich, Alemania, para estudiar Filosofía y Humanidades, licenciándose en 1961. De regreso en España terminó la licenciatura en Matemáticas en 1965 en la Universidad Complutense de Madrid, para luego viajar a Estados Unidos a estudiar su doctorado en matemáticas en la Universidad de Chicago, en donde conoció a grandes analistas de la época, entre ellos Antoni Zygmund y Alberto Calderón, extraordinario matemático que influiría en su estilo de trabajo matemático.
Regresó a España en 1969, época en que este país atravesaba una crisis política e intelectual, desempeñándose como agregado de la Cátedra de Análisis Matemático en la Universidad Autónoma de Madrid, aunque la mayor parte de su carrera académica transcurriera en la Universidad Complutense de Madrid. En una época donde para investigar en matemática, el alumno tenía que irse fuera de España, el joven Miguel de Guzmán se instaló como un motivador de jóvenes talentos, iniciando un cambio en el hacer matemático, muy al estilo de Calderón. Leía papers y no libros. Orientaba a sus alumnos a subsanar vacíos, planteaba conjeturas, para resolverlos con su ayuda. Este estilo potenció la investigación matemática en España. Como maestro adquirió un gran prestigio, dadas sus cualidades personales, su cercanía con las personas y la generosidad académica con sus alumnos. Sus áreas de interés eran los operadores integrales singulares y la diferenciación de Integrales, análisis de Fourier y las Ecuaciones en derivadas parciales, teoría geométrica de la medida, etc. Esencialmente, era un analista con pensamiento geométrico, característica que heredara de su maestro Alberto Calderón.
Fue nombrado miembro de la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales en 1983; entre 1991 y 1993 fue presidente de la Comisión Internacional de Instrucción Matemática (ICMI). En el año 1999 funda el proyecto Estímulo al Talento Matemático (ESTALMAT), con el propósito de potenciar las habilidades matemáticas de los jóvenes españoles. Participó activamente en la Cooperación Universitaria Española (CUES), una ONG que daba ayuda en el campo de la matemática a países del tercer mundo.
Realizó un trabajo muy cercano con la educación matemática, en la formación del profesorado, dictando conferencias, asistiendo en encuentros no sólo en España, sino también en Latinoamérica. Autor de una serie de literatura matemática, no sólo de temas especializados del análisis, sino también de textos orientado a un amplio público.
Su inesperada muerte causo una conmoción en España y Latinoamérica, ocurrió el 14 de abril de 2004, cuando tenía 68 años; en su honor se celebró la 5ta.Conferencia de Análisis Armónico y Ecuaciones Diferenciales Parciales. Este extraordinario matemático y humanista creó una nueva matemática, formó grandes matemáticos españoles, contribuyó a la difusión de esta ciencia y a la educación. Ante la pregunta ¿quién es el matemático, que te hubiera gustado ser? Creo no poseer las capacidades de don Miguel de Guzmán, pero sí me hubiese gustado conocerlo, estrechar su mano, tener largas conversaciones, aprender de su historia de vida, escuchar sus consejos, su visión de la matemática y su conexión con la sociedad, en fin, es un sueño que nunca se hará realidad.
Es difícil traducir el lenguaje literario al cinematográfico; y lograr que el cine –el buen cine– adapte una obra literaria de renombre mundial es algo todavía más difícil.
El Premio Abel puede considerarse como el premio Nobel para matemáticos.
La ciencia como actividad fundamental de los seres humanos ha buscado profundizar en el conocimiento de la realidad que rodea al hombre.
Y de pronto apareció por ahí ese maldito Iceberg llamado Poesía o Literatura o Aburrimiento o lo que fuera, con la única condición precisa de no devenir en Aburrimiento ni por un instante.
La gentrificación en la cultura no sucede por sí misma, sino precisamente como una consecuencia inevitable de la gentrificación estudiada por la sociología.
Uno de los conceptos que más ha apasionado a los seres humanos es la idea de infinito.
La misma historia contada es en sí misma una crítica.
El neorrealismo italiano reflejan la realidad de forma cruda.
Taxi driver no sólo se convirtió en poco tiempo en un filme de culto, sino que se le atribuye, entre otras cosas, el que la historia narrada en él haya inspirado a otros “desequilibrados” a intentar magnicidios.
Existe ahora una expectativa palpable de que con Sheinbaum en el poder las posibilidades de impulsar una agenda feminista son más reales que nunca.
Los microorganismos, aquellos seres diminutos, comenzaron a moverse por nuestro planeta hace aproximadamente tres mil 500 millones de años.
Mientras el trabajo matemático tiene reglas, axiomas, y su libertad está en función de estar gobernado por sistemas formales; en el trabajo filosófico...
Los neandertales o los Homo erectus utilizaban pieles de animales para taparse
En esta novela, el auto recurre a una figura mítico-religiosa para recordar al hombre moderno que la igualdad socioeconómica, el pensamiento objetivo o científico y el sentimiento de hermandad (incluido el amor físico) deben prevalecer en su realidad cotidiana.
Esta medalla tiene la imagen del matemático griego Arquímedes y una inscripción que dice “Trascenderse a uno mismo y dominar el mundo”.
Oaxaca de Juárez, dos años sin relleno sanitario
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Escrito por Dr. Esptiben Rojas Bernilla
Colaborador