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FOTO/ REUTERS
El cuatro de noviembre, en Rusia, se celebra el Día de la Unidad Popular. Es la festividad que une a los compatriotas rusos en todo el mundo y está establecida en memoria de los acontecimientos de 1612. El cuatro de noviembre, el ejército popular, liderado por el Kuzmá Minin y el príncipe Dmitri Pozharski, liberó Moscú de los invasores extranjeros.
En tiempos de la Época de la Inestabilidad, los enemigos de Rusia creían que su fin estaba cerca. Pero gracias al valor y al sacrificio de nuestros antepasados, verdaderos patriotas, la Patria resistió y, resurgiendo, se hizo aún más fuerte. Lamentablemente, éste no fue el último desafío para nuestro país.
Sin embargo, el ejemplo salvador de la unidad del pueblo siempre ayudó a las generaciones siguientes de rusos a superar cualquier adversidad. La imagen de Minin y Pozharski inspiró a nuestra gente tanto en los actos heroicos en el campo de batalla como en el trabajo de reconstrucción y desarrollo del Estado después de grandes conmociones.
El Día de la Unidad Popular simboliza la unión de los diversos pueblos de Rusia, la tolerancia hacia cualquier fe, ideas y tradiciones de cada uno de los más de 193 pueblos de Rusia, que a lo largo de los siglos han formado una nación.
Nuestro país puede presumir de una gran diversidad de pueblos que habitan en su territorio y de la cantidad de lenguas que hablan. En el sistema educativo estatal se utilizan 105 idiomas, de los cuales 24 se emplean como lengua de enseñanza y 81 como asignatura.
Muchos consideran a Rusia su Patria espiritual: el país de su lengua natal, el país de sus padres, el país de donde provienen su cultura, su fe, sus ideas sobre la espiritualidad, la moral y la ética, que forman la base de la personalidad humana. Es por eso que las palabras “unidad Popular” tienen un gran significado humano.
A pesar de todas las pruebas, el pueblo ruso ha alcanzado grandes logros una y otra vez en las más diversas áreas: desde el arte y el deporte, la ciencia y el pensamiento social, hasta la economía. Y hoy, a pesar de los obstáculos impuestos por nuestros oponentes, Rusia sigue fortaleciendo su soberanía financiera, tecnológica y de recursos humanos, continúa aumentando su potencial económico y creando condiciones favorables para la vida de las personas y el desarrollo del país.
Esto nos da fuerza en nuestro trabajo diario para defender los intereses de nuestro gran Estado en el escenario internacional, donde abogamos constantemente por la formación de un orden mundial multipolar que refleje la diversidad cultural y civilizacional del mundo y tenga en cuenta los intereses de todos los pueblos, independientemente de su forma de gobierno o su estructura política o socioeconómica.
El intento de aislar internacionalmente a Rusia ha fracasado: tenemos muchos aliados que implementan políticas nacionales independientes y están dispuestos a mantener relaciones equitativas con sus socios.
La información que llega al público permite concluir que no. Esto a pesar de que EEUU cuenta con las fuerzas de guerra más poderosas y uno de los arsenales nucleares más grandes del mundo.
En los juicios de Nuremberg, los fiscales abordan el tema del holocausto. Presentan a varios testigos que vivieron en los campos de concentración, quienes señalaron que a diario eran asesinadas de 10 a 12 mil personas en las cámaras de gas.
Tenemos por necesidad que entender las contradicciones presentes como momento y efecto de luchas históricas que mantienen su vigencia y realidad en lo que hoy para nosotros parecen ser simplemente divergencias entre líderes y naciones.
La conferencia Rusia-América Latina es de gran trascendencia para el mundo entero. La construcción de un mundo multipolar es fundamental y amerita los esfuerzos de todos los pueblos, los partidos progresistas y las clases gobernantes.
Durante la conferencia, se discutieron no solo cuestiones comerciales y económicas.
Contrario a lo que muestra la prensa occidental, la realidad es que no hay un solo testimonio de las supuestas zonas donde están las supuestas 100 mil tropas rusas a punto de atacar Ucrania. Hay una alteración total de la verdad.
La posición de Washington y los medios occidentales "plantea serias dudas, porque dicen que para detenerlo (el ataque) Israel debe ganar, destruir a los 'terroristas' y punto", afirmó Serguéi Lavrov.
El boicot que Occidente ha emprendido en contra del Gobierno de Vladímir Putin ha trascendido ya las fronteras comerciales y económicas para posicionarse en uno de los espacios más simbólicos de la civilización: el deporte.
En su discurso, en el foro del club Valdái, celebrado en la ciudad rusa de Sochi, el mandatario equiparó los valores modernos occidentales con el dogmatismo bolchevique, y en su lugar abogó por el "conservadurismo racional".
El Jefe de la OTAN, Jens Stoltenberg, aseguró que “la Alianza es más fuerte y la más duradera de la historia”.
Según Putin, la acción fue "una provocación" llevada a cabo no solo por las fuerzas británicas, sino también por EE.UU.
Los países occidentales ven que en las nuevas condiciones pierden su hegemonía y la posibilidad de saquear impunemente la mitad del mundo como lo han hecho durante siglos: Embajador Víktor Koronelli.
El imperialismo siempre declara que busca el respeto a los derechos humanos y la democracia.
El representante alemán fue informado de que "tales comentarios provocan un aumento de la tensión en Europa y no contribuyen a la normalización de la situación", subraya el texto.
Por largo tiempo, EE. UU. y sus satélites, incluido el Reino Unido, no han temido expresar sus verdaderos objetivos en Ucrania. Están hablando de “infligir una derrota estratégica a Rusia”, afirmó el Embajador.
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Escrito por Nikolay Sofinskiy
Embajador de la Federación de Rusia en México.