Cargando, por favor espere...
En el Manifiesto Comunista de 1948, Marx y Engels resumieron su visión materialista de la historia en la tesis que afirma que “la historia de toda sociedad (posterior a la disolución de las sociedades comunales primitivas, aclara Engels), hasta nuestros días, es la historia de las luchas de clases”. Esta idea, que identifica la lucha de clases como el motor principal de la evolución social, establece una base esencial para comprender la historia y la sociedad. En este marco, no hay principios ni valores que puedan situarse por encima de las clases, ya que la sociedad está definida por antagonismos de intereses que dividen a sus miembros en clases enemigas. Estos intereses contrarios son de naturaleza objetiva, emanados de la posición que los individuos ocupan en la producción y reproducción de su vida material. Estos antagonismos, sin embargo, se canalizan a través de las vías políticas, en una lucha por definir las reglas que gobiernen la distribución del poder y de la riqueza dentro de la sociedad. La lucha de clases, en consecuencia, se convierte en el núcleo explicativo de los procesos históricos.
Para el método materialista, la lucha de clases no es sólo una interpretación de los hechos históricos, sino la ley fundamental del desarrollo humano. Pero en El capital, la obra cumbre de Marx, el capítulo dedicado a las clases quedó inconcluso. Esto ha planteado interrogantes sobre cómo definir con precisión el concepto de clase social y cómo interpretarlo desde una perspectiva científica. Para avanzar en esta dirección, es esencial superar ciertas confusiones y contradicciones que persisten en torno al concepto marxista de clase social.
Primero, es crucial diferenciar entre el nivel teórico y el nivel político. Los modos de producción, como modelos teóricos, son construcciones abstractas que no se corresponden plenamente con ninguna formación social concreta. Las clases sociales, por lo tanto, no son categorías abstractas suspendidas en el vacío, sino que tienen una ubicación precisa en la estructura de la producción económica. En este sentido, es necesario distinguir entre las clases tal como se comprenden teóricamente en un modo de producción y las clases tal como se manifiestan políticamente en una formación social concreta, que a menudo combina múltiples modos de producción, y que están superposicionadas con conflictos raciales, nacionales, religiosos, etc.
Un ejemplo ilustrativo se encuentra en la historia de México. Durante la Colonia, la pertenencia a una clase no sólo estaba definida por factores económicos, sino también por características raciales. Los criollos, por ejemplo, no sólo representaban una categoría socioeconómica, sino que también llevaban una carga racial significativa. Este entrecruzamiento de factores económicos y raciales resalta la complejidad de las clases sociales y subraya la necesidad de un enfoque que contemple su carácter histórico y contextual.
Por otra parte, para Marx y Engels, la lucha de clases no se limita al enfrentamiento entre la burguesía y el proletariado, aunque esta forma de conflicto sea central en el capitalismo. Antes bien, la lucha de clases adopta múltiples formas y trasciende los límites de una sociedad particular. Por ejemplo, una vez que la clase dominante agota las posibilidades de explotar internamente, suele dirigir su atención hacia otras sociedades, convirtiendo la lucha de clases en una guerra de conquista y saqueo. Así, las revoluciones anticoloniales en Asia, África y América Latina, así como las luchas por los derechos civiles en Estados Unidos, son ejemplos claros de cómo la lucha de clases trasciende los marcos tradicionales. A pesar de ello, algunos autores han sostenido que la lucha de clases se limita exclusivamente al enfrentamiento entre proletariado y burguesía en momentos de máxima intensidad. Este enfoque reductivo ignora las múltiples configuraciones y manifestaciones de la lucha de clases a lo largo de la historia. A lo largo de las diferentes épocas históricas, los antagonismos de clase han adoptado diversas formas, reflejando las condiciones específicas de cada periodo.
En última instancia, entender la lucha de clases en toda su complejidad y variedad es esencial para captar las dinámicas históricas y sociales. No se trata de un concepto estático ni limitado, sino de una herramienta que permite analizar las transformaciones y contradicciones de la sociedad.
El PIB de México registrará un avance de 3.8% en 2021, una tasa que aun siendo positiva no compensa el desplome histórico de 9%.
Además, el paquete incluye como tal el Presupuesto de Egresos de la Federación, apartado en el que el Gobierno de México establece la distribución del gasto público en áreas clave como infraestructura, programas sociales y los costos operativos del gobierno.
Las medidas económicas del gobierno para hacer frente a la contingencia sanitaria no deberían reducirse a los programas sociales previamente en marcha y a otorgar créditos.
Intercambio comercial y fentanilo, son temas que se espera aborden los presidentes de China y México.
El maíz y otros granos básicos como el trigo y la soya han alcanzado precios récord debido a la especulación financiera. Así lo ha denunciado la Organización Internacional del Trabajo.
Es necesario exigir a los gobiernos medidas que eviten que los costos de la crisis caigan sobre la población más vulnerable y que fijen impuestos extraordinarios a los más ricos.
Materias relevantes para el país como la ciencia, tecnología e innovación, no son prioridades para el gobierno de AMLO, y cuyo gasto en 2022 “llegará a su punto más bajo en toda la década”.
La acción de un gobierno no se mide por lo que diga de sí mismo, sino por resultados, y en materia económica los de la 4T son malos.
Un profundo conocimiento de la diversidad de climas y suelos ejerce una influencia positiva en la productividad de cultivos específicos, desde los campos de aguacate en Michoacán hasta los de agave para la producción de tequila en Jalisco.
El crédito o deuda es una herramienta fundamental para el modo de producción capitalista porque contribuye al crecimiento de los capitales a nivel individual y social, impulsa la centralización de capital y, entre otras funciones, pospone o alarga la llegada de las crisis de sobreproducción.
La ocupación laboral en manufactura, construcción, comercio y servicios privados no financieros se estancó en julio de este año.
El exsecretario de Hacienda, Carlos Urzúa explicó que “es falso” que en algún lugar de México exista un “monto considerable de ahorros públicos".
Comienzan el nuevo año y la temible cuesta de enero que cada año sufrimos la mayoría de los mexicanos; y el Reporte Especial de buzos ha consultado la opinión de varios de estos especialistas que hablan de lo que se espera en el plazo inmediato.
Yorio dijo que en los siguientes años la economía no tendrá el mismo tamaño que permita el mismo nivel de recaudación y de gasto.
En una economía de libre mercado, como es la nuestra, la competencia económica representa una posible fuente de disminución de los precios; pero el poder de mercado de los monopolios tiende a elevarlos y a afectar a los consumidores.
Venezuela está en calma, la guerra es psicológica: Sergio Rodríguez Gelfenstein
Iyah May, la artista que se hizo viral por cantar sobre el genocidio en Gaza
Amaga SITUAM con huelga, demanda incremento salarial del 30 %
Fracasa apuesta de 4T: Mexicana de Aviación abandona ocho rutas
Estás más cerca de ser pobre que millonario
Confirman casos de metapneumovirus en México
Escrito por Tania Rojas
Maestra en Economía por El Colegio de México. Estudia un doctorado en Economía en la Universidad de Massachusetts Amherst, en EE.UU.