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Durante las últimas semanas se ha difundido en los medios de comunicación masiva el impacto de las manifestaciones contra los más conspicuos gobiernos neoliberales de América Latina (AL). Las multitudinarias manifestaciones que la semana pasada inundaron las calles de la capital chilena, y que continúan en varios puntos del país, fueron efecto inmediato del alza al precio del transporte, principalmente del metro. Éste es el más evidente síntoma de descontento. A pesar de que parece un movimiento inmediatista proveniente de un sector de la población, no olvidemos que existe un fermento social y económico altamente polarizado que propicia y explica el descontento social: en el país andino, el uno por ciento de la población posee el 26 por ciento del ingreso nacional. Lo que explica por qué la protesta, inicialmente de carácter estudiantil, ahora esté secundada por un amplio sector de trabajadores.
En Ecuador se registró una de las manifestaciones masivas más grandes de su historia. Cientos de miles de estudiantes, indígenas y campesinos llegaron a Quito exigiendo que no se eliminara el subsidio a los combustibles, una de las medidas implementadas por el actual presidente Lenín Moreno quien, acatando órdenes del Fondo Monetario Internacional (FMI), pretendía aplicar una serie de medidas de austeridad del más puro corte neoliberal que, naturalmente, dañarían aún más el bienestar del pueblo. Ante la formidable resistencia popular, Moreno se vio obligado a dar marcha atrás. Las protestas cesaron, pero el intento neoliberal sigue en suspenso.
En Haití ocurre una resistencia ignorada por los medios internacionales. El levantamiento del pueblo haitiano lleva ya un mes y el gobierno de Jovenel Moïse no se resigna a abandonar el poder a pesar de la debacle política en la que se encuentra sumido. Es llamativa la opinión del periódico francés Le Humanité al respecto: “Las reivindicaciones se han vuelto tan radicales que parecen una lucha de clases”. A este estado de ebullición y malestar político, hay que añadir el triunfo de Evo Morales en Bolivia con más de 10 puntos de ventaja sobre el partido conservador Comunidad Ciudadana. Así como la victoria de la fórmula Fernández-Fernández en Argentina, que después de cuatro años bajo el mando del gobierno ultra-neoliberal de Mauricio Macri, permite el regreso del partido peronista comandado por Cristina Fernández.
Las profundidades de la política latinoamericana se encuentran revueltas. Los gobiernos neoliberales, cuyos intereses han estado en todo momento al servicio de los sectores privilegiados y acaudalados de una de las zonas más pobres del planeta, empiezan a pagar su desinterés y abandono de las clases populares. Podemos hablar, sin temor a equivocarnos, de un nuevo despertar en el seno de las clases más desamparadas de la región. A pesar de ello, es necesario ser cautelosos en lo que respecta al fin de un modelo económico como el que hoy sintomáticamente muestra su decadencia. La experiencia mexicana debe servir a las luchas en Latinoamérica. En nuestro país, el gobierno morenista representa los mismos intereses políticos y económicos que sus predecesores. Desde su llegada al poder, la situación de las clases pobres no solo no ha cambiado, sino que se encuentra peor que antes de su llegada. El analista político Atilio Borón asegura que el impacto de la ilusión aún no ha disminuido. En su artículo Agonía y muerte del neoliberalismo en AL califica todavía al gobierno de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) como un “holocausto social sin precedentes en México” contra el neoliberalismo. Esto evidencia que tiene un preocupante desconocimiento de la política nacional o que es víctima, como hasta hace algunos meses lo fue el pueblo mexicano, del espejismo provocado por el Movimiento Regeneración Nacional; un efecto ilusorio y engañoso.
Si México está hoy en silencio es porque la furia acumulada por la desigualdad, la pobreza y la miseria ha pasado sin concretar un cambio. La inconformidad que las masas acumularon durante años, y que debió reflejarse en un estallido político similar al que ahora observamos en los pueblos de AL, se difuminó en el fenómeno político morenista; mejor dicho, quedó cooptado y ahogado. El neoliberalismo, con él, toma un respiro y vacía el espíritu de rebeldía de un pueblo que hoy, más que nunca, la necesita.
Latinoamérica deberá cuidarse de caer nuevamente en la trampa neoliberal. Si el pueblo quiere salvarse, deberá hacerlo con sus propios medios y por sí mismo. La izquierda tiene nuevamente la oportunidad de ponerse al frente de la resistencia en AL; pero deberá hacerlo con y para el pueblo que le ha reiterado su confianza, si no quiere allanar el camino del enemigo que hoy dice combatir, como sucede en nuestro país y como ya sucedió en la región, donde la derecha recobró el poder. No caigamos de nuevo en los mismos errores y vivamos prevenidos contra ilusiones y conclusiones fáciles.
Scherer Ibarra sostuvo en la conversación que “lo que se está solicitando es que se dé un crédito adicional para terminar la elección, de 30 millones de pesos, lo que dice Julio Villarreal es: ya di 50 millones de pesos como crédito.
La función cotidiana del egocentrismo de AMLO es el espectáculo de un hombre perdido que no se da cuenta que está perdido. Así el comediante supremo del partido ha perdido legitimidad en menos de un año.
Los culpables del incremento de la violencia electoral y durante todo el sexenio, son el Gobierno Federal, el Presidente y Morena. La política de seguridad ha sido un fracaso total.
El Gabinete de Seguridad que se reúne de lunes a viernes a las seis de la mañana, sirve únicamente para “tomar café”.
Son unos 75 mil estudiantes de todo el país los que solicitan les sea entregada la beca, el cual incluye a estudiantes de secundaria, preparatoria, y nivel superior.
Jesús Zambrano aseguró que la designación de Lenia Batres Guadarrama en la SCJN confirma que AMLO quiere una dictadura en México al contar con todos los poderes subordinados a él.
Repudiar el neoliberalismo, declararlo muerto o desterrado y después celebrar con gran entusiasmo las promesas del capital trasnacional y sus buenos propósitos para México es de lo más incongruente.
AMLO llegó al poder con Morena pero no derribó al régimen de producción vigente, que se mantiene igual y los ricos son más ricos, los pobres son más pobres.
El INAI anunció que abrirá una investigación de oficio sobre la divulgación de los números telefónicos de las candidatas presidenciales, dado su interés público.
Se prepara, pues, una elección de Estado al más viejo estilo, ése que tanto condenó el ahora Presidente cuando su partido formaba en la oposición.
La gobernadora destacó la disposición de las partes involucradas en este tema, ya que se logra un acuerdo con el secretario de Gobernación.
Contra toda lógica, desde la prepotencia del gobierno, la petición fue ignorada, abandonando a millones de personas que no tienen para comer.
Después de esta importante contienda, al pueblo le toca la ardua tarea de exigir mejores resultados y buscar su propio camino, ateniéndose a sus propias fuerzas.
“Los analizaremos con respeto, con una contrastable e innegable separación y equilibrio entre los poderes", destacó Muñoz Ledo
La lucha de los obreros de ICA Fluor en defensa de sus derechos laborales es una lucha legítima y justa que todos los trabajadores del país debemos respaldar.
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Escrito por Abentofail Pérez Orona
Licenciado en Historia y maestro en Filosofía por la UNAM. Doctorando en Filosofía Política por la Universidad Autónoma de Barcelona (España).