Éstos son algunos de los titulares que han evidenciado el significativo aumento de los casos de dengue en la República Mexicana entre julio de 2023 y julio de este año: México sufre crisis de dengue al registrar más de 18 mil contagios; Reportan 18 mil contagios y 26 muertos por dengue en México; Salud prevé aumento de 600% en casos de dengue en Tamaulipas tras las lluvias; Aumentan 381% casos de dengue; Alcanza Guerrero niveles de alerta por dengue; Nayarit duplica la media nacional en casos de dengue.

En el Panorama epidemiológico del dengue, publicado el pasado 1° de julio, la Secretaría de Salud (SS) confirmó que hasta entonces (semana 27) se habían registrado 20 mil 249 pacientes con esta enfermedad; y que ésta había cobrado la vida de 49 personas.

Estas cifras son superiores a las de 2023 en el mismo periodo: cinco veces más en el caso de los pacientes, ya que en ese año se reportaron cuatro mil 892 casos; y 13 muertes.

El informe revela, asimismo, que el 57 por ciento de los pacientes con dengue (11 mil 187) se concentró en los estados de Guerrero, Tabasco, Veracruz, Michoacán y Chiapas.

En Tabasco se contabilizaba 10 fallecimientos; nueve en Guerrero; ocho en Morelos; Quintana Roo, siete; Veracruz, seis; Michoacán, cuatro; Estado de México (Edomex), dos; y Colima, Oaxaca y Puebla, uno en cada uno.

Al cierre de esta edición, la SS había informado que 10 mil 524 casos estaban clasificados como dengue no grave; nueve mil 41 con síntomas graves; y 684 evaluados como dengue grave.

“Yo escuchaba que a todo mundo le daba dengue y pensaba: ¡ay, qué organismos tan débiles!, cuando de pronto un día me empieza a dar un dolor de cabeza muy fuerte. Era un dolor extraño, diferente al meningioma que tuve; muy extraño. Hablo mucho; y ese día que sentí tanto dolor, no tenía ni ganas de hablar. De pronto, el dolor se me empezó a pasar al cuello y las vértebras. Fui a eso de las 12:45 o una de la tarde a mi clínica del Seguro Social y no me atendieron, sino hasta las siete de la noche”, cuenta a buzos Leticia Maldonado Rebollo, maestra de artes y jefa de información en un medio radiofónico en Veracruz.

Según la SS, Veracruz ocupa el tercer lugar nacional en incidencia de dengue, con mil 782 casos confirmados hasta el 1° de julio; en tanto que Guerrero reportaba tres mil 766; Tabasco, dos mil 795; Michoacán, mil 475; y Chiapas, mil 369. Hasta ese momento, en Baja California, Chihuahua, Durango, Tlaxcala y la Ciudad de México (CMDX) no se había reportado ningún caso.

Expertos en epidemiología sostienen que el cambio climático está contribuyendo a la proliferación del mosquito transmisor del virus conocido como Aedes aegypti, insecto momia o mosquito de la fiebre amarilla, que además transmite la chikunguña, la fiebre de zika y el virus mayaro.

Los pacientes coindicen en que las múltiples deficiencias del sistema de salud pública del país y la falta de campañas preventivas para combatir tales enfermedades han propiciado el aumento de pacientes con este mal.

A decir de la investigadora de la Facultad de Enfermería y Obstetricia de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Sofía Sánchez, la enfermedad se ha difundido más debido al incremento de la temperatura en todo el mundo; pero también a que el Estado no efectúa las campañas de prevención e información necesarias para evitar que la población se exponga a la emergencia del mosquito portador de este mal.

Según la experta, pudo evitarse el aumento importante de casos de dengue en Guerrero –el segundo estado con más contagios y al que hace poco más de siete meses golpeó el huracán Otis– si los gobiernos estatal y Federal hubieran declarado alerta epidemiológica y desarrollado campañas de prevención dirigidas a “sanear las comunidades, informar a la población y suministrar agua potable”.

En 2022 se contabilizaron dos mil 518 casos de dengue en el país; y en 2023, a través del comunicado Alarmante aumento de casos de dengue en México, la UNAM informó que éstos habían reportado un incremento de 183 por ciento con respecto al año anterior, pues hasta el 30 de julio sumaban siete mil 295.

El ascenso exponencial en el número de pacientes con dengue se debe, insistió la especialista, al incremento de las temperaturas, al abandono de los gobiernos estatales y Federal para atender y prevenir la epidemia y a la deficiente atención brindada a los pacientes en los centros de salud pública.

En el IMSS sólo recetan paracetamol

Cuando Leticia Maldonado Rebollo llegó a su clínica del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Orizaba, Veracruz, se encontró con que aquélla estaba saturadísima; padeciendo ya todos los síntomas propios del dengue, y después de tirarse en el piso “muriéndose de dolor en todas las vértebras”, recurrió al área de urgencias.

Pero le esperaban otras sorpresas: en urgencias le indicaron que aunque le doliera mucho el cuerpo, no ameritaba atención en esa área porque no tenía fiebre; la regresaron a la “unifila”; una vez que se formó, una empleada de la clínica le advirtió: “no te garantizamos que vayas a pasar”.

Leticia es oriunda del municipio de Nogales, Veracruz, resultó infectada por el dengue a principios de diciembre del año pasado y lo padeció hasta febrero de 2024; denunció que “el Seguro Social solamente te manda paracetamol, que la verdad no te quita el dolor ni te bajas la fiebre”.

Una situación parecida vivió don Adrián Millot, taxista del municipio de San Rafael, en la clínica del IMSS que le corresponde. Adrián contó a este semanario que cuando acudió a solicitar atención, el personal médico no le diagnosticó el dengue. “Sólo me dieron medicamento para el dolor (metronidazol) y me dijeron que si me sentía mal, regresara. Me tomé dos pastillas, pero no sentí cambios. Entonces ya no me las tomé y empecé mejor a tomar paracetamol, porque sentí que esto era dengue, porque ya se estaban oyendo comentarios sobre esa enfermedad”.

Don Adrián tuvo que recurrir a un médico particular para que lo diagnosticara bien; le hicieron estudios y “salió positivo” a dicho mal.

“Un jueves desperté con dolor corporal. Tuve calentura también, así estuve como cuatro días… empezaba la fatiga; luego bajó la temperatura, pero me quedó la debilidad. Digamos, caminaba un tramo y sentía que me cansaba; tardaba para recuperarme. Así estuve como nueve días; ya no tenía calentura, pero tenía esa debilidad. También me daban náuseas”, detalló. 

Adrián Millot reveló que años atrás ya había padecido dengue, pero que sólo presentó fiebre; y que ahora, a sus 46 años, los síntomas fueron más intensos.

La Organización Panamericana de la Salud (OPS) afirma que los síntomas son más intensos en las personas infectadas por segunda ocasión; para su buena fortuna, Adrián se recuperó pronto.

La mayoría de los infectados por dengue se curan en una o dos semanas; pero hay personas en las que la enfermedad se intensifica y agrava hasta llevarlas a la muerte. La OPS aclara que, una vez superada la crisis, el cansancio puede persistir varias semanas.

“En una ocasión más o menos me sentía bien; tenía fiebre, estaba trabajando y dejé al pasaje, luego, con toda la fuerza que me quedaba, me vine despacio porque ya no aguantaba y empecé a sentir como si se me hubiera bajado la presión. Ahí decidí mejor ya no trabajar, quedarme ahí en reposo”, lamentó don Adrián.

“Luego de nueve días empecé a trabajar poco a poco. Ya ahorita, aparentemente, estoy bien. Ya he realizado actividades; pero sí siento como que me ha quedado el cansancio. También tuve dolor en los ojos; tres noches no dormí, nada más daba vueltas en la cama. Me sentía incómodo todo el tiempo. Ahora, en el día, me quería dormir, pero nomás estaba con los ojos cerrados sin conciliar el sueño”, agrega el taxista.

Ambos testimonios desmienten la afirmación de la SS de que sus servicios son eficientes; además, el presupuesto que el gobierno mexicano destina a este rubro es apenas equivalente al 5.4 por ciento de su Producto Interno Bruto (PIB), este porcentaje se ubica muy por debajo del que los demás países de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) destinan a la atención de la salud: 8.8 por ciento de su PIB. 

México cuenta con sólo 2.4 médicos, 2.8 enfermeras y una cama de hospital por cada mil habitantes, mientras que los otros países de la OCDE disponen de 10.3 médicos y cuatro camas por cada mil habitantes. 

Enfermedad en aumento

La OPS ha informado que el dengue se transmite mediante la picadura de un mosquito que infecta a las personas de todas las edades; sus síntomas van de una fiebre leve hasta una incapacitante, junto a intensos dolores de cabeza, ojos, músculos y articulaciones.

Estos síntomas pueden extenderse al sistema respiratorio, incluso dañar gravemente a otros órganos de las personas.

Aunque la OPS, que pertenece a la Organización Mundial de la Salud (OMS), ha divulgado todas las medidas de prevención y control contra el dengue; en lugar de disminuir el número de sus pacientes, este año está aumentando tres veces con respecto a 2023 en América Latina y El Caribe.

En esta región de América se registran alrededor de 8.1 millones de casos; el dengue ha provocado la muerte de tres mil seres humanos y 500 millones han estado expuestos a la enfermedad en el resto del continente.

“Brasil, Argentina, Paraguay, Perú, Colombia y México son los países con más casos reportados… –este último ha registrado más de 65 mil casos, muy lejos de los 20 mil que la SS reporta–, Guatemala, más de 12 mil; Honduras, más de 20 mil; y en Panamá, la cifra supera los cinco mil 800, todos entre 2.5 y casi seis veces más casos que en el mismo período de 2023”, explica un comunicado de la OPS.

Leticia Maldonado Rebollo, –quien se ha recuperado del dengue– confió a buzos las múltiples peripecias que debió enfrentar por este padecimiento, entre las que destacó su pérdida de peso corporal.

“El color de mi piel se veía entre verdoso y amarillo, el pelo se me secó muy feo… ¿sabes qué me dolía mucho? Atrás de los ojos, como si me estuvieran pegando. Me di cuenta de que ese dolor era atípico; y ese mismo día, me dijeron que tenía dengue… estuve como cinco días en tratamiento y fácil llegué a febrero sintiéndome agotada.

“Bajé mucho de peso, pero ya en marzo fue que lo recuperé. La enfermedad se va como tal en unos cuantos días; pero los efectos que deja tardan bastante tiempo”, lamentó en entrevista telefónica con buzos; además, denunció que el IMSS no otorga seguimiento a sus pacientes de dengue.

Después de darlo de alta “le dicen a uno, pues ya te dio dengue, sale, bye… pero podrían tener un mecanismo diferente que, si llegan con cierta sintomatología, pasen más rápido y no los dirijan a la unifila, porque no es el mismo tratamiento al que le duele el estómago por malestar o pesadez estomacal que al que tiene dengue. Creo que podrían eficientar un poco esa parte”.

La OPS informa, asimismo, que el Aedes aegypti crece en los lugares donde se estanca el agua, sea en charcos dentro o fuera de los domicilios, escuelas, caminos, lugares de trabajo, áreas de cultivo o lagunas.

Los factores que contribuyen a la propagación de este virus son múltiples, entre ellos destacan la urbanización no planificada, la movilidad humana desordenada, las prácticas de almacenamiento y las plantas de mantenimiento de agua no tratada.

Para evitar las picaduras del mosquito, el organismo internacional recomienda usar ropa que cubra el cuerpo lo más posible; usar mosquiteros y rociarlos con repelente si es necesario; y para evitar sus criaderos, es decir, donde desovan, se debe “cubrir, vaciar y limpiar cada semana los recipientes donde se almacena agua para uso doméstico; y aplicar insecticidas adecuados en los recipientes donde se almacena agua”.

Cuando ya se contrajo el virus, se debe descansar y beber muchos líquidos para no arriesgarse a la deshidratación; tomar paracetamol, evitar los antiinflamatorios no esteroideos, tales como ibuprofeno y aspirina, así como ir al médico si se presentan síntomas graves.

A pesar de que no existe un tratamiento específico para combatir este mal, la OPS recomienda su diagnóstico oportuno y difundir entre “los trabajadores de la salud una guía clara para los pacientes y sus familias para monitorear los signos de alarma y buscar atención médica inmediata”.

La OPS hizo un llamado a los países miembros, entre ellos México, a usar eficientemente los recursos disponibles para prevenir y controlar la infestación de vectores en zonas afectadas y en los servicios de salud.