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Vienen las elecciones de este año en los estados de México y Coahuila y, como ocurre cada tres o seis años, escucharás los mensajes de campaña política con los que los “líderes” de partido te ofrecerán el Sol, la Luna y las estrellas a cambio de tu voto, pero quienes pasados los comicios se olvidarán de las promesas que te hicieron. Como ha dicho el ingeniero Aquiles Córdova Morán, vivimos una “democracia de mercado” en la que el voto se convierte en una mercancía y se vende a quien lo paga más.
En cierta ocasión vi a un individuo que portaba una gorra del Partido Acción Nacional (PAN), una camisa del Movimiento Regeneración Nacional (Morena) y una mochila del Partido Verde Ecologista de México (PVEM). De inmediato pensé: ¿a qué partido le irá este individuo? Difícil de saberlo. Cuento esta anécdota porque hoy en día las campañas no se basan en el análisis de los programas políticos de cada partido, ni en la oferta específica de los candidatos. La gente ha perdido la capacidad para elegir con base en las propuestas políticas y las ideologías partidistas. Ahora se estudia a la gente, se le dice lo que quiere oír, se habla en su nombre y una vez conseguido su voto se gobierna en contra de sus intereses.
Hay especialistas en mercadotecnia política que se encargan de hacer de los candidatos mercancías humanas para que el elector las “compre” con su voto. Los manuales de estrategia de estos expertos recomiendan que los candidatos sean vistos lo mismo a través de fotos “favorables” y como padres de familia responsables, que aparezcan comiendo tacos de birria en un “puesto de la esquina” –hábito que no tienen– a fin de que la gente los vea como personas ordinarias y buenas, emanadas del pueblo, etcétera.
También utilizan campañas negras o sucias para destruir la imagen de los candidatos contrarios, a quienes les sacan sus “trapitos al sol” o les atribuyen hechos o dichos mediante el uso de mentiras, medias verdades o verdades desvirtuadas que parecen mentiras, de tal suerte que el votante no sabe si lo que le dicen resulta cierto o falso. Este tipo de campañas se hace para desinformar y manipular al elector. Pero lo peor de esto es que algunos o muchos electores se dejan convencer por las mentiras, hacen a un lado la verdad, la lealtad y votan por lo peor de lo peor.
Igualmente grave es la compra de conciencias mediante el dinero en efectivo que le dan a muchas personas. Es grave porque la gente así reclutada no vota en función del programa de un candidato y un partido, sino por una suerte de contrato de compraventa que establece con el partido que le solicita el voto a cambio de dinero, y que para demostrar que ha cumplido con éste mete su celular a la casilla para fotografiar su voto en favor del candidato de ese partido. Una vez pasada la elección, el que votó a cambio de dinero no puede exigir al nuevo gobernante seguridad pública ni servicios básicos en su colonia, municipio o entidad federativa.
¿De dónde sale el dinero para la compra de votos? Un diputado me dijo que con este gobierno se ha institucionalizado la entrega de dinero en efectivo a través de múltiples vías oficiales, lo cual impide saber si ese dinero es “bueno” o “malo”.
Con relación a las mentirosas promesas de campaña, tan habituales en México desde hace muchas décadas, hay que recordar que los candidatos ofrecen de todo, incluso cosas que no tienen solución ni remedio, como en aquel famoso chiste en el que un candidato ofreció a sus votantes un puente para cruzar el río; y cuando su asesor se atrevió a decirle que en aquella comunidad no había río”; no dudó en prometer que también llevaría un río si votaban por él. Sí, con tal de ganar se ofrece todo, hasta lo imposible, sin importar engañar y manipular a los electores.
El problema de fondo en México reside en el hecho de que el poder es utilizado por la mayoría de los políticos para enriquecerse y disfrutarlo como si fuera propio. Es decir, en el país prevalece aún la visión patrimonialista del poder y los partidos son maquinarias diseñadas para ganar elecciones a costa de lo que sea. Por eso, cuando la gente va a solicitar que la apoyen y le resuelvan sus demandas, la respuesta negativa es contundente.
Una vez que se sientan en sus sillas de mando, los candidatos olvidan las necesidades de la gente e incumplen sus compromisos; y desaparece de su trato todo lo que antes era bondad, disposición y sonrisas. Es más, una vez convertidos en gobernantes se vuelven groseros, prepotentes, frívolos y sacan a relucir sus peores sentimientos hacia los ciudadanos, tratándolos con desprecio. Y como los verdaderos planes de gobierno obedecen a los intereses del grupo que representa, no hay manera de que la gente exija solución a sus demandas ni el cumplimiento de sus derechos constitucionales.
En los tiempos que corren, los gobernantes se han vuelto más indolentes, menos receptivos, no escuchan las necesidades de la gente y menos resuelven sus problemas. Peor aún, si la política consiste en un quid pro quo, con el que le dicen a la gente “ya no te voy a resolver las demandas como antes, porque voy a concentrar todo el dinero público en unas cuantas megaobras (que ya vemos que son inútiles) y te voy a dar dinero en efectivo para que con ello resuelvas todo. Por tanto, si te falta agua potable, si faltan lámparas en el alumbrado público; si falta poner techo de losa en tu casa, etc., saca el dinero de tu tarjeta”.
¿Cuál es el resultado? La peor inflación en la historia, la peor situación de violencia delictiva, el deterioro de las carreteras, la falta de obras públicas de servicios básicos, la grave falta de mantenimiento en el Metro de la Ciudad de México debido a los recortes presupuestales, etc. “Pero si hay elecciones –se cuidan bien de aclarar– tienes que votar por quien te da el apoyo en la tarjeta con recursos públicos”; y así, los beneficiarios de las transferencias monetarias se ven obligados a firmar un certificado en su contra. En síntesis: el llamado de esta colaboración es a que el pueblo abra los ojos, tome conciencia, se organice, luche y no se venda.
El TEPJF determinó que la aspirante presidencial vulneró las reglas de propaganda electoral.
El INAI anunció que abrirá una investigación de oficio sobre la divulgación de los números telefónicos de las candidatas presidenciales, dado su interés público.
El uso de recursos públicos para fines electorales no sólo está prohibido en la legislación electoral, sino que también es antiético.
“No le pago con mis impuestos a usted para que opine sobre los candidatos de la oposición, su papel no es ese, su papel es gobernarnos a todos", señaló el diputado Federico Döring.
El chiapaneco fue interceptado sobre la carretera de San Juan Chamula.
Más de 200 organizaciones convocaron a una marcha el domingo 18 de febrero para exigir que los mexicanos puedan salir a “votar en paz” el próximo 2 de junio.
Organizaciones agrupadas en Unid@s pidieron al INE extender al menos dos semanas más el plazo para renovar u obtener la credencial de elector.
La consulta ciudadana del próximo 10 de abril no se hará realmente para “revocar” el mandato del Presidente, sino para que sea “ratificado” o avalado por sus seguidores y que continúe alimentando su megalomanía en lo que resta del sexenio.
Entre los pendientes del actual gobierno morenista en la CDMX se encuentra la eliminación "real" de los granaderos y la creación de un sistema de cuidados, pues 75% del total de niños, adultos mayores y personas enfermas recae en ellas.
Todo indica que la política fiscal de AMLO será la misma: enfocada a comprar conciencias y votos para que Morena gane las elecciones en 2024; y, como los gobiernos anteriores, ignore los problemas del país.
Todo “avanza correctamente”, informó la presidenta del INE, Guadalupe Taddei Zavala, luego de 11 días de haber iniciado el proceso electoral 2024.
El PREP estará sujeto al avance real de acuerdo con el conteo de los votos y el cómputo de las actas.
El abanderado de “Va por la CDMX”, Santiago Taboada, expuso su programa “Vivienda joven”, para que el gobierno capitalino apoye a jóvenes menores de 35 años con subsidios sobre los precios de renta y venta de viviendas.
Con 410 escaños ganados, los laboristas superaron ampliamente al Partido Conservador, que solo obtuvo 131 lugares en el Congreso de Reino Unido.
Los candidatos presidenciales también expusieron sus posturas sobre temas relacionados con la salud, educación y transparencia, entre otros.
Escrito por Brasil Acosta Peña
Doctor en Economía por El Colegio de México, con estancia en investigación en la Universidad de Princeton. Fue catedrático en el CIDE.