El título de este libro hace alusión a las siete hijas que el doctor Francisco Sámano y Margarita Serrato procrearon, junto con ocho varones, en las primeras dos décadas del Siglo XX.
Cargando, por favor espere...
La interrogante puede parecer absurda para quien se haya planteado alguna vez este problema con algún rigor metodológico. Sorprendentemente, esta apariencia de absurda se daría en ambas direcciónes: “por supuesto que no”, responderían unos; “sí, con toda seguridad” responderían los otros.
Este viejísimo problema de la filosofía, que en nuestra formulación particular atañe estrictamente al arte, puede extenderse en sus implicaciones generales a toda actividad humana. ¿Existían la inteligencia, la virtud, el bien y el mal, el amor, antes que el primer ser humano sobre la Tierra? No hace falta ser un profesional de la filosofía para saber que estos problemas han ocupado a los pensadores de todos los tiempos, y que el problema es planteado en formas muy diferentes, prácticamente en todos los textos tempranos que conocemos de las civilizaciones antiguas.
Quien sostenga que el arte existía antes de los humanos deberá responder, con igual coherencia, a qué llamamos arte exactamente sin el tejido social que lo nombra, lo intercambia y lo transmite. No basta con que en la naturaleza se produzcan formas, ritmos o colores que luego, en nuestra experiencia, podemos llamar estéticos: la emoción con que contemplamos un amanecer o una piedra pulida por el río no se convierte en arte sino hasta que un grupo de personas decide asignarle un lugar en un sistema de signos, en un conjunto de prácticas, es decir, en un entorno cultural determinado; y la cultura es, en este sentido, estrictamente, humana. Antes de ese gesto colectivo, lo que había era sólo “naturaleza muerta” –por usar el término de la plástica–, ajena a cualquier intención de comunicar o significar.
El arte no es, entonces, una propiedad inherente de las cosas; es el resultado de una práctica social. La concepción, la creación y la apreciación de una obra artística, componentes esenciales de aquello que llamamos arte, sólo pueden entenderse bajo la forma de práctica humana. En la naturaleza prehumana, ninguna de estas actividades tiene lugar.
Pensemos en el canto. Las aves han cantado millones de años antes que nosotros, pero no hacen música: no intercambian melodías con fines de creación estética, ni se reúnen para escuchar las composiciones de otras aves. En cambio, cuando un grupo humano desarrolla un canto ceremonial, lo ensaya, lo enseña a sus hijos, lo transforma con el tiempo y lo interpreta en un momento específico para una audiencia determinada, ese acto está inscrito en un entramado de relaciones socioculturales que lo vuelve arte.
Podría decirse que la naturaleza ofrece el material y que la humanidad inventa el arte. No porque las rocas, los sonidos o los colores se transformen físicamente al cruzar la mirada humana, sino porque esa mirada está organizada por un lenguaje, una memoria y unas relaciones colectivas que le otorgan sentido. Sin estas condiciones –sin cuerpos que trabajen, sin manos que fabriquen, sin voces que canten, sin oídos que escuchen– no hay arte posible. Lo que existe fuera de la actividad humana son solamente objetos, formas, sonidos y colores: materia bruta, indiferente a todo valor estético.
Por eso preguntarse si el arte existía antes de la humanidad equivale a preguntar si podía existir un libro antes de la escritura, o un abrazo antes de los cuerpos: sin el acto humano que lo produce, el arte no es.
El título de este libro hace alusión a las siete hijas que el doctor Francisco Sámano y Margarita Serrato procrearon, junto con ocho varones, en las primeras dos décadas del Siglo XX.
El 29 de junio de 2020, a los 89 años, fallecía en su patria, a la que había vuelto en 2014 de un prolongado exilio, el poeta chileno Efraín Barquero.
Entre sus influencias se cuentan figuras como Emerson, Thoreau, Pound y William Carlos Williams, así como los poetas del grupo Black Mountain.
La inhumanidad, la perfidia, el odio y la maldad de un hombre no son nunca suficientes para imponerse a la lógica económica y política de la que forma parte.
En el discurso oficial se habla constantemente de cambio, de ruptura con el pasado, de un nuevo horizonte para la cultura en México.
Nació en el Condado de Down, Irlanda del Norte, en 1965; es una de las poetisas más reconocidas de su generación.
Las actividades deportivas estimulan, fortalecen y corrigen los tejidos óseo y muscular; ayudan a evitar el sobrepeso y la obesidad.
La poesía es una forma de resistencia contra la narrativa de la historia occidental que pretende eliminar a un pueblo entero.
La cultura es un arma para concientizar al pueblo: Aquiles Córdova Morán.
La cantata Santa María de Iquique (1969) no se limita a la simple enumeración de los hechos, es un llamado a las generaciones venideras a no olvidar esta injusticia.
Su poesía, desde sus comienzos, estuvo anclada en los contextos físicos y rurales de su infancia.
El Gobierno de México ha menospreciado la cultura; muestra de ello son los constantes recortes presupuestales aplicados desde años anteriores y que se acentuarán en 2026.
El 21 de diciembre de 1907, en la escuela Santa María de Iquique, tuvo lugar una masacre contra los obreros del salitre, concentrados ahí en espera de diálogo con los representantes patronales y del gobierno.
Su obra está vinculada a la década de 1930.
Desde la aparición de los primeros homínidos sobre la Tierra se tienen indicios del trabajo colectivo, tanto en el cuidado de los infantes, la recolección de alimentos y la cacería de animales, como en la defensa física de la comunidad frente a los depredadores.
De aliado a apestado: Sheinbaum pidió el voto para Chema Tapia en 2024; hoy lo desconoce
Acuerdo con refresquera redefine impuesto para 2026
INE propone modelo integral para prevenir la violencia política contra las mujeres
México se queda sin empresas y empleos formales, alerta ITESO
Trabajadores de la UACh van a paro tras explosión en comedor
Escrito por Aquiles Lázaro
Licenciado en Composición Musical por la UNAM. Estudiante de la maestría en composición musical en la Universidad de Música de Viena, Australia.