Cargando, por favor espere...

El lugar de la esperanza
El lugar de la esperanza es una cinta que plantea esa naturaleza de los espíritus fuertes, que nunca se dejan vencer por la adversidad.
Cargando...

¿Cuántas veces en la vida los seres humanos vemos frustrados nuestros proyectos, ilusiones, planes y realizaciones? Desde que nace, cada individuo tropieza una y otra vez. Esto, sin embargo, no es algo que detenga nuestro desarrollo biológico, educativo, mental y moral. Más bien, si sabemos aprovechar el lado positivo de cada derrota, decepción o frustración, y aprendemos las lecciones de la vida y de la lucha, cabe la posibilidad de que nos hagamos cada vez más fuertes.

Precisamente El lugar de la esperanza es una cinta que plantea esa naturaleza de los espíritus fuertes, que nunca se dejan vencer por la adversidad. Es la historia de Sandra (Clare Dunne), una mujer irlandesa que ante la violencia que ejerce su marido, Gary (Ian Lloyd Anderson), se divorcia de él. Sandra obtiene la custodia legal de sus dos hijas, pero debe –según la disposición establecida por la jueza que resolvió su caso– llevar a las dos niñas los fines de semana a convivir con su padre.

Sandra no sólo debe mantener a sus dos hijas, sino cargar con el problema de no tener casa propia, lo cual es un grave problema, dado que su bajo salario no le permite pagar una renta y menos adquirir una casa a crédito. Sandra recibe el apoyo de su patrona, Peggy (Harriet Walter), quien es minusválida y la aloja en su casa. Peggy es una persona bondadosa y, al ver la situación desesperada de Sandra, le ofrece donarle un pedazo del terreno de su jardín. Sandra pone manos a la obra y busca cómo construir su casa ahí. Para Sandra está claro que con su salario y sin ningún apoyo será muy difícil construir una vivienda, pero no se deja vencer y encuentra la ayuda de amigos y vecinos quienes, encabezados por Aido (Conleth Hill), un maestro constructor de viviendas, le ayudan los fines de semana a construir su casa.

Gary, quien golpeaba brutalmente a Sandra, no sabe de la decisión de su exesposa de obtener una casa propia. Cada vez que Sandra le lleva a su domicilio a las dos hijas, él insiste en que regrese “por el bien de las niñas”. Sin embargo, Sandra sabe perfectamente que regresar con Gary entraña el peligro de ser violentada otra vez. Incluso, la hija más pequeña de Sandra, cada vez que es llevada a la casa de su padre, se niega a quedarse en la misma (un rechazo motivado por el recuerdo de la brutalidad del padre).

Ese rechazo se repite en ocho semanas consecutivas, lo cual lleva a Gary a recurrir el juzgado para, con ese pretexto, quitar la custodia de las niñas a su exesposa. Ya en el juzgado, la defensora de Gary da una argumentación legal que parece irrebatible y resulta casi demoledora para Sandra. Ella está a punto de sucumbir moralmente ante esa argumentación. Peggy –quien acompaña a Sandra– le aconseja que se defienda, que le haga ver a la jueza todo el mal que ha causado Gary, que es él quien ha provocado el rechazo de la pequeña. La jueza, con un sentido de genuina justicia, decide que la custodia de las niñas seguirá permanentemente en Sandra. Todo parece que ahora saldrá mejor para Sandra: termina la casa y decide organizar un convivio con quienes le ayudaron solidariamente. Esa noche, furtivamente, Gary incendia la recién inaugurada construcción. Al ver que todas sus ilusiones se desmoronan, Sandra cae gravemente enferma y tarda semanas en recuperarse; cuando se levanta y da los primeros pasos, bajo la orientación y apoyo de Peggy, decide volver a construir su casa. El lugar de la esperanza es un canto a la tenacidad y a la solidaridad humanas. 


Escrito por Cousteau

COLUMNISTA


Notas relacionadas

Cuatro excavaciones efectuadas en enero han permitido recuperar los vestigios materiales de algunas páginas de la historia virreinal e independiente de lo que fuera el extremo sur de la ciudad potosina.

Hay que decir que la tesis de un arte contemporáneo descompuesto es sumamente escasa en las voces de los especialistas.

Empresarios y trabajadores han comenzado a abandonar el puerto de Acapulco, en Guerrero, tras un año del huracán "Otis".

Los rarámuris sufren terriblemente por la pobreza, la discriminación y marginación social de la que son víctimas.

Irán saliendo fritos y refritos, intentonas que seguirán haciendo todo lo posible para manchar el pensamiento y obra del hueso duro de roer, pues la consigna es muy clara: impedir el retorno de Lenin.

Antolorgía de poetisas del 27, de Emilio Miró, es un importante esfuerzo para revalorar la obra de cinco poetisas españolas de la “Generación del 27”, entre ellas, Concha Méndez y Rosa Chacel.

La cultura no es prioridad para el gobierno actual ni lo fue para el anterior.

En Una vida en la vida de México se hallan trazos rápidos pero detallados de figuras como José Vasconcelos y los generales Francisco Villa, Eulalio Gutiérrez y Álvaro Obregón, entre otros.

Lenin es seguramente el nombre propio sobre el que más se han vertido carretadas de desinformación

El mundo está saturado de imágenes y la realidad misma ha perdido significado. Cada individuo se enfoca en su imagen y en agradar a los demás; esto ha permitido que se deje de pensar en lo que ocurre alrededor, que se deje de valorar también lo que está delante.

El homo sapiens apareció hace 45 mil años y se extendió a América en el 12 mil a.n.e.

La historia, que no se olvide nunca, la hacen los pueblos y hoy, los pueblos, tienen la palabra.

Desde el punto de vista de su contenido, las Tesis de Benjamin revisten una originalidad que al propio tiempo las separa de las de sus dos grandes predecesores: Ludwig Feuerbach y Carlos Marx.

Wells no quedó impresionado con los razonamientos de Lenin. Al contrario, lo halló menos portentoso de lo que esperaba; y su lastimosa decepción comenzó por su aspecto físico: lo describió como un hombre pequeño...

El ascenso de Porfirio Díaz al poder en 1876 marcó el inicio de un periodo de centralización política que consolidó el proceso de formación del Estado nacional iniciado durante la Reforma.