Cargando, por favor espere...
La política imperialista estadounidense de la Guerra Fría parece renacer hoy en las pugnas del presidente Joe Biden en Ucrania y en Taiwán. En aquella época, como ahora, el principio que regía las políticas militares o de acoso de Estados Unidos (EE. UU.) contra sus enemigos era el control sobre Eurasia. Se trata del sometimiento de todos los países de Europa y Asia, entre los que se hallan las naciones más ricas, más pobladas y los territorios con más recursos naturales, en favor del imperio americano. Sin embargo, los norteamericanos ya no son la potencia de antaño y chocan con la alianza ruso-china, un bloque continental bastante potente que detiene sus ambiciones y propone un mundo diferente.
Al final de la Segunda Guerra Mundial (1914-1945), la destrucción de los imperios de Europa y Asia, así como la situación aislada e imperial que conservaba EE. UU. –gracias a su dominio completo sobre el continente americano desde el final del Siglo XIX–, permitían que este país fuera la primera potencia mundial. Entonces, decía Zbigniew Brzezinski (El gran tablero mundial, 1997), los estadounidenses tenían en sus manos el 50 por ciento del producto mundial bruto, sus marines surcaban los mares, siendo desde entonces dueños únicos de ese inmenso espacio vital, pronto se metieron a la bolsa a los viejos imperialistas europeos, pagando los planes de recuperación económica de la posguerra que se implementaron en Europa.
Pero tenían un competidor importante, que dominaba la mayor parte de Eurasia, la poderosa alianza estratégica sino-soviética que acordaron simultáneamente los gobiernos de Josef Stalin y Mao Zedong. Los gobiernos estadounidenses animaron políticas de desestabilización sobre el inmenso espacio euroasiático. Con el objetivo de destruir a esa potencia comunista bicéfala, abrieron frentes de verdadera conquista territorial e ideológica en Indochina, Corea, el Golfo Pérsico y Afganistán. Asimismo, por el occidente europeo fue constituida la alianza militar de la OTAN para amenazar directamente a los soviéticos.
La riqueza y la propaganda abrumadora desplegada por la potencia americana hicieron posible que su tecnología, su modo de vida y su sistema político “democrático” se impusieran en todo el planeta como paradigmas de la civilización y el desarrollo. Finalmente, la conquista total de Europa y Asia se agilizó en el momento en que Nikita Jrushchov ascendió al poder, porque desapareció la alianza comunista, y se consumó en 1991, cuando Mijaíl Gorbachov entregó su país al presidente George H. W. Bush. Estos eventos permitieron que Francis Fukuyama anunciara el triunfo del imperio como el “fin de la historia” y que desde el fin del Siglo XX, EE. UU. haya gozado de placeres imperiales, destruyendo impunemente o apropiándose de las economías rebeldes a cañonazos de “democracia”. Esto pasó en Yugoslavia, Irak, el Golfo Pérsico, Afganistán, Libia, Siria, etc.
No obstante, hoy vemos que la historia no ha terminado. La nueva alianza sino-rusa está oponiéndose con vigor al dominio estadounidense. Esta unión antiimperialista es mucho más fuerte que aquella de Mao y Stalin: por un lado, ambos países son potencias nucleares equiparables a EE. UU.; por otro lado, China se está coronando cada vez más como la primera potencia económica y Rusia cuenta con el territorio más grande y con más recursos naturales del mundo. No estamos, pues, ante dos competidores débiles o indefensos sino ante una propuesta real y contundente para acabar de una vez con la prepotencia del imperio.
Los norteamericanos están cegados ante esta realidad que los hunde progresivamente. Sin aceptar que ha llegado su hora, vuelven a aplicar en su política aquellas medidas que les fueron de utilidad en la Guerra Fría: desestabilizan Eurasia con una guerra ideológica intensa; quieren someter a China y Rusia en los campos de batalla y desean asegurar definitivamente su poder. Ucrania y Taiwán son precisamente los frentes que sirven como plataformas para esos principios agresivos, desenterrados del viejo Siglo XX. Pero el problema para el imperio consiste, acaso, en la dificultad que aparece entre el hecho de forzar métodos desactualizados para enfrentar circunstancias absolutamente nuevas. Hasta el momento, ni Rusia ni China se muestran dispuestos a doblegarse, consolidan sus acuerdos y proponen a la humanidad un mundo multipolar. Esta propuesta encuentra cada vez más oídos dispuestos a deshacerse del imperio y el asunto sino-ruso está sobrepasando las capacidades de sometimiento a la americana.
Ante el avance de las negociaciones para el acuerdo de neutralidad y el estatus no nuclear de Ucrania, el Ministerio tomó la decisión de disminuir cardinalmente la intensidad de la operación militar en las áreas de Kiev y Chernígov.
Las nuevas normas para juegos online se producen en el marco de una amplia ofensiva de Pekín contra los gigantes tecnológicos chinos.
Entre los seis huevos, uno se encontró completamente intacto, con una longitud de poco más de 2.5 centímetros.
"Extremistas", así calificó un tribunal de Moscú las actividades de las redes sociales Instagram y Facebook, ya que "contienen llamados a cometer actos violentos contra ciudadanos de Rusia, incluido contra el personal militar".
Rusia condenó el ataque con armas de fuego ocurrido este jueves en la Embajada de Cuba en Washington.
21 economías mundiales participan en APEC
El actual atentado terrorista revela el papel criminal del "Occidente colectivo", encabezado por EE.UU., que sigue abasteciendo armas letales al régimen fascista en Ucrania.
¿Cómo es el periodismo en China? Un acercamiento desde la mirada de la Asociación de Periodistas de China y al legado de Fan Changjiang.
Argelia ha sido uno de los principales socios de Rusia desde el inicio de la operación especial rusa de desmilitarización y desnazificación de Ucrania para defender las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk.
Las embajadas rusas en el extranjero se enfrentan a ataques cibernéticos sin precedentes, declaró la portavoz del Ministerio de Exteriores ruso, María Zajárova, a la cadena televisiva Rossiya 24.
Rusia, junto a China y otros países, está construyendo un mundo multipolar, equilibrado y desarrollado mediante el diálogo, la buena voluntad y la colaboración de los países.
"En una generación consumiremos el doble que hoy y en 25 años habremos consumido tanto como en toda la historia del ser humano", expresó Alicia Valero, titular en el Departamento de Ingeniería Mecánica de la Universidad de Zaragoza.
Las elecciones presidenciales de Rusia contaron con más de 700 observadores de 106 países en misiones de monitoreo de la Comunidad de Estados Independientes y la Organización de Cooperación de Shanghái.
La OTAN acusa a Moscú de "pretender establecer esferas de influencia y control directo a través de coerción, subversión, agresión y anexión". Asegura, en contraste, que su Alianza "no busca confrontación y no representa amenaza".
En el momento del incidente, en el territorio de la planta se encontraban 32 personas. Según información preliminar, una persona murió y dos resultaron heridas.
Pierde la vida hijo de Jorge Disner, comandante de homicidios CDMX
Congreso exige informe al alcalde de BJ por abusos en operativo
Israel intensifica operativos en Cisjordania tras 'atentado'
Seguridad vial en crisis: urgen financiamiento para reducir accidentes
Castigarán hasta con 9 años en prisión la caza colibríes
Deepseek, el mamífero más grande del reino digital
Escrito por Anaximandro Pérez
Doctor en Historia y Civilizaciones por la École de Hautes Étus en Sciences Sociales (EHESS) de París, Francia.