Cargando, por favor espere...

Mosaico cultural
Sobre el nuevo materialismo
La superación de la que habla Marx no niega por completo lo anteriormente construido por la tradición, sino que lo integra y, en algunos casos, lo supone. Aquí lo explico.


Las llamadas Once tesis sobre Feuerbach constituyen un documento importante para darnos una idea de lo que Marx criticaba a los dos extremos del razonamiento filosófico y, por lo tanto, contribuye a clarificar lo que ahí mismo se anuncia como el nuevo materialismoEl documento se trata de frases que condensan toda una concepción del mundo, según las palabras de Engels, pero que ya no se desarrollaron después, por lo menos no en un libro donde se mostrara el despliegue de las ideas y de los conceptos, como gustaba a la filosofía de antaño. Aun así, es posible rastrear algunas de las ideas que marcaron el pensamiento de Marx en textos posteriores.

El nuevo materialismo que Marx busca es uno que se desprende del avance de las posturas anteriores. En contra de aquellos que plantean una total ruptura con el pensamiento tradicional –hay que decir que en esto Marx también se asemeja a Hegel– la superación de la que habla no niega por completo lo anteriormente construido por la tradición, sino que lo integra y, en algunos casos, lo supone. Del materialismo de Marx podemos decir que su intención es entender el sistema de producción capitalista en su totalidad concreta, delimitando lo que es y cuáles son las contradicciones internas que lo hacen desarrollarse y determinarse como lo conocemos hoy día, o como lo conoció Marx. Pero, ¿por qué es el sistema de producción capitalista el que se tiene que conocer en su totalidad concreta? Porque de su postura materialista se desprende que en las explicaciones de la relación entre el sujeto y el objeto la parte determinante es el objeto, que la realidad que se compone de cosas e ideas, en última instancia, está determinada por el medio material que las unifica en determinado sistema total-concreto.

El ser social es lo que determina a la conciencia social. Pero dentro de todas las manifestaciones materiales que determinan la vida del ser humano hay una que llama poderosamente la atención de Marx: la economía. El pensador alemán no empieza su interés por la economía solamente subsanando una curiosidad más, para él es fundamental entender qué es lo que determina la “esencia” del ser humano, aquello que hace que la sociedad se modifique y cambie de forma. La humanidad está determinada por su entorno, y si bien aquélla también transforma el lugar en donde vive entablando una relación dialéctica, el horizonte de posibilidades en el que se desenvuelve la humanidad está determinado por la realidad efectiva, por lo posible, de acuerdo con los medios existentes.

De todas las necesidades humanas hay algunas fundamentales, como comer y protegerse del medio exterior, hostil por naturaleza. En torno a éstas se crean los medios necesarios para que la humanidad pueda sobrevivir, se crea una actividad económica que produce determinadas relaciones sociales, se construye una forma de pensar también determinada, en última instancia, por esa forma de conseguir lo que necesitamos para vivir cada vez de mejor manera. El planteamiento materialista le dice a Marx que ha de buscar en el objeto la explicación de todo el entramado social que quiere transformar; y de entre todas las relaciones materiales es importante para él aquella que se le muestra como la más determinante de todas, es decir, el desarrollo de la economía de una sociedad.

Por lo anterior, el estudio y crítica de la economía política como ciencia es una necesidad desde el punto de vista materialista de Marx, aunque el método se asemeja al de la ciencia desarrollada por Hegel, pues solamente estudiando las determinaciones del sistema de producción capitalista podemos entenderlo y transformarlo. Desde las primeras páginas de El capital se muestra la intención de comenzar desde lo abstracto e ir ascendiendo cada vez más a lo concreto en el problema específico llamado “sistema de producción capitalista”.


Escrito por Alan Luna Mojica

Maestro en Filosofía por la UAM.


Notas relacionadas

Con Morena se han incrementado los niveles de inseguridad en todo el país; y todo mundo sabe esto y lo sufre de una u otra manera.

El sistema capitalista se sustenta en el robo constante y cada vez más amplio y despiadado de tiempo de trabajo no pagado.

La inhumanidad, la perfidia, el odio y la maldad de un hombre no son nunca suficientes para imponerse a la lógica económica y política de la que forma parte.

La explotación capitalista, si bien mantiene la esencia de toda sujeción de clase, se caracteriza por una forma específica y encubierta, que la distingue de los modos de producción anteriores.

Los organismos genéticamente modificados (OGM), también conocidos como transgénicos, son aquellos organismos (bacterias, hongos, plantas o animales) cuyo genoma se ha modificado de forma artificial, es decir, en un laboratorio.

Brittany Mitchell, investigadora, destacó que los resultados podrían transformar los enfoques para tratar la depresión en mujeres.

El Premio Nobel de Física 2025 fue entregado a los científicos Clarke, Devoret y Martinis.

De inmediato inició la agrupación Voz en punto, que presentó una serie de canciones de diferentes estados de nuestra variada cultura mexicana y algunas canciones temáticas en homenaje a Francisco Gabilondo Soler, Cri-Cri.

En un momento histórico determinado, la ideología dominante es la ideología de la clase dominante.

Más allá de esta polémica coyuntural, lo que interesa aquí no es dirimir la veracidad de esas estadísticas, sino poner el dedo en la llaga.

Según el Dr. Scott Bonn, profesor de Sociología y Criminología, a los seres humanos nos gusta saber de asesinatos y criminales con la misma fascinación que nos detenemos a ver un accidente automovilístico en la carretera, incapaces de apartar la mirada.

Hasta la fecha, la Unión se ha configurado como una asociación de integración exitosa, con desarrollados mecanismos institucionales de gobernanza.

León Tolstói escribió La guerra y la paz entre 1863 y 1869. En ella destacó los efectos nocivos de la beligerancia en una sociedad con relativa calma.

El último movimiento estudiantil que representó un hito histórico para el país fue sin duda el de 1968.

No es lo mismo hablar de “marxismo occidental” que de marxismo en Occidente.