Cargando, por favor espere...
La historia de los yugoslavos o “eslavos del sur”, es una de las más interesantes de Europa. Seis pequeños países meridionales de este continente, Eslovenia, Croacia, Serbia, Bosnia y Herzegovina, Montenegro y Macedonia han compartido siglos de historias comunes, de sueños nacionales y de rivalidades asesinas. En la actualidad constituyen un polvorín, donde encontramos posturas contrarias a las voluntades de los imperialistas occidentales, como Serbia, y enclaves como Kosovo, creado y sostenido artificialmente por la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
A decir del historiador Jordi Cumplido (El sueño de Yugoslavia, 2023), los eslavos llegaron a esas tierras en el Siglo VII. Su incursión en el área septentrional de la península de los Balcanes ahuyentó a los pueblos helénicos originarios. Con el paso del tiempo, el Imperio Bizantino los absorbió, si bien desde entonces se distinguieron dos núcleos principales: los croatas y los serbios. Esa integración permitió la adopción del alfabeto cirílico entre esos pueblos, y hacia el Siglo XIV llevó a la creación de una Iglesia ortodoxa serbia.
Después –señala Cumplido–, los pueblos eslavos quedaron bajo el dominio de los turcos. Fueron frontera entre los europeos y el Imperio Otomano, entre el cristianismo y el Islam, hasta el tránsito del Siglo XVIII al XIX. Entonces, los monarcas europeos, austriacos, franceses y rusos pugnaron por la liberación de los Balcanes. Su intervención favoreció, hasta cierto punto, la salida de los eslavos del yugo otomano, pero también condujo a la polarización de sus intereses políticos en torno a los dos núcleos más fuertes: el croata, ahora católico y marcadamente prooccidental, y el serbio, con una tradición cristiana ortodoxa de Oriente. En todo caso, a inicios del Siglo XIX, los eslavos lucharon por su emancipación, notablemente durante el Primer Levantamiento Serbio (1804-1813). Pero el final del dominio turco los condujo al yugo austrohúngaro, que se extendió hasta el Siglo XX.
Bajo esta nueva circunstancia, hubo numerosos proyectos eslavos federalistas o nacionalistas. Algunos tenían un carácter religioso; otros ambicionaban crear estados centralizadores que regularan a todos los yugoslavos. En esa efervescencia identitaria destacó, sin duda, el Paneslavismo de medio siglo. En el marco de las revoluciones de 1848, los eslavos del centro y el Este de Europa se reunieron con sus hermanos del Sur en el Congreso Paneslavo de Praga. Congregados, los diputados defendían la hermandad de esos pueblos y, contra el imperialismo austriaco, proponían un federalismo eslavo. Sin embargo, como bien recuperó Federico Engels en su momento (en Revolución y contrarrevolución en Alemania), esa reunión no hermanó a nadie. Más bien apartó su lucha de los trabajadores rebeldes de Austria-Hungría y facilitó el juego de los zares (otros eslavos, pero imperialistas) en la península balcánica.
No obstante, tales experiencias facilitaron que grupos interesados en la liberación eslava viraran paulatinamente hacia el socialismo y el marxismo. Estas ideologías se impregnaron fuertemente en la población y cohesionaron las luchas yugoslavas del Siglo XX. El final de la Primera Guerra Mundial, la caída de los austriacos y el triunfo de la Revolución Rusa arrojaron dos resultados importantes en ese sentido: por un lado, una Yugoslavia unificada (1918); por otro lado, un Partido Comunista de Yugoslavia (1919). Éste adquirió mucha fuerza y respeto entre los pueblos. De hecho, durante la Segunda Guerra Mundial fue la única fuerza política capaz de resistir, repeler y derrotar a los fascistas italianos, a los nazis y a los sanguinarios colaboracionistas croatas, en una gloriosa lucha que condujo al nacimiento de una república yugoslava opositora de los imperios occidentales, gobernada por un líder guerrillero comunista (Josip Broz Tito) y encabezada por la Liga Comunista Yugoslava, en la que tenían voz y voto todos los pueblos eslavos del sur.
El experimento funcionó durante un tiempo. Sin embargo, el poder del Estado, concentrado en las manos y el carisma de Tito, no fue suficiente para cumplimentar todas las exigencias de los yugoslavos. Cuando ese líder murió (1980), quedaban sin resolver muchas demandas y, en parte por ello, afloraron sin control las rencillas seculares de serbios y croatas, y desató una sangrienta descomposición fratricida. El país se desintegró entre 1980-1991. Naturalmente, los países de la OTAN aprovecharon la oportunidad, intervinieron directamente y colaboraron en el desmembramiento de ese país, extirpando así el antiimperialismo del seno de Europa.
Actualmente, se ha reducido la enseñanza del deporte a los primeros niveles educativos. Se pretende que la educación sirva a los fines propagandísticos del gobierno de la 4T.
Los métodos de investigación de Kepler, fueron cuestionados por el mismo Galileo Galilei por su misticismo e ideas que mezclaban la ciencia con la religión.
El verdadero futuro de la izquierda mexicana no se lo dará el juego electoral ni las luchas económicas por más que éstas beneficien a las grandes mayorías empobrecidas.
El próximo 21 de enero, el ingeniero Aquiles Córdova impartirá la conferencia "Lenin: Vigencia de su pensamiento a 100 años de su muerte", en el Auditorio Metropolitano de la ciudad de Puebla.
Es sabido que no existe un premio Nobel para matemáticos.
Hoy compartimos una selección de los poemas escritos desde la prisión política por Antonio Guerrero Rodríguez (Miami, 1958), uno de los Cinco Héroes Cubanos acusados de terrorismo y presos injustamente en EE. UU. durante muchos años.
El hallazgo sucedió en mayo de 2022 por el paleontólogo Damien Boschetto, quien observó en el borde de un acantilado derrumbado un hueso expuesto.
Mientras el trabajo matemático tiene reglas, axiomas, y su libertad está en función de estar gobernado por sistemas formales; en el trabajo filosófico...
El libro invoca con frecuencia el índice de oportunidad, el cual plantea que si todos los individuos murieran a la misma edad y tuvieran el mismo número de hijos no habría selección natural porque ésta es propiciada por la mortalidad.
Son historias de viajeros que por motivos de conquista económica, política, religiosa, curiosidad científica o espíritu de aventura visitaron otras regiones del mundo donde hallaron paisajes, edificaciones y grupos humanos diferentes a ellos.
Fourier consideraba que toda función continua puede representarse como una serie infinita de senos y cosenos.
Este libro es la confesión autobiográfica de un joven intelectual que a la edad de 30 años se obstina en buscar en Argentina un vínculo de identidad nacional “nuevo” y distinto al que los migrantes de varios países de Europa.
Dalton subraya en todo momento los conceptos “construcción” y “lucha”.
El Centro Nacional de Investigaciones Científicas (CNRS) francés sostuvo que en plena selva amazónica descubrió una “extensa red de ciudades de dos mil 500 años de antigüedad”.
Wells no quedó impresionado con los razonamientos de Lenin. Al contrario, lo halló menos portentoso de lo que esperaba; y su lastimosa decepción comenzó por su aspecto físico: lo describió como un hombre pequeño...
Jueces y magistrados aún sin validar por falta de requisitos académicos
Por desabasto de medicamentos, anuncian múltiples manifestaciones en el país
Batres revienta sesión de la SCJN y evita votación para deducción fiscal a Pegaso
De cara al Mundial, anuncian renovación de Línea 2 del Metro
Vecinos denuncian abuso de policías que se llevaron a trabajadores tras balacera en Iztapalapa
Omisión y opacidad en informe de México en Ginebra, acusan feministas
Escrito por Anaximandro Pérez
Doctor en Historia y Civilizaciones por la École de Hautes Étus en Sciences Sociales (EHESS) de París, Francia.