Cargando, por favor espere...
El imperialismo capitalista tuvo sus raíces a finales del Siglo XVIII, cuando la estructura económica creaba las condiciones que propiciaron la aparición de esta nueva fase de su desarrollo. Considerar al imperialismo como una expresión puramente política e ideológica imposibilita cualquier análisis objetivo sobre el mismo.
El monopolio es el elemento determinante del imperialismo. Éste debe entenderse como la concentración de cada vez más medios de producción en menos manos al mismo tiempo. Existen varias formas de monopolio, entre las que sobresalen los llamados trust o carteles, que se forman con dos o más empresas que se encargan de dirigir la producción. Muchas veces solo son acuerdos de subordinación con los que pequeñas empresas se entregan a las grandes para sobrevivir.
Vladimir Ilich Ivanov, Lenin, dice al respecto: “La concentración, al llegar a un grado determinado de su desarrollo, puede afirmarse que conduce por sí misma de lleno al monopolio, ya que a unas cuantas decenas de empresas gigantescas les resulta fácil ponerse de acuerdo entre sí y, por otra parte, la competencia, que se hace cada vez más difícil, o sea, la tendencia al monopolio, nacen precisamente de las grandes proporciones de las empresas”.
Lenin pone particular atención en el impacto que las crisis económicas tienen en el desarrollo de los monopolios y el crecimiento del imperialismo. Las crisis provocan que las pequeñas empresas que no pueden resistir el embate de los grandes monopolios, sean “expulsadas” de la competencia o, en el mejor de los casos, absorbidas por éstos. Una de las herramientas fundamentales para la creación de los grandes carteles o trust son los bancos.
La banca desarrolla un vínculo indisoluble con la industria. El mercado ya no se rige por los requerimientos de la producción, que pasa a segundo término; en su lugar se imponen las prioridades del capital financiero, que paulatinamente permea toda la esfera social, controlando la política y el Estado.
En estas circunstancias es cuando debe observarse la aparición de los grandes imperios. Los principales bancos ahora tienen en su poder el capital monetario, son los encargados de trasladarlo e invertirlo en los países controlados directa o indirectamente por las grandes potencias. El avasallamiento de los emporios financieros se centra en los países subdesarrollados. La conquista y control de sus riquezas y mercados se vuelve “la manzana de la discordia” entre los grandes imperios.
El reparto del mundo entre los grandes grupos capitalistas se genera en relación proporcional a su fuerza. La forma en que lo consiguen es indistinta para el imperialismo; puede ser pacífica o belicosa, pero siempre hallan la manera de introducir sus capitales en los países cuyos Estados no tienen fuerza para resistir. Lógicamente, la estrategia más conveniente para esta fase superior del capitalismo es el control político que el gran capital busca en estas naciones para doblegar su independencia y someterlas a sus intereses.
El nacionalismo recalcitrante que caracterizó las primeras décadas del Siglo XX fue una manifestación de esta nueva condición en el sistema. El fascismo y el nazismo aparecieron en el escenario de la historia como la nueva fase de los intereses monopólicos y del desarrollo imperialista.
“El fascismo presentaba algunas importantes ventajas para el capital que no tenían otros regímenes. En primer lugar, eliminó o venció a la revolución social izquierdista y pareció convertirse en el principal bastión contra ella. En segundo lugar, suprimió los sindicatos obreros y otros elementos que limitaban los derechos de la patronal en su relación con la fuerza de trabajo… en tercer lugar, la destrucción de los movimientos obreros contribuyó a garantizar a los capitalistas una respuesta muy favorable a la Gran Depresión”. (Hobsbawm)
Una característica esencial de esta nueva faceta del capitalismo es que tiende a eliminar a todos los competidores. No puede permitir la aparición de fuerzas que rivalicen con la suya. La Primera y la Segunda Guerras mundiales fueron pugnas imperialistas por la repartición del mundo. Se enfrentaron los grandes monopolios de las más importantes potencias y, con sus resultados, se consolidó la nueva hegemonía que regiría el orbe.
El imperialismo ha mudado de ropa. Ya no es el Imperio Británico, como observaba Hobson, ni el imperio alemán en el que Lenin y Hilferding centraron sus análisis. Ahora Estados Unidos lleva la voz cantante de la política económica y el imperialismo no tiene patria. Ante todo privará el principio básico de acumulación del capital, que representa el motor único de este periodo capitalista. Acumulación que, sin embargo, se concentra cada vez en menos manos, despojando a las grandes mayorías de las condiciones necesarias para garantizar la sobrevivencia.
El levantamiento de la declaratoria se da en el marco de la aprobación del PEF 2024, en el que no se destinan recursos para reconstruir Acapulco.
Destacaron amigos y familiares como José Ramiro López Obrador, hermano del presidente y Jorge Gómez Naredo, director del medio afín a la Cuarta Transformación "Polemón".
Ahora, en tiempos de la pandemia y de las vacunas para detenerla, se hace presente la injusta distribución de la riqueza que priva en el mundo y, por tanto, la injusta distribución de la salud. Urge una sociedad más justa.
“Pero el antecedente aquí esta, el peligro es latente. Los derechos políticos de la ciudadanía pueden estar en riesgo ante decisiones políticas arbitrarias" de este gobierno.
La opción de los negocios como forma de sustentar la lucha revolucionaria es una innovación de Antorcha entre los movimientos populares del mundo, pues sabíamos que depender del gobierno o de particulares nos sometería a compromisos.
La SEP previamente anunció que habrá un periodo extraordinario de recuperación, cuyo objetivo es atender rezagos e insuficiencias en el aprendizaje.
El mensaje del Segundo Informe del presidente López Obrador fue una extensión de sus conferencias matutinas y, por lo mismo, fue armado con declaraciones optimistas y reiterativas.
Morena alista una iniciativa para modificar la Ley que busca desterrar a calificadoras que evalúen mal a México
Probablemente, la causa más importante de estos funestos resultados que hoy enlutan al pueblo mexicano es la incapacidad de los funcionarios de gobierno designados para estar al frente del sistema de salud.
La 4T quiere que convaliden y pasen por alto los pobres a los que se les ofrecen migajas con tarjetita.
Durante el año pasado, las instituciones con mayor recepción de usuarios fueron el IMSS (38 por ciento) y la Secretaría de Salud (25 por ciento).
Hay un elemento que AMLO no quiere tocar: la urgente necesidad de emprender una reforma fiscal progresiva.
La sustitución de la estatua en Paseo de la Reforma, de Cristóbal Colon por una que representará a las mujeres indígenas, debería ir acompañadas de acciones.
El "Viernes Negro", Morena aprovechó la ausencia de la oposición para autorizar 20 iniciativas sin tomar en cuenta dictámenes, debates o consultas.
Voces han criticado la medida respecto a la entrega de programas sociales, al asegurar que el presidente los utiliza para fines electorales.
Un gobierno sin política agropecuaria
Trump confirma que sí impondrá aranceles del 25% a productos mexicanos
UNAM prepara asesorías para migrantes en EE. UU. tras llegada de Trump
México presente en Foro Económico Mundial de Davos 2025
Desplazados de San Pedro El Alto, entre una crisis humanitaria y el desdén del gobernador
¡Arancel Vs Arancel! Trudeau promete contramedidas
Escrito por Abentofail Pérez Orona
Licenciado en Historia y maestro en Filosofía por la UNAM. Doctorando en Filosofía Política por la Universidad Autónoma de Barcelona (España).