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Dios creó a los números es el titulo de una de las obras más importantes del gran científico y divulgador Stephen Hawking. Es muy probable que el título sea una síntesis de una afirmación del Siglo XIX realizada por el matemático alemán Leopold Kronecker, que decía “Dios hizo los números enteros; el resto es obra del hombre”.
Kronecker defendía que la aritmética y el análisis deberían estar fundados en los números enteros, prescindiendo de los números irracionales e imaginarios. Su mente finitista lo convirtió en un precursor del intuicionismo.
Stephen Hawking no era un matemático en estricto rigor, pero conocía mucha matemática que utilizó con gran destreza en sus investigaciones. Fue capaz de seleccionar 31 logros fundamentales del pensamiento matemático, desde Euclides hasta los números transfinitos, además de la biografía de 17 grandes matemáticos, con un análisis del significado conceptual de sus investigaciones. Todo ello se encuentra en un solo libro que Hawking tituló Dios creó a los números y que constituye uno de los grandes aportes en el estudio de la Historia de la Matemática.
Por primera vez se ponen a disposición traducciones al español de obras históricas de la mayor relevancia, como Elementos (libros I, V, VII, IX y X), de Euclides. Las obras de Arquímedes: Sobre la esfera y el cilindro (selección), Medida del círculo (proposiciones 1 a 3), El arenario, Método sobre teoremas mecánicos, dedicado a Eratóstenes. Los libros II, III y V de la Aritmética de Diofanto. La Geometría, de René Descartes. Principia, de Isaac Newton. Ensayo filosófico sobre las probabilidades, De los métodos analíticos del cálculo de probabilidades, de Pierre Simon Laplace. El capítulo III de la Teoría analítica del calor, de Joseph Fourier. Secciones III y IV de las Disquisiones aritméticas, de Carl Gauss. Cálculo diferencial (tercera y cuarta lección), Cálculo integral (lecciones 21, 22, 23 y 24), de Agustín Cauchy. Investigación sobre las leyes del pensamiento, de George Boole. Sobre la representatividad de una función mediante una serie trigonométrica (selección), Sobre las hipótesis en que se funda la geometría, Sobre el número de primos menores que una cantidad dada, de Bernhard Riemann. Una teoría de funciones (selección), de Karl Weierstrass. ¿Qué son y para qué sirven los números? (selección), de Richard Dedekind. Fundamentos de la teoría de los números transfinitos (selección), de George Cantor. Integral, longitud y área (selección), de Henri Lebesgue. Sobre sentencias formalmente indecidibles, de Principia Mathematica y sistemas afines (selección), de Kurt Gödel. Sobre números computables, con una aplicación al entscheidungsproblem, de Alan Turing,
Si bien es cierto que existen otras obras centrales en la Historia de la Matemática, con otros resultados matemáticos que no han sido considerados (para que no aumente el volumen del libro), los que están en el libro Dios creó a los números son centrales, y bien seleccionados. Cualquier persona que quiera adentrarse al pensamiento matemático histórico, debe estudiar libros de Historia de la Matemática desarrollados por matemáticos, pero también el libro Dios creó a los números, de Stephen Hawking, una exquisita opción, donde encontrará la biografía y el pensamiento matemático relevante en el desarrollo de la disciplina. Muchas veces los libros de Historia de la Matemática, se centran en la biografía y un desarrollo matemático adaptado a la matemática actual; sin embargo, ver directamente los textos originales, escritos por los matemáticos que han hecho la historia de la matemática, no sólo es presenciar la admirable obra matemática en su génesis, sino también acceder a un conocimiento más profundo para entender, interiorizar y admirar este gran constructo humano, quizás el más grande de todas las invenciones humanas.
Para saber matemática no se necesita ser un poeta, como decía Karl Weiertrass (lo dijo en un contexto distinto a lo que mucha gente cree), sino ser un estudioso de su historia, de sus ideas intrínsecas y de su filosofía. Si se contribuye al conocimiento matemático (investigación) desde esta mirada, con seguridad se estará haciendo un verdadero aporte que trascienda los ámbitos académicos.
Paul Erdós colaboró con tantos matemáticos que dio origen al famoso “número de Erdós”.
La recta geométrica como objeto matemático tiene una naturaleza distinta a los números.
El cerebro no aprende matemática si no se enfrenta a algo difícil, o por lo menos desafiante, que rete su imaginación y saque todo su potencial.
Es considerado el más prolífico de los matemáticos; su nombre figura en fórmulas, teoremas, números, integrales y constantes en distintas ramas de la matemática.
La matemática es un producto cultural.
En la ruleta los resultados son equiprobables, no hay predilección por ningún número o color.
Esta medalla tiene la imagen del matemático griego Arquímedes y una inscripción que dice “Trascenderse a uno mismo y dominar el mundo”.
El alejamiento de Alexander Grothendieck del mundo académico empezó en 1973, cuando decidió abandonar París y se estableció en un pequeño pueblo (Villecun) de Montpellier.
Toda investigación no es necesariamente científica, a veces se confunde con investigación tecnológica, o peor, con informes técnicos. Aclararemos estas confusiones en este artículo.
Los modos del pensamiento matemático influyen en su hacer, el Siglo XX ha sido testigo de al menos dos formas de este hacer, con marcada influencia ideológica.
Harald Helfgott saltó a la fama mundial en 2012 cuando presentó a la comunidad matemática la demostración de la conjetura débil de Goldbach.
A Pitágoras se le atribuye la idea conceptual de “primo”.
La personalidad de Gottfried Leibniz, lo convertía en un brillante diplomático.
El primer libro escrito por el profesor Baldor, fue su Álgebra, publicada en 1941, adoptado como texto oficial en Cuba.
Ninguno de estos libros me parece copia o similares a los libros estándar.
Escrito por Dr. Esptiben Rojas Bernilla
Colaborador