Cargando, por favor espere...

Sophus Lie y su teoría de transformaciones continuas
Matemático universal, capaz de conectar las ecuaciones diferenciales y el álgebra abstracta.
Cargando...

Sophus Lie fue un matemático noruego; nació el 17 de diciembre de 1842, pasó a la historia por la invención de la Teoría de Transformaciones continuas que luego fueron trabajadas por Félix Klein para caracterizar a las geometrías existentes en su época. Lie obtuvo su doctorado en la Universidad de Christiania de Oslo en 1871, con la tesis titulada Sobre una clase de transformaciones geométricas, desarrollando las primeras ideas del grupo de transformaciones continuas que hoy día se llama grupos de Lie, y que genera un álgebra denominada álgebra de Lie. Es una hermosa conexión entre los campos vectoriales (generadores infinitesimales) y una versión linealizada de una cierta estructura de grupo que se establece a través de una operación corchete o conmutador. Esta genial idea demuestra que fue un matemático universal, capaz de conectar las ecuaciones diferenciales y el álgebra abstracta.

Sophus Lie conoció a Félix Klein en 1869, en Berlín, quedó impresionado por su trabajo matemático, y ambos comenzaron una amistad que terminó años después. En principio les interesaban los mismos temas matemáticos, lo que resultó en 1871 en la publicación conjunta del artículo Acerca de esas curvas uniformes que pasan por un sistema cerrado de infinitas transformaciones lineales intercambiables, que permitió reinterpretar la noción de grupo de permutaciones, en términos de grupos de transformación, conectándolo con la geometría. El estudio de los grupos continuos de transformación condujo a su aplicación, a la integración de las Ecuaciones en Derivadas Parciales.

En 1874, Sophus Lie se casó con Anna Sophie Birch, cuya madre era prima hermana del matemático noruego Niels Abel. Del matrimonio nacieron dos hijas, Marie (1877) y Dagny (1880), y un hijo Herman (1884).

Las características personales de Sophus Lie eran muy especiales: era grande, corpulento, con una voz atemorizante; lo apodaban el gran gigante germánico. Aunque era noruego, no alemán. Sufría de depresiones y estados anímicos alterados que lo obligaron en 1890 a internarse en un hospital psiquiátrico durante siete meses.

En 1886, Sophus Lie se convirtió en profesor en la Universidad de Leipzig, reemplazando a Félix Klein, quien aceptó un puesto en la Universidad de Gotinga. Sophus Lie, escribió el tratado más importante de su carrera, titulado Teoría de grupos de transformación, publicado en Leipzig en tres volúmenes desde 1888 hasta 1893. En este trabajo inició una crítica dura hacia Félix Klein; consideraba que la relevancia que tenía el Programa Erlangen se debía a su trabajo de grupos de transformación y no al de Klein; se sintió poco reconocido, comenzando una enemistad que nunca se superó. Llegó a decir de Félix Klein: no soy discípulo de Klein y tampoco es cierto lo contrario, aunque quizás esto último esté más cerca a la verdad.

En 1897, la Sociedad Físico-Matemática de Kazán (Rusia), le otorgó el Premio Lobashevski, en reconocimiento de su trabajo sobre transformaciones continuas, que formaron parte del Programa Erlanger. 

Después de eso, volvió a su puesto en Leipzig, pero con los años su anemia se agudizó hasta el punto en que decidió regresar a Noruega. En mayo de 1898 presentó su renuncia, fue a ocupar la cátedra de Teoría de Grupos creada para él, en la Universidad de Oslo. Regresó muy enfermo, su salud empeoró, muriendo mientras dormía, el 18 de febrero de 1899, fue enterrado seis días después en el cementerio de Nuestro Salvador, dejando una obra impresionante –aunque muy poco valorada– comparada con las publicaciones de Leonard Euler y Karl Gauss. Hoy, su trabajo matemático juega un papel muy importante en mecánica cuántica, teoría de la relatividad, la estructura interna del átomo y otras áreas aplicadas.


Escrito por Dr. Esptiben Rojas Bernilla

Colaborador


Notas relacionadas

Dios creó a los números es el titulo de una de las obras más importantes del gran científico y divulgador Stephen Hawking.

La teoría de la medida es una parte de la matemática contemporánea.

El número más famoso en la matemática es el llamado pi, denotado por π.

Los objetos matemáticos, como constructos, se conciben en la mente humana; para ello se debe tener una idea precisa para formalizarlos y que luego emerjan sus propiedades.

El Siglo XXI es de la comunicación matemática, espero que en el futuro se sumen una mayor cantidad de divulgadores y difusores del conocimiento matemático, así la contribución para nuestra sociedad será enorme, entre sus muchos beneficios, porque mejorará la educación ciudadana.

A Pitágoras se le atribuye la idea conceptual de “primo”.

No vamos a juzgar la vida privada de este gran científico, la reflexión es aprender a separar los logros científicos de una persona y sus debilidades humanas.

Ninguno de estos libros me parece copia o similares a los libros estándar.

El primer libro escrito por el profesor Baldor, fue su Álgebra, publicada en 1941, adoptado como texto oficial en Cuba.

La recta geométrica como objeto matemático tiene una naturaleza distinta a los números.

El tránsito hacia una matemática filosófica exige iniciar una quinta revolución matemática; para ello, el estudio de la historia desde el hacer de un matemático es fundamental.

Desde el inicio de la cuarta revolución matemática, en las primeras décadas del Siglo XX, el formalismo hilbertiano ha caracterizado el trabajo matemático hasta el día de hoy. Este paradigma histórico del formalismo se caracteriza por...

La idea de aprender sin esfuerzo hace que el conocimiento adquirido en los menores sea volátil, superficial, en desmedro de su capacidad intelectual; y preocupa que cada año el nivel académico e intelectual de niños y jóvenes está decayendo a sitios alarmantes.

Cada 14 de marzo se celebra el a la Matemática. Esta fecha fue elegida en virtud de que hace alusión a 3.14, que es el valor aproximado del enigmático número Pi (π).

Albert Einstein es el físico más importante del Siglo XX, sus ideas profundas han revolucionado las bases de la física newtoniana, dejando estupefactos a los grandes físicos de su época.