Cargando, por favor espere...

Tribuna Poética
Los mártires de la Independencia, de Pedro Ildefonso Pérez Ferrer
José Esquivel Pren ubica dentro de los primeros poetas románticos que alcanzaran cierta fama a mediados del Siglo XIX.


En su extensa obra Historia de la literatura en Yucatán, José Esquivel Pren ubica dentro de los primeros poetas románticos que alcanzaran cierta fama a mediados del Siglo XIX, a Pedro Ildefonso Pérez Ferrer (23 de enero de 1826 – 21 de febrero de 1869); la muerte prematura de sus padres lo obligó a tomar un empleo en el ramo administrativo para contribuir al sostenimiento de su familia, hecho que retrasó el desarrollo de su vocación literaria. El Registro Yucateco publicaría sus primeros poemasque también circularon entre sus amigos y conocidos en un periódico manuscrito por él mismo. Ferviente admirador del español José Zorrilla y gran declamador, Pérez Ferrer participó, a los 23 años, en la fundación de la Academia de Ciencias y Literatura, en cuyas sesiones públicas los miembros leían sus obras en verso o prosa.

Extenso poema épico-lírico formado por 240 versos endecasílabos agrupados en 30 octavas reales, Los mártires de la Independencia es la composición más famosa del Poeta Pérez, como desde el principio lo llamaron sus paisanos; este “admirable poema” como lo cataloga Esquivel Pren, envuelve en una forma elegante y bella una denuncia social “impreca dolorosamente y fustiga, sacudido y leso en sus entrañas, por la reciente mutilación de nuestro territorio, concluida la para el invasor vergonzosa y para algunos malos mexicanos oprobiosa, guerra de 1847. Admirable poema que, con justa razón, arrebató de entusiasmo a sus oyentes, pasó nuestras fronteras y consagró a Pérez Ferrer como uno de los más altos poetas yucatecos de su época. Él sólo bastaría para darle la inmortalidad, si sus acentos fueran propios y no bebidos en la forma poética de Zorrilla”.

A falta de espacio para publicar en su totalidad esta famosa composición, transcribimos sólo unas cuantas estrofas de la misma. El poema completo puede consultarse en la sección Columnas/Tribuna Poética, en nuestro portal electrónico: www.buzos.com.mx.

¡Sombras ilustres! Si mi voz amiga

llega a escucharse en vuestra tumba helada,

si en su bóveda inmensa, arrebatada

vibra un instante y se divaga al fin:

Alzáos del polvo en que dormís tranquilas,

soñando acaso en vuestra antigua gloria;

alzáos del polvo a repasar la historia

de la que ínclita fue, patria infeliz.

Así comienza Pérez Ferrer, invocando a los fantasmas de los héroes de la Independencia de México, evocando sus pasadas glorias. Este recurso, tan socorrido en la etapa en que escribiera sus versos el yucateco, es signo distintivo del romanticismo, en el que puede inscribirse su obra.

¡Triunfo de un pueblo! Redención de un mundo

que, del cielo y la tierra abandonado,

arrastrara tres siglos degradado

la áspera argolla y la cadena al pie;

pueblo gigante que al alzarse ufano,

soberano, feliz, independiente,

jurara al orbe y a su inmensa gente

paz inviolable y amistosa fe.

¡Triunfo divino! ¡Libertad de un pueblo!

Lucha en que vieran su altivez domada

los que soñaron a su carro atada

la patria de sus hijos arrastrar;

pueblo que en pos de desastrosas lides

se elevara al nivel de otras naciones

ofreciendo a la par que altas lecciones,

modelos de heroísmo que admirar.

El fervor patrio y la remembranza de la heroica gesta independentista deja una sensación de triunfo colectivo; no son los caudillos individuales quienes ocupan el papel preponderante, sino un anónimo conjunto de héroes populares. Y por eso, la denuncia ante el envilecimiento de los altos ideales independentistas, la pérdida del territorio y el sometimiento a los designios de una nación extranjera desemboca en el llamado a los mejores hijos de la patria a dejar la indiferencia y retomar los elevados ideales del pasado.

Mas ¡ay! ¿qué se hizo la nación que un día

se colocara en situación tan bella?

¿Dónde está el astro y la benigna estrella

que por regirla hasta al cenit subió?

¿Por qué el águila audaz de un hemisferio

que al Sol tendiera las robustas alas,

rota la pompa de sus regias galas

ha venido a estrellarse en un rincón? 

¿Qué es de la altiva y poderosa dueña

que llamóse de un mundo la señora?

¿Por qué humillada y abatida ahora

es de cualquiera el patrimonio ya?

¿Dónde está el brazo de los cien patricios

que días de gloria y esplendor le dieron?

Sus timbres y sus armas ¿qué se hicieron?

Su altivez y valor ¿en dónde están? 


Escrito por Tania Zapata Ortega

Correctora de estilo y editora.


Notas relacionadas

La clausura busca reparar el daño en la zona y asegurar el desmantelamiento del sitio.

Nació en la aldea Innu en Canadá como parte de la comunidad nativa Ekuanitshit (cuida el lugar de donde eres), en 1966.

Entre las comunidades afectadas se encuentran Chocholá, Kopomá, Kinchil, Maxcanú, Santa Teresa, Paraíso, Santa María Chi y San Fernando, entre otras.

Es un poeta, dramaturgo y novelista nacido en Marsden, West Yorkshire, Reino Unido, el 26 de mayo de 1963.

Los docentes exigen mejores condiciones laborales, de lo contrario realizarán el paro de actividades el 4 de septiembre.

Nació el 24 de marzo de 1834 en Walthamstow, Reino Unido.

No es un hecho aislado, ya que, en abril de 2024, una falla en el sistema de cambio de vías provocó un descarrilamiento en el municipio de Tixkokob.

El nueve de enero, a los 89 años, finalizaba para siempre el exilio del poeta y escritor uruguayo-mexicano Saúl Ibargoyen.

Escritor, ensayista y poeta romántico inglés, fue miembro de la escuela Cockney formada por la segunda generación de poetas románticos ingleses.

La población de la tortuga Carey ha disminuido en un 80 por ciento, por diversas causas, entre las que se encuentra la pérdida de su hábitat.

A pesar de que nunca fue a la universidad, porque su familia no lo consideraba “apropiado”, fue una estudiante autodidacta y apasionada.

Sus primeros libros de poemas, como Un paseo por la tarde y Apuntes descriptivos (1793), apenas le dieron fama y ningún dinero.

Escritora y poetisa modernista estadounidense, nació el 15 de noviembre de 1887 en el estado de Misuri.

No es la de Rubén Darío una poesía destinada a las masas, como él mismo reconoce en el Prefacio a Cantos de vida y esperanza (1905), cuando afirma “no soy un poeta de muchedumbres”.

Es una de las figuras literarias más fascinantes y controvertidas del Siglo XX, encarnando el espíritu rebelde de la era del jazz.