Cuenta Mason Currey en Rituales cotidianos que el psicólogo William James afirmaba que los hábitos crean el orden necesario para avanzar hacia campos de acción realmente interesantes.
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Prácticamente, el filme discurre en escenas mayoritariamente eróticas. Subliminalmente, la historia de Halina Reijin nos indica que la decisión de Romy significa una “liberación”; es el deseo intenso de expresar una sexualidad ilimitada. Pude intercambiar algún punto de vista con un compañero que también vio este filme y coincidí con él en que la idea de la realizadora es presentarnos esta historia como algo necesario –como si se “masculinizara” la posición de la protagonista–; como sostiene el feminismo radical, si los hombres pueden engañar a las mujeres y ejercen su sexualidad sin ninguna taxativa, entonces las mujeres pueden hacerlo también sin impedimento de ninguna especie. Romy confiesa a Jacob su infidelidad en alguna ocasión; y Jacob encuentra a su esposa en compañía de Samuel.
La violencia se desata; pero –de forma “civilizada”–, después de un pleito, “las aguas vuelven a su nivel”. El final de Babygirl entra en esa idea moderna y civilizada de que los conflictos en la pareja se solucionan con gran facilidad y felicidad para quien ha traicionado o quien ha sido traicionado. Pero las dudas saltan inmediatamente en mentes perspicaces; ¿así se resuelven la mayoría de los conflictos conyugales producidos por adulterio? ¿Qué ocurre cuando estos conflictos derivan en divorcio? ¿Acaso, en las parejas, la traición queda, en la mayoría de los casos como peccata minuta, que se resuelve con mucha facilidad?
Halina Reijin es una realizadora que pretende presentarnos una versión edulcorada del conflicto marital, derivado del adulterio. Para Reijin, ésta es una posición de la llamada tendencia “progresista” (“progre”, ahora se denomina).
Pero ese progresismo de “izquierda” es la manoseada tendencia de los partidos que renunciaron hace mucho a lucha por el socialismo, y se adaptaron a la lucha que es posible dentro de los marcos del orden social capitalista; ser “progre” actualmente es aceptar todas las patrañas sobre las ideologías que dividen a la sociedad artificialmente, el “feminismo” radical, que pretende enfrentar a las mujeres contra los hombres.
No se trata, por tanto, de crear enfrentamientos artificiales (y artificiosos) entre los géneros masculino y femenino, o de crear la lucha entre los veganos y los consumidores de carne, la lucha entre los que defienden las corridas de toros y quienes las rechazan y piden su prohibición, la lucha entre los que rechazan el maltrato a los animales y quienes lo toleran, y así hasta el infinito; pues como han afirmado importantes lideres partidarios del mundo multipolar: esas divisiones son parte de la estrategia del imperialismo para crear artificialmente división interna en la sociedad.
Hace décadas que la llamada “izquierda” de los países de Occidente abandonó la lucha de clases, que es el verdadero “motor de la historia”. Ya para esa “izquierda progre”, no es la lucha de las grandes masas explotadas y oprimidas contra el régimen extractor de plusvalía, fuente del descomunal enriquecimiento de unos cuantos y el empobrecimiento de las mayorías. Ahora la división de la sociedad es otra para esa “izquierda”. Pero, como es parte de las leyes ineluctables que rigen a la sociedad, la historia dará, tarde o temprano, su veredicto.
Cuenta Mason Currey en Rituales cotidianos que el psicólogo William James afirmaba que los hábitos crean el orden necesario para avanzar hacia campos de acción realmente interesantes.
Los boletos para el partido de inauguración de este mundial costará más de un millón de pesos mexicanos.
Al contemplar las sorprendentes construcciones antiguas y modernas, a menudo se olvida el esfuerzo realizado por sus creadores.
Nació el 30 de diciembre de 1865 en Bombay, de la India Británica.
Las 34 puestas en escena que se presentaron durante el evento representan un acto de protesta contra las élites que han privatizado la cultura.
Hablar de política cultural en América Latina implica adentrarse en un terreno donde conviven aspiraciones legítimas, inercias históricas y una estampa institucional inestable y poco eficiente.
La historia de Juana de Arco ha sido tratada en la literatura, en el teatro y el cine; este personaje histórico ha inspirado a escritores y cineastas, dada la trascendencia de las acciones de esta mujer cuando Francia intentaba conformarse como una nación importante.
Nació el 28 de noviembre de 1757, en el barrio de Soho, Londres, Reino Unido.
Para Ambrosía Vázquez, habitante de Tláhuac, su participación “es un orgullo” que Antorcha le dio.
El Premio Nobel de la paz es un premio muy desprestigiado y que sólo ha habido un filósofo progresista que se atrevió a rechazar el galardón: Jean Paul Sartre.
La risa roja es la mueca sangrienta y burlona de la muerte y la guerra es su expresión más grande y contundente.
Fue una figura central en la poesía moderna estadounidense y pionero del movimiento imagista.
El mandatario presumió como otro logro de la organización el “Teatro Aquiles Córdova Morán”, sede del evento.
“El teatro puede sensibilizar dolores de la pobreza”: Homero Aguirre Enríquez, vocero nacional del Movimiento Antorchista.
La historia humana es un palimpsesto de violencia, sometimiento, saqueo y genocidio. Y sobre esa carnicería, siempre se ha elevado un canto.
Concluye 2025 con escuelas cerradas y falta de evaluación
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Escrito por Cousteau
COLUMNISTA