Los pobladores manifestaron su rechazo y acusaron al gobierno de iniciar la obra sin permisos ambientales ni Manifestación de Impacto Ambiental (MIA).
Cargando, por favor espere...
La semana anterior, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) difundió que más de 13 millones de personas salieron de la pobreza, porque bajó de 41.9 a 29.6 por ciento. Este informe dio oportunidad al Gobierno Federal morenista de presumir tales cifras a través de los medios de comunicación como ciertas, como un logro realizado de la noche a la mañana y como un resultado positivo de la estrategia que, desde el gobierno del expresidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), se activó para combatir la pobreza, cuyo eslogan consistió en: “primero los pobres”.
Pero cabe preguntar: ¿cómo salieron de la pobreza 13 millones de mexicanos si la política económica del sexenio anterior fue por demás desastrosa? ¿Qué ha hecho el actual gobierno para superar el quebranto social y económico padecido por la población mexicana desde el final del mandato obradorista?, que además enfrenta las deportaciones masivas de migrantes y la imposición de altos aranceles a las exportaciones del país ordenadas por el presidente estadounidense Donald Trump; ¿De dónde sacó el gobierno que hay menos pobres? ¿Es que las estadísticas del Inegi son utilizadas para que el gobierno mienta descaradamente? ¿El falseo de la información tiene el objetivo básico de preservar el poder de los morenistas?
Éstos pueden argumentar que el salario mínimo ha crecido en 215 por ciento y que la cobertura de los programas asistencialistas es bastante amplia. Sin embargo, debemos recordar que el incremento en la cuota salarial mínima se debió a las exigencias del gobierno estadounidense, que acusa al de México de competir con deslealtad, porque el pago de la mano de obra es miserable y ello propicia que las mercancías elaboradas aquí sean más baratas. Este argumento fue usado por Trump desde su primer mandato y lo esgrimió no por humanismo, sino para balancear la relación comercial entre ambos países.
Pero concediendo que el salario mínimo haya aumentado, debemos destacar que el soporte estructural de la economía mexicana radica en el comercio informal y los pequeños y medianos negocios, en los que el pago de la citada cuota salarial resulta ínfima o nula; aunque hay evidencias de que el gobierno descuidó el cumplimiento íntegro en las empresas formales medianas y grandes, a cuyos trabajadores se les exige mayor productividad y horarios más amplios.
Por el lado de los programas sociales resultaría muy aventurado afirmar que han sacado de la pobreza a la población porque los apoyos son muy limitados y porque su principal objetivo persigue la compra de votos. Nunca un programa social ha sacado a nadie de la pobreza y su aplicación ha resultado insostenible a largo plazo.
La conciencia puede ser manipulada y con ello perpetuar la pobreza. ¿O acaso usted cree que, con el dinero recibido por un adulto mayor, ya salió de la pobreza? ¿O que, con una beca, un estudiante cubre todos los gastos requeridos por una educación de calidad? ¿O que, con un pago mensual, los “jóvenes construyendo el futuro” aseguran un empleo y un salario digno? No, no es a través de los programas sociales como logran estas metas. Pero además las mismas cifras del Gobierno Federal revelan que ahora hay 44.5 millones de mexicanos sin acceso a los servicios de salud pública, cifra equivalente al 34 por ciento de la población total. ¡Y qué decir de los que ni siquiera pueden contar con los medicamentos y que cuando se enferman, deben pagar “un ojo de la cara”!
Y a todo esto debemos sumar que el aparato productivo no está creciendo; que la falta de empleos o salarios decorosos está obligando a muchos mexicanos a migrar a Estados Unidos en busca de las oportunidades que su país les niega; que los ricos de aquí son cada vez más ricos al amparo de los gobiernos de la llamada “Cuarta Transformación”; y que la desigualdad, en lugar de disminuir, se profundiza. Es por todo lo anterior que la reducción de la pobreza es sólo un cuento para párvulos fanatizados.
Los pobladores manifestaron su rechazo y acusaron al gobierno de iniciar la obra sin permisos ambientales ni Manifestación de Impacto Ambiental (MIA).
La movilidad social en México sigue atada al origen familiar: la educación y la inclusión financiera son factores clave para romper el ciclo de la desigualdad.
El pueblo no debe seguir confiando en la Cuarta Transformación, cuyos gobernantes no saben, ni quieren ni pueden ayudar a los más necesitados. Su dolor les es ajeno. El pueblo debe confiar solo en sus propias fuerzas.
Gran revuelo ha provocado en los grupos izquierdistas de Chihuahua el decreto publicado el pasado siete de octubre, que prohíbe el lenguaje inclusivo en el sistema educativo estatal, pese a que durante años aquél ha sido uno de sus principales objetivos de lucha.
La oposición asegura que, con una “trampa”, regresa la retroactividad de la reforma, pues la ley se aplicará a juicios en proceso.
Los gobiernos estatales y el federal no alertaron ni evacuaron a tiempo; comunidades permanecen incomunicadas y 100 mil viviendas resultaron dañadas.
Al informe no asistieron figuras de alto nivel del partido oficialista ni gobernadores, excepto la mexiquense Delfina Gómez.
Los científicos sociales han estudiado las pasiones con detalle y cada uno lo hizo a su manera.
El 49.1 por ciento atribuyó a López Hernández tiene responsabilidad en presuntos vínculos con un grupo criminal.
No ha llegado la “Cuarta Transformación” (4T), prometida el 12 de octubre de 2024 por la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, a los 10 municipios del oriente mexiquense: Chalco, Chicoloapan, Chimalhuacán, Ecatepec, Ixtapaluca, Nezahualcóyotl, La Paz, Texcoco, Tlalnepantla y Valle de Chalco.
Más allá de esta polémica coyuntural, lo que interesa aquí no es dirimir la veracidad de esas estadísticas, sino poner el dedo en la llaga.
La Encuesta Nacional de Consumo de Drogas, Alcohol y Tabaco (ENCDAT-2024) reveló que aproximadamente el 6.4 por ciento de los adolescentes entre 12 y 17 años ha consumido alguna droga ilegal.
Entre los negocios actuales más rentables se encuentran los que producen y comercializan alimentos, ya que éstos satisfacen una de las primeras necesidades humanas.
Las imágenes que circulan en las redes sociales son terribles, apocalípticas… primero se ve una ola de gas y, en un instante, el fuego hace recordar al lector que el infierno se vive en la Tierra.
Los políticos mexicanos se transmutan a conveniencia… ¡vaya, ni los camaleones lo hacen con tanto descaro!
Percepción de inseguridad se refleja en ataques a líderes sociales
Lanzan lodo y corren a alcaldesa morenista de Álamo en Veracruz
¡Prepárate! Aumentan las tarifas de luz en 9 estados a partir de noviembre
Productores de maíz amagan con marcha nacional
Chimalhuacán, entre las 10 ciudades con mayor percepción de inseguridad
Por tenis “pirata”, golpean a estudiante de secundaria de la CDMX
Escrito por Capitán Nemo
COLUMNISTA