Cargando, por favor espere...

La importancia de educar el criterio
Como se ve, el camino de la ciencia nos somete a una práctica difícil y de crítica constante, de revisión de postulados y de abandono de viejas posturas que no se ajusten a la realidad.
Cargando...

Cuando Aristóteles llama a cuentas al pensamiento desarrollado antes que él, nota una deficiencia que intenta subsanar con su trabajo. Menciona que algunos pensadores dicen cosas tan generales que sería injusto clasificar su pensamiento como falso o verdadero, ya que al decir cosas tan poco específicas seguramente algo de verdadero dirán, pues lo que abarca tal o cual afirmación es tanto que será imposible que se diga algo completamente falso. Pero, por otro lado, al ser poco preciso el pensamiento o la idea también se dirá mucha falsedad. De ahí que Aristóteles intente darle más concreción al pensamiento, tratando de analizar de manera más particular los fenómenos para dotarlos de más sentido y ayudar a construir un análisis más científico.

Se puede tomar cualquier acción humana y tratar de aplicar un criterio moral, es decir, tratar de intuir si lo que estoy observando es bueno o malo. Pero la realidad es que no puedo hacer un juicio sin antes indagar más e n las particularidades de la acción. Una misma acción puede ser mala en un sentido y buena en otro. Incluso las acciones que podríamos considerar universalmente buenas o malas necesitan de este análisis.

En un artículo breve llamado ¿Quién piensa abstractamente? Hegel menciona que, aunque se acepte que robar es malo, a un ladrón debe juzgársele tomando en cuenta una serie de particularidades que llenan de determinaciones a dicho acto. El pensamiento abstracto lo juzga como ladrón sin más, pero el pensamiento que quiere equilibrar de manera correcta la dimensión de la acción se pone a investigar otras particularidades. El robo no es igual si se trata, por ejemplo, de alguien que no tiene trabajo, que tenga familia enferma y no cuenta salidas reales para alimentar a su prole. Por lo anterior, Hegel menciona que, aunque parece ser antiintuitivo, el pensamiento educado debe distinguir que lo abstracto es lo que está libre de determinaciones, mientras que lo concreto es aquello que hemos estudiado en todas sus dimensiones. Siendo así, siempre que nos quedemos en un nivel superficial del análisis, aunque podamos decir verdades parciales por decir cosas muy abstractas, vacías de contenido, esto no puede ser un estudio científico. 

Por esto, la filosofía pretende trabajar sobre lo real, analizar el despliegue de los fenómenos que posteriormente se conceptualizan para rescatar una idea rica en contenido. Como estas ideas que han sido extraídas del estudio de la realidad se abstraen de la observación de lo material, son llamadas también abstracciones, pero hay que distinguir entre las abstracciones como lo vacío de contenido y esta nueva abstracción, que es la suma de todas las determinaciones que conforman una cosa, podemos llamarla un universal concreto. En filosofía, las abstracciones del primer tipo pueden ser utilizadas como guía, pero será necesario estudiar cómo esto se despliega en la realidad, para llegar a una abstracción rica en contenido que nos indique de mejor manera cómo funciona cierto fenómeno. A partir de ahí, hay que entablar una relación constante entre la teoría y la práctica para nutrir ambas.

Como se ve, el camino de la ciencia nos somete a una práctica difícil y de crítica constante, de revisión de postulados y de abandono de viejas posturas que no se ajusten a la realidad. Sin embargo, es importante que quienes están interesados en el conocimiento se sumerjan en las aguas profundas de la ciencia. Las grandes decisiones no pueden ser guiadas por abstracciones morales, por ideas universales vacías de contenido. Es necesario educar el criterio para distinguir las verdades parciales, las abstracciones vacías, las unilateralidades, lo racional, lo correcto, lo lógico, lo necesario, etc. Es un trabajo constante y probablemente sin fin, pero que no se puede dejar de lado a riesgo de perder lo ya alcanzado.


Escrito por Alan Luna

Maestro en Filosofía por la UAM.


Notas relacionadas

No fue sólo el huracán “Otis” el que destruyó Acapulco. En todo caso, con su implacable poder natural y su arrolladora fuerza, lo que dejó al descubierto fue el fracaso de la política nacional y la continuidad discursivamente negada de la práctica del neoliberalismo en nuestro país.

La filosofía de Hegel estableció en efecto la idea de la unidad de lo material y lo espiritual, “de su acción recíproca y su devenir solidario”. Desde esta perspectiva, “el hombre es uno solo con la totalidad del ser”.

La ideología cumple un doble objetivo: aliviar la consciencia de los hombres y someterlos a las exigencias de un sistema que requiere de ellos trabajo y obediencia.

Quien quiere cambiar el mundo se somete a un trabajo de doble tipo.

La libertad y el conocimiento son dos de los problemas que la reflexión filosófica ha abordado desde sus orígenes.

Negarse por miedo a la verdad es cobardía, no hacerlo por pereza es apatía, indiferencia y debilidad. Ninguna de estas razones justifica la indolencia.

Estas disquisiciones a las que nos invita Braudel no son sólo un entretenimiento intelectual.

No sólo se trata de contemplar el elemento transformador, sino de transformar conscientemente: se requiere praxis.

El tránsito hacia una matemática filosófica exige iniciar una quinta revolución matemática; para ello, el estudio de la historia desde el hacer de un matemático es fundamental.

Para que nuestros actos sean realmente libres, necesitamos conocer tanto el objeto sobre el que actuamos como la motivación que guía nuestra acción.

Quienes se desenvuelven en el ámbito teórico son marginales en la transformación social si no tienen una fuerza popular con la cual fundirse.

Este sentido común, esta “dialéctica inconsciente" sirve, muchas veces para toda la vida, como guía en cada una de nuestras acciones. Dos errores se cometen, sin embargo, al valorarlo.

Hemos olvidado lo que ha hecho Xavi, hemos olvidado que es el artífice del mejor Barcelona, el mejor jugador, según Pelé, que algo sabría de futbol. Definitivamente nos equivocamos al aceptar la marcha de Xavi.

Las noticias falsas están emergiendo como una industria independiente... y las redes sociales contribuyen a la rápida propagación de mentiras.

La realidad, el mundo en que vivimos, es una suma de cosas diversas. Para poder conocerlo, hay que explorar las distintas partes que lo componen.