Cargando, por favor espere...

El valor de la crítica intelectual
Quienes se desenvuelven en el ámbito teórico son marginales en la transformación social si no tienen una fuerza popular con la cual fundirse.
Cargando...

La crítica teórica o intelectual surgió de una lucha contra el Estado absolutista, según lo demuestra Terry Eagleton en su magistral ensayo La función de la crítica. No obstante, con el correr de los años, terminó convirtiéndose en una serie de repeticiones monótonas confinadas dentro de las instituciones del Estado, “con un puñado de individuos repasando los libros de los demás”. De modo que, lo que en un principio fue una protesta arraigada en la sociedad, llegó a convertirse en un ritual formal que no desafía las normas establecidas. Surge entonces la pregunta: ¿a qué propósito sirve el ejercicio teórico de los intelectuales que critican el modelo económico imperante? ¿Posee una sustancia que pueda penetrar en la sociedad, o son meras especulaciones sin eco alguno? Terry Eagleton plantea esta interrogante en su obra.

La respuesta de Eagleton, crítico cultural marxista, resuena con perspicacia: la crítica intelectual ocupa un rincón marginal en las complejidades de las relaciones sociales contemporáneas, pero puede desvelar su potencial productivo si cuenta con el respaldo de las masas populares. En este planteamiento, se entreteje un eco del pensamiento de Marx, quien postula que la verdadera fuerza material de la teoría contra el capitalismo radica en las clases explotadas, una vez que éstas adoptan la teoría crítica que les otorga autoconciencia.

Así, la teoría se erige como el carácter espiritual que tiene que ser asimilado por el pueblo y convertirse en una fuerza material, en palabras de Marx en su Crítica de la Filosofía del derecho de Hegel: “Es cierto que el arma de la crítica no puede sustituir a la crítica de las armas, que la fuerza material debe ser derrocada por la fuerza material. Pero también la teoría se convierte en poder material tan pronto como se apodera de las masas”. Este planteamiento, por deducción lógica, tiene una contraparte: la producción científica de las y los teóricos marxistas carece de sentido en la medida en que éstos se aíslan de las masas, en cuanto aquellos dejan de tener comunicación o contacto con éstas, pues no halla una fuerza material proletaria que derroque la fuerza material del Estado y las clases dominantes. Afirma Marx, en ese sentido: “El crítico puede, por tanto, enlazar con toda forma de la conciencia teórica y práctica, y partiendo de las formas propias de la realidad existente desarrollar la verdadera realidad como su deber-ser y su fin último (…). Entonces se pondrá de manifiesto que el mundo tiene, desde hace largo tiempo, el sueño de una cosa, de la que sólo hace falta que posea la conciencia para poseerla realmente”. En otras palabras, quienes teorizan o se dedican al trabajo intelectual deben lograr amalgamar teoría y práctica para desarrollar análisis sobre la realidad, y es ahí donde se podrá percibir concretamente la necesidad de construir un mundo en favor de las clases explotadas, las cuales deben mantener vínculos con los grupos intelectuales. Así, la relación entre teoría y práctica adquiere relevancia, se objetiva y se convierte en una fuerza material.

Hay una importancia fundamental, pues, tanto en el ámbito práctico de las masas como en el ámbito teórico de las y los críticos intelectuales. Pero quienes se desenvuelven en el ámbito teórico son marginales en la transformación social si no tienen una fuerza popular con la cual fundirse. 


Escrito por Betzy Bravo

colaboradora


Notas relacionadas

La presencia del Cota moderno en Tomis causa mucho menos extrañeza que la provocada por Ovidio dos mil años antes.

El capital moldea a los hombres como los necesita.

Las noticias falsas están emergiendo como una industria independiente... y las redes sociales contribuyen a la rápida propagación de mentiras.

La filosofía de Hegel estableció en efecto la idea de la unidad de lo material y lo espiritual, “de su acción recíproca y su devenir solidario”. Desde esta perspectiva, “el hombre es uno solo con la totalidad del ser”.

Hablando en términos marxistas, la religión fue una necesidad histórica.

¿Hay o puede haber una psicología marxista? La respuesta corta es sí, pero necesitamos profundizar.

La filosofía no es un adorno, merece que se le reconozca su capacidad de estudio de la realidad, su utilidad en el más amplio sentido de la palabra, pues la humanidad la necesita para manifestarse como tal. Olvidar a la filosofía es condenarnos a las sombras...

Hemos olvidado lo que ha hecho Xavi, hemos olvidado que es el artífice del mejor Barcelona, el mejor jugador, según Pelé, que algo sabría de futbol. Definitivamente nos equivocamos al aceptar la marcha de Xavi.

No sólo se trata de contemplar el elemento transformador, sino de transformar conscientemente: se requiere praxis.

Hay que decir que la tesis de un arte contemporáneo descompuesto es sumamente escasa en las voces de los especialistas.

La obra aplica de “forma magistral” el método de análisis marxista-leninista, que permite al autor pronosticar los eventos que se desarrollaron en años posteriores, en los que los principales países imperialistas del mundo buscan mantener su hegemonía.

La tierra ha experimentado ya momentos de cambios extremos y los organismos que viven esos eventos han encontrado formas de adaptarse a ellos.

En nuestros días se piensa a la filosofía como cosa de místicos, como si hablara de cosas que no tienen que ver con lo real. ¿De dónde salió dicha concepción? Herzen, un importante populista ruso, cree que esto se debe...

Wells no quedó impresionado con los razonamientos de Lenin. Al contrario, lo halló menos portentoso de lo que esperaba; y su lastimosa decepción comenzó por su aspecto físico: lo describió como un hombre pequeño...

La superación de la que habla Marx no niega por completo lo anteriormente construido por la tradición, sino que lo integra y, en algunos casos, lo supone. Aquí lo explico.