Cargando, por favor espere...
El pasado 20 de marzo, los mexicanos vivimos un acontecimiento histórico, pues la novena beisbolera representativa de nuestro país disputó la semifinal del Clásico Mundial del Beisbol contra la selección de Japón. Ese día, aficionados y no aficionados a esta disciplina estaban atentos en espera del resultado que podría catapultar a la selección mexicana de beisbol a competir en contra del equipo de nuestro vecino del norte, Estados Unidos, por lo que había gran expectación, pues competir y vencer a los deportistas estadounidenses siempre ha despertado sentimientos nacionalistas entre el pueblo mexicano. “Si no podemos vencerlos en el terreno económico, cuando menos podemos hacerlo en el terreno deportivo”, pensará más de un connacional.
Lo primero que hay que notar es que, a pesar de tratarse de la participación de una selección, que en teoría representaba a los mexicanos, en una competencia mundial, la mayor parte del tiempo solamente una cadena de televisión nacional hizo propaganda al respecto, puesto que la empresa Imagen Televisión obtuvo los derechos de exclusividad para la transmisión y promoción de los partidos de la selección mexicana, por lo que buena parte de la participación de nuestra novena nacional pasó desapercibida, hasta que llegaron a la semifinal.
En el caso del partido frente a la selección nipona, nadie puede negar que se trató de un encuentro de mucha calidad, pues los representantes de México estuvieron encabezando la pizarra hasta la octava entrada y la perdieron en el cierre de la novena, los responsables de acabar con los sueños de una buena parte de los mexicanos fueron los japoneses Shohei Ohtani, que anotó un doble y Munetaka Murakami, que disparó un doble de dos carreras. Al final, México cayó derrotado cinco carreras frente a las seis que anotó Japón.
Otro aspecto importante a destacar es que, de los 35 peloteros que presentó el manager Benjamin Gil, solamente el 60 por ciento de los seleccionados son mexicanos por nacimiento, es decir, 21 peloteros, mientras que el 40 por ciento restante, 12 de ellos, son mexicoamericanos, hijos de padres mexicanos nacidos en Estados Unidos y, por tanto, formados en aquel país, por lo que seguramente están bastante impregnados de la ideología estadounidense. Hay también dos nacionalizados mexicanos (un venezolano y un cubano).
No pretendo culpar de la derrota a ningún jugador en particular, sino criticar la política deportiva nacional, que tiene una dirección equivocada. No hay que olvidar el recorte presupuestal del 11.2 por ciento al deporte nacional y del 65 por ciento al deporte universitario, mismos que están causando muchos estragos.
Por ejemplo, las cinco escuelas de beisbol fundadas por la nueva administración federal tampoco están rindiendo frutos porque no cuentan con la calidad suficiente ni con las condiciones óptimas para preparar a los futuros profesionales de este deporte.
El diario virtual La Silla Rota publicó el seis de junio de 2022 una denuncia titulada Escuelas de beisbol de AMLO, por falta de capacitación mi hijo casi pierde un ojo, en el cuerpo del texto se denuncian las diferencias entre docentes, alimentos irregulares en los comedores y falta de agua potable en las instalaciones, lo que dificulta la profesionalización de los alumnos. Además, señala que los jóvenes no cuentan con equipos ni uniformes y que presentan carencias en las instalaciones y atención médica.
Estos datos demuestran que estamos lejos de producir una buena camada de deportistas, de beisbolistas con un carácter nacionalista, patriota, orgullosos de ser mexicanos, solidarios con sus semejantes y preocupados por el desarrollo de su país. Es claro que no se han aprendido las lecciones del pasado, pues ya hemos visto cómo la selección femenil de softbol mostró desprecio por nuestros uniformes en los Juegos Olímpicos de 2021.
Es urgente una política deportiva en donde se prometa menos y se haga más, en donde realmente existan alternativas y un plan verdaderamente serio para formar a los deportistas mexicanos que nos representen dignamente en las justas internacionales.
Hasta el momento, Daniela es la tercera maratonista mexicana en dar la marca requerida para asistir a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.
"Los deportistas adaptados son un ejemplo de vida y de trabajo; lamentablemente, sufren de discriminación".
Durante los 19 días que duró la competencia, el equipo mexicano ganó al menos un oro cada día
Estados Unidos con una racha negativa ante el tricolor, apenas ha ganado un partido en los últimos cinco encuentros.
En Espartaqueada Deportiva, Gaby Alarcón invitó a los diversos equipos a participar, ya que el nivel del deporte es bueno y es excelente escaparate para la formación de los deportistas.
La FMF, con excepción de algunos torneos juveniles internacionales, se ha olvidado de formar selecciones capaces de ganar los encuentros más importantes del mundo.
Vivimos una época que profesa un culto exagerado al "winner", el concepto de ganar o ganar. Dejando de lado la educación del deportista, el deporte triunfa en una sociedad altamente competitiva.
México es uno de los pocos países en el mundo en el que el derecho a la actividad física y al deporte se encuentran explícitamente reconocidos dentro de su Constitución Política.
En lugar de invertir en un centro médico para deportistas, la 4T ha hecho un subejercicio de los recursos autorizados para el deporte, a los que se ha efectuado un drástico recorte; peor aún, su tendencia va a la baja.
En 1998 fue creada la Comisión Nacional de la Cultura Física y el Deporte (Conade).
Durante dos días decenas de equipos de vóleibol de diferentes entidades de México, medirán sus fuerzas para ver quién se lleva el triunfo en la XIV edición de este encuentro.
En 1928, la URSS organizó las Espartaquiadas, juegos en los que el proletariado demostró su alto nivel de preparación y capacidad de lucha en la construcción del socialismo.
En la época primitiva, la actividad física resultaba fundamental para la supervivencia humana.
El conflicto sucedido el sábado 5 de marzo en el estadio Corregidora, en Querétaro, ha dado la vuelta al mundo al calificarlo como una barbarie y baño de sangre.
El deporte debe ser inclusivo; por eso lo mejor sería que las distintas federaciones deportivas aperturen categorías y espacios de competencia a los deportistas trans.
Escrito por Redacción