Cargando, por favor espere...

El gozo de hacer matemática
Así como un deportista ama su actividad, lo encuentra entretenido, le gusta y goza, de igual manera un matemático, con sus objetos de estudio, ama intrínsecamente la disciplina, muchas veces sin esperar utilidad.
Cargando...

Para muchas personas, la matemática es una asignatura llena de reglas (en general no se sabe explicar sus fundamentos), planteamientos de problemas, difíciles de entender y muchas veces artificiales en donde no se ve una real funcionalidad en la formación ciudadana. Incluso la afirmación de ser una disciplina que ayuda al mejor pensar y razonar es poco comprensible para la mayoría, puesto que los problemas artificiales que aborda la asignatura de matemática nos conduce a un cierto tipo de pensamiento (hipotético-deductivo), no es el único pensamiento que existe en la vida ciudadana, también existe el pensamiento filosófico, histórico, político, etc.; me atrevería a decir que, en la vida ciudadana, la mayoría de las veces usamos un “pensamiento razonable”, más que el razonamiento hipotético-deductivo.

Con todos estas aspectos polémicos de la matemática, alguien podría preguntarse ¿quién puede ver en la matemática un gozo? Muchos dirían, los profesores de matemática de formación pedagógica. Debería ser así, sin embargo, su función y vocación es el de “educar a través del conocimiento matemático”, es decir, son formadores de personas que deben tener valores, principios y cultura para desarrollarse en el mundo de los adultos. Por supuesto que deben ser amantes de la matemática, pero su principal vocación es la educación. Los que sí deben tener una vocación intrínseca por la disciplina son los matemáticos, aquellos formados en una Facultad de Ciencias y que estudian exclusivamente esta disciplina científica. Pero alguien podría preguntarse, ¿qué le encuentran de entretenido, de placentero a la matemática?

Primeramente, es necesario diferenciar dos aspectos que muchas veces se confunden: el discurso matemático escolar (lo que está en los libros de matemática escolar) y el conocimiento en sí de la matemática. Muchas veces no es posible transmitir este conocimiento matemático en la escuela, puesto que podría ser incomprensible en los jóvenes y además poco ayudaría a la educación ciudadana que queremos lograr. Me centraré en el gozo que experimenta un matemático.

Los matemáticos de hoy (desde las primeras décadas del siglo pasado) han conocido una matemática estructurada formalmente, muy rígida y que se nutre del planteamiento de problemas dentro de algún sistema formal. Muy probablemente un matemático de las épocas anteriores al Siglo XX tenía un gozo distinto al hacer matemática, puesto que, al no tener sistemas formales rígidos, entraban a la discusión histórica-filosófica de algún concepto que deseaban introducir a fin de resolver algún problema planteado. En nuestros días, el gozo está desprovisto de la discusión histórica-filosófica, puesto que no es necesario, dado el paradigma del “formalismo matemático” que David Hilbert estableció desde los inicios del Siglo XX. Se goza con la invención de objetos matemáticos, establecidos dentro de una estructura formal, capaz de modelar algún problema matemático. Se goza planteando problemas con estos objetos matemáticos, descubriendo sus propiedades e intentando usarlas en la solución de alguna conjetura. Este ejercicio es un desafío al espíritu humano; como todo desafío humano, está lleno de vicisitudes, errores, desalientos, alegrías, etc.; además de muchas hojas de papel en el basurero. El gozo está en este trayecto, duro pero placentero, mucha energía, concentración, a veces un estado de soledad es necesario, pero el gozo está ahí, lo que vemos en el papel, la comprensión conceptual, la forma en que estos objetos se conectan, se transforman; y hasta se percibe que nos quieren decir algo, intentamos comunicarnos con ellos a través de los sistemas formales, finalmente adquieren vida, cuando nos permiten resolver la conjetura se experimenta una gran alegría, el gozo es infinito.

Así como un deportista ama su actividad, lo encuentra entretenido, le gusta y goza, de igual manera un matemático, con sus objetos de estudio, ama intrínsecamente la disciplina, muchas veces sin esperar utilidad, o que sirva para algo, es sólo por el gozo de saber o de aprender, como todo científico básico.

Lógicamente, el matemático es un ser humano, puede tener otras cosas que le interesen y apasionen; sin embargo, en el mundo competitivo de hoy, el matemático que no hace nuevos teoremas, deja de ser un matemático. Es por ello que su vocación tiene que ser auténtica, sin esperar mayor recompensa que el gozo de haber contribuido al conocimiento humano.


Escrito por Dr. Esptiben Rojas Bernilla

Colaborador


Notas relacionadas

¿Realmente son nocivas para el ecosistema? Un ambientalista dirá: “sí, porque desplazan especies nativas”. Sin embargo, ciertas necesidades se satisfacen mejor con especies exóticas que con nativas, por lo que es necesario asumir riesgos.

Sirva de ejemplo la vida de Bonaventura Francesco Cavalieri para que los jóvenes mexicanos decidan estudiar matemáticas y comprendan que es útil en la resolución de problemas reales.

La situación que enfrentan los tabasqueños es complicada y de alto riesgo. Urge implementar programas de desinfección.

Sostener que el arte es un reflejo de la sociedad, así a secas, distorsiona y mutila el papel de la actividad artística y de los artistas. La práctica artística es, en realidad...

Elon Musk, el multimillonario que fundó la empresa Neuralink, reportó como estable la salud del primer ser humano que recibió un implante de la empresa de chips cerebrales.

La irracionalidad ayuda al hombre a comprender la continuidad y la discontinuidad de la materia.

Desde el punto de vista filosófico, D’Álembert era partidario de la unidad del saber, proponía el progreso de la humanidad a través del desarrollo de la ciencia, unificadas por una filosofía desprendida de los mitos y creencias transcendentales.

El término “física térmica” causa curiosidad debido a que, en la división clásica de la física, no existe una rama como tal.

Charles convence a su hija de que acepte los títulos al portador de una empresa “fantasma”, quien está controlada por Mossack y Fonseca

Si queremos evitar dañar irremediablemente nuestra vista mientras observamos el eclipse de este 8 de abril, hay que hacerlo siempre con los filtros adecuados. Te decimos cómo.

En matemática, los pitagóricos demostraron que: la suma de las medidas de los ángulos interiores de un triángulo es 180°.

A partir de este primero de diciembre, dispositivos como Winko, Iphone, ZTE dejarán de ser compatibles con la aplicación de WhatsApp.

"Al pueblo de los Emiratos Árabes Unidos, a las naciones árabes y musulmanas, anunciamos la llegada con éxito a la órbita de Marte. Alabado sea Dios".

Considerado de los grandes matemáticos del S. XVIII, su mente no era la de un geómetra, era esencialmente analista. Newton, Euler y D’ Alembert, reconocieron que sus métodos analíticos los habían ayudado a entender problemas matemáticos.

Svante Pääbo logró secuenciar el ADN de los neandertales, la especie de homínido más emparentada con los seres humanos actuales, y que se extinguió hace 30 mil años.