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El momento social y político en el que se encuentra nuestro país es seguramente uno de los más trágicos de la época moderna. La tragedia empieza a volverse normalidad en la vida de millones de mexicanos y no parece tener fin. El Estado ha sido rebasado y busca distractores que en la despolitizada consciencia de la gente sirvan como opioides ante su rotundo fracaso. Estamos a punto de llegar a los 450 mil contagiados y a los 50 mil muertos por Covid-19, considerando únicamente cifras oficiales, porque no tenemos claridad del desastre que el pésimo manejo de la pandemia ha provocado. A los millones de desempleados que existían en nuestro país, la crisis sanitaria ha sumado 12.5 millones. Esta catástrofe contrasta con la política implementada por otros países como Argentina, que desde el inicio de la pandemia decretó el aislamiento obligatorio y dotó con apoyos alimenticios a las familias más humildes o Cuba, ejemplo en la región, donde desde el domingo 11 de julio no se registró un solo contagio.
Desde el inicio de la pandemia, la actitud del gobierno mexicano fue negligente y con desdén absoluto ante los efectos catastróficos que la crisis había tenido en los países europeos. Mientras algunas naciones se preparaban a enfrentar la epidemia reforzando sus sistemas de salud y creando políticas de apoyo económico para los más vulnerables, el Presidente de México decidió combatir el problema con escapularios; durante meses negó la existencia de la crisis, llamó al pueblo a no preocuparse y a no temer, reduciéndolo a un problema psicológico. Pero no era valentía lo que hacía falta, sino medidas objetivas para disminuir los estragos que causaría una crisis sanitaria suficientemente demostrada. Hoy todavía, a pesar de los más de 40 mil muertos, reafirma su ignorancia y su cinismo diciendo que los cubrebocas no sirven, con lo que, inconsciente del cargo que detenta, promueve, entre la población, el abandono de una de las medidas de seguridad más elementales y, por lo mismo, provocará el incremento en los contagios. Es lamentable que en una situación tan difícil como la actual, estemos dirigidos por uno de los gobiernos más incapaces de la historia reciente de nuestro país.
¿Qué nos queda por hacer a los mexicanos frente a la tragedia? Mandar en las circunstancias en vez de tener que sufrirlas. ¿Cómo? Conquistando el poder político del país, remediando el craso error cometido en las elecciones pasadas. A pesar del llamado que algunas voces sensatas hicieron en las elecciones de 2019, la desesperación pudo más que la razón y caímos en manos de un partido carente de principios, estrategia y experiencia para gobernar al país. Como el hombre atrapado por las arenas del pantano, pataleamos de desesperación y nos hundimos más. Hoy de nada sirve lamentarnos, mucho menos si no alcanzamos a ver la causa real de los males. No es un problema individual el que aquí analizamos, es un problema social y la solución, por lo tanto, se encuentra en la colectividad. El voto es nuestra arma de lucha más efectiva y tiene más valor del que personalmente le asignamos. En las elecciones venideras es necesario pensar como clase y actuar como tal. Enajenarlo nuevamente a algún predicador o entregarlo a algún mercenario político que, abusando de nuestra necesidad, nos ofrezca un paliativo pasajero a nuestros males, nos condenará a una situación similar a la que nos encontramos en este momento. La fuerza de la gente trabajadora reside en su cantidad, pero si ésta se encuentra dispersa es estéril. Es preciso unir todas las voluntades individuales y actuar organizadamente.
El Movimiento Regeneración Nacional (Morena) ha comenzado ya su embestida, indiferente a los males sociales que provocó; en su afán por mantenerse en el poder, está invirtiendo todos los recursos públicos en una campaña electoral que pretende, como el mismo Presidente lo ha declarado, controlar la Cámara de Diputados para mantener el poder absoluto que ahora detenta. Esta intención llega al descaro con el caso Lozoya, con el cual quiere perseguir públicamente a sus enemigos políticos y desprestigiarlos antes de que se inicie el proceso político, así como desviar la atención de los graves problemas que tienen hundido en la desesperación al país. Como éste vendrán otros distractores. No caigamos en la trampa.
La tarea es, pues, clara: concientizar al pueblo, demostrarle el poder que tiene su voto si lo encauza correctamente, si no lo vende por una limosna que le costará cara. Es necesario desarraigar el terrible “ya tenemos bastante con ocuparnos de nosotros mismos” y enseñarle que bajo esa máxima, donde se esconde solo el interés individual, solo eternizará sus males. La única salida consiste en la organización y la acción colectiva. Hagamos que en 2021 Morena pague su traición en las urnas.
El 25 de enero su cuerpo, afectado por años de pobreza, ya no resistió. Falleció solo y triste; el sistema público de salud no pudo salvarlo.
La cancelación de los insumos, que incluye el fertilizante agrícola se debe al recorte de siete millones de pesos al presupuesto autorizado por el Congreso del estado.
Ninguna “regeneración” discursiva, aunque la jure sobre la piedra más sagrada, le alcanza para ocultar su pasado. Y la fábula del Siglo XIX se adapta perfectamente a los días actuales.
No habrá más reuniones con el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Los verdaderos responsables de la grave situación, aseguró Córdova Morán “son los gobiernos que se niegan a ver la realidad".
El que acusa tiene que probar y el mandatario nacional nunca ha podido probarle nada a ninguna organización.
A menos de una semana del regreso a clases en la capital del país, se confirmó el primer caso de Covid-19 en una escuela ubicada en la alcaldía Tláhuac.
Córdova Morán dijo que la mentira es una necesidad, una cuestión de Estado para la 4T, porque sin ella el poder se les escaparía de las manos.
Los supuestos "logros” que presume AMLO forman parte de su permanente campaña electoral; al tiempo que oculta sus grandes fracasos, como su lucha fallida contra la corrupción o el incremento de la pobreza, etc.
Si AMLO tuviera la más mínima congruencia hoy se aplicaría lo mismo que escribió en 2015 y diría lo mismo sobre lo que el país vio ayer en Sinaloa
Las carreteras mexicanas no solo permanecen entre las más caras del mundo, sino que además se encuentran en condiciones deplorables.
El Ejército seguirá en las calles pero ahora habilitado como Guardia Nacional, un cuerpo de seguridad pública que el presidente López Obrador se ha obstinado en crear para combatir la creciente violencia
Este ocho de marzo más de 25 mil poblanas alzaron la voz en contra de la violencia de género, en favor de la despenalización del aborto; además exigen justicia para las víctimas de la violencia y feminicidios.
Dos peritos de la FGR, quienes participaban en las investigaciones del caso Ayotzinapa, se encuentran en calidad de desaparecidos desde el domingo 10 de marzo.
Quien crea que la protesta masiva en el Zócalo capitalino logrará que AMLO deje de atacar al INE y a la SCJN es porque no ha entendido que la 4T defiende al gran capital nacional y extranjero, a los grandes empresarios, no a las mayorías.
Economía mexicana perdió impulso en diciembre de 2024, expertos advierten recesión
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Escrito por Abentofail Pérez Orona
Licenciado en Historia y maestro en Filosofía por la UNAM. Doctorando en Filosofía Política por la Universidad Autónoma de Barcelona (España).