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Vociferan que en Morena se encuentra la izquierda militante en México, y este sofisma se populariza porque la derecha mexicana –la que no está en Morena– recurre a los viejos epítetos como llamar comunista a todo aquel que tibiamente critique los privilegios de los millonarios. Pero aceptemos que los ataques que emprenda la derecha mexicana no otorgan a los criticados, en automático, la calidad de izquierdistas consecuentes. Una frase mañanera del Presidente sobre algún aspecto social es el pretexto ideal de los defensores de los ultrarricos para persignarse y descalificar cualquier propuesta que busque generar tibiamente algo de equidad social como endiablado comunismo y seguidor de la dictadura. En gran parte, eso sucede porque la palabrería del Presidente no tiene una consecuencia práctica, en los hechos todo sigue igual; así ha construido su frívola popularidad: con atortugada verborrea que engatusa a los más pobres, pero que se limita solamente a un asistencialismo limosnero, que bien pudo ser emprendido por un gobernante panista o priista; política insuficiente, porque el financiamiento a estos programas sociales le ha costado al Estado mexicano un adelgazamiento de las instituciones de asistencia social (obra pública de impacto en comunidades pobres, agua potable, salud y educación gratuitas y un infinito etcétera), ya sin mencionar el estancamiento que tuvieron las instituciones encargadas de la promoción cultural, deportiva y artística en el país.
Los “izquierdistas” que militan en Morena deberían responder por las consecuencias que acarrea el asistencialismo en la conciencia de la clase trabajadora, el paternalismo que se despierta al endiosar a un Presidente por su “generosidad”; ellos no deberían desconocer que la injusticia social que impera en el país no se debe solamente a la corrupción, como se obstina el Presidente en decir, sino en el sistema capitalista, en el desarrollo a ultranza de la concentración inmensa de empresas, banca, fábricas, grandísimos comercios… medios de producción en manos de una élite minúscula, pero poderosamente influyente. Allí está el gran mal, y no en otro lado. En vez de aquello, el Presidente se ha declarado un ideólogo de su propio modelo de gobierno: ha escrito libros y libros pero sin un análisis riguroso de la sociedad mexicana; ofreciendo, en cambio, fraseologías puestas en tinta de lo que cacarea todos los días en la mañanera; es decir, un intento descarado de desviar la atención del punto nodal por el cual México podría construir una sociedad más justa: educar políticamente a las masas para quitarle las garras al sistema capitalista; bajo un asistencialismo electorero, en vez de ser más combativas, las masas son más dependientes y conformistas (“tenemos unos pesos, por lo menos” dicen, aunque el derecho a la vivienda esté cada vez más lejos de alcanzarse) e ignoran que su enemigo verdadero es la economía de mercado que privilegia a los milmillonarios y que mantiene en la raya de la supervivencia a los millones de trabajadores y desempleados.
En su época, José Revueltas era un feroz crítico de todos aquellos movimientos izquierdistas que frenaban –deliberadamente o no– el desarrollo de la conciencia política de la clase trabajadora: Morena y sus seguidores estancan la conciencia política del proletariado. La gente beneficiaria del asistencialismo es usada para enfrentar a los enemigos de la cúpula política morenista, y que no son, precisamente, sus enemigos de clase. Disfrazan los intereses de ese grupo político adicto a López Obrador como intereses de la nación. Hoy presentan la llamada reforma constitucional al Poder Judicial propuesta por el obradorato como una lucha entre privilegiados y pobres. Los intelectuales obradoristas deberían recordar que una mejor procuración de justicia para los pobres no se logrará solamente con reformas y cambios a las leyes sino, justamente, con una equidad social en el terreno económico. Aunque tengamos un sistema de justicia limpio de corrupción, si existen mayorías empobrecidas que enfrentan intereses de multimillonarios (incluidos los ilícitamente enriquecidos), entonces la justicia será solamente una frase hueca. Y la equidad social sólo se logra con una masa con posturas políticas claras y una movilización coordinada y bien organizada que se proponga seriamente conquistar el poder y defenderlo. Debemos descartar de una vez y para siempre que la defensa de la clase trabajadora se logra con un buen Presidente. La 4T prolonga el abuso del sistema capitalista sobre los trabajadores con reformas cosméticas, con modificaciones superficiales que buscan el conformismo popular y el agradecimiento para luego ser vilmente aprovechado para defender las ambiciones particulares de los zánganos y chapulines amparados por la popularidad del Presidente. Los trabajadores dan vida a esta patria y el mejoramiento de sus condiciones de vida no se logran por la caridad, sino con organización y lucha consciente.
Los datos que López Obrador dio en su cuarto informe de gobierno no coinciden con la realidad; no ha disminuido la pobreza ni la desigualdad, la austeridad franciscana es un fracaso y no existe estabilidad financiera.
Hemos olvidado que los comunistas del Siglo XX, en la URSS, convirtieron al país más grande y atrasado económicamente en una potencia mundial; que esos mismos comunistas libraron al mundo de la amenaza nazi...
El objetivo es aprovechar la experiencia y especialización de quienes forman parte de los organismos autónomos.
Los ataques de la 4T son sistemáticos y tienen como objetivo lo mismo desaparecer instituciones que enemigos políticos, como se vio en el caso reciente de panista Ricardo Anaya, a quien AMLO ve como serio rival de su partido en la elección de 2024.
La refinería Dos Bocas, en proceso de construcción desde 2019, y ya inaugurada, aunque no produce siquiera un litro de gasolina, es objeto frecuente de denuncias por corrupción de parte de legisladores de oposición, organizaciones civiles y expertos.
Es llamativo que renombrados intelectuales se sumen a la campaña de ataque contra las víctimas y en favor de sus verdugos, repitiendo que Rusia está perpetrando un crimen imperdonable al invadir a un país indefenso como Ucrania.
Los últimos datos disponibles durante este sexenio, que tampoco fueron mencionados en el informe.
El candidato a la jefatura de gobierno por la Alianza Va por la Ciudad de México, Santiago Taboada, arrancó su campaña este primero de marzo, acompañado por militantes y simpatizantes de todas las alcaldías capitalinas.
la Comisión de Puntos Constitucionales de la Cámara de Diputados aprobó la ruta para la aprobación de dictámenes del paquete de iniciativas de reformas enviadas en febrero pasado por el Presidente.
Para Morena estas horas son de manteles largos, ya que en menos de 48 horas estará tomando posesión
Con la aprobación de este nuevo impuesto, la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, contradice lo que había prometido a nivel federal, de que no se crearían más nuevos impuestos, y menos en el peor momento de la economía mexicana.
El Movimiento Antorchista Poblano ha realizado, a partir del 23 de noviembre, 8 asambleas hasta el momento en varios distritos.
¿A qué nivel de decadencia ha llegado nuestro país para que lo gobierne un hombre tan pequeño, ignorante y tonto; pero que además se considera el líder moral de toda una corriente “izquierdista”? Revisemos.
Javier Lazcano Vargas, Coordinador General de la Coplade le quiere poner bastantes piedritas al camino de un buen gobierno estatal.
Para sostener su política asistencialista y sus obras emblemáticas, AMLO busca apoderarse del resto de los “activos financieros”, entre otros, los fondos para la seguridad social y la vivienda, que peligran seriamente.
Migración, cárteles, aranceles y política de género: primeras órdenes ejecutivas de Trump
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Conato de incendio provoca caos en Paseo de la Reforma
Detienen y procesan a Cristofer "N" por el feminicidio de Karla Cortés, conductora de Uber
¿Por qué no se puede dividir por cero?
Trump confirma que sí impondrá aranceles del 25% a productos mexicanos
Escrito por Marco Antonio Aquiáhuatl
Columnista