Cargando, por favor espere...
En México hay nueve millones de madres solteras (30.7 por ciento de los hogares con hijos) que día a día tienen que ingeniárselas para sacar a sus pequeños adelante; poco les importa si tienen que doblar turnos o trabajar horas extras, no contar con seguro médico, prestaciones de ningún tipo o vacaciones. Nada será suficiente para alanzar su objetivo: mantener a su familia. Para ello, realizarán cualquier trabajo a su alcance para luego regresar a sus hogares a continuar con una jornada no remunerada, pero ineludible.
Aunque éste no es un fenómeno nuevo, desde hace décadas el Estado no se ha hecho responsable de garantizar empleos dignos con buenos salarios a esas millones de mujeres; ni les ha brindado espacios dignos para sus hijos, seguridad, salud, educación de calidad. Cada generación de madres solteras repite la historia en un bumerán que parece no tener fin.
En la colonia Villa Bonita de Culiacán, Sinaloa, la señora Guadalupe se desempeña como trabajadora doméstica. Tiene 38 años, es madre soltera y tiene un niño de 10 años. “Todos los días tengo que salir a trabajar, así que dejo al niño en la casa luego de que regresa de la escuela. Lo dejo solo porque no tengo a nadie más que lo cuide, mi hermana y yo somos las que vivimos aquí y ella también es madre de una niña y es empleada doméstica. Mi día inicia a las 5:40 de la mañana, le hago desayuno al niño, me alisto y me voy a trabajar a una cooperativa hasta las 11:30 de la mañana; luego regreso a la casa, cocino y llevo al niño a la escuela; de ahí me voy a limpiar casas. Ya tarde voy por el niño y lo traigo al trabajo, regresamos a la casa, preparo la cena y me pongo a limpiar. Termino muy cansada. Esa es mi rutina del día”, describe.
A Guadalupe le alcanza para lo mínimo, “no gano nada bien, pago cuatro mil pesos de renta, más la luz, el agua, la comida, los gastos de la escuela…”, además, añade, la han rechazado de varias ayudas del gobierno por no ser lo suficientemente pobre. “Aunque he pedido el apoyo de madres solteras, me dicen que aquí en Sinaloa no hay esa ayuda; he buscado la beca del niño, pero me dicen que sale en septiembre; también he metido para despensas, pero también me han negado esa ayuda porque en la colonia donde yo vivo, según dicen (los de los apoyos federales) no es apta para despensas. Dicen que tiene que ser una colonia de más bajos recursos, o simplemente no me llaman, he insistido, pero me dicen ‘ahí le hablamos’, y nunca llaman. Pero casi toda la colonia está en la misma situación que yo, que no nos alcanza el dinero. Mi hermana es una de ellas, renta también.
Me limito a muchas cosas para poder sacar los gastos, prácticamente vivo al día, con la esperanza de que me llamen para ir a hacer limpieza. Pero en estos días, que la gente sale de vacaciones, las casas están solas, así que no me hablan. Aunque tengo el trabajo de la cooperativa, pagan muy poquito y no me alcanza, a fuerzas debo buscar en otra parte; a veces voy al tianguis a vender y ando así todo el día, buscando de dónde sacar más dinero, si no alcanza para salir de los gastos porque debo pagar el mes.
En el Centro de salud obtengo algunas cosas gratuitas, pero también otras que me cobran, por ejemplo, pusieron un hospital como a una hora y media de aquí donde vivo; nos mandan hasta allá, entonces mejor prefiero llevar al niño a una similar, pagar yo que aventarme todo ese tramo. Cuando se enfermaba mucho de alergias, gastaba hasta cuatro mil pesos mensuales; cada consulta (porque lo tenía que llevar a particular) costaba mil pesos, más medicamento, más aparte lo que tenía que pagar de renta, servicios y alimentos. Tengo hasta el 14 (de mayo) para pagar 4 mil pesos de renta, 500 pesos de gas y luz, 200 pesos de agua, aparte del internet, 700 pesos...
No tengo días de descanso; cuando vengo manejando y de plano digo “no puedo más”, tengo que pensar porque si me enfermo ya no voy a poder seguir y el niño me ocupa. Por ejemplo, ahora dije, de plano, ‘no voy a trabajar’, porque también debo dedicarme al niño, llevarlo a pasear a que se distraiga un rato, porque además casi no lo veo. En la mañana lo dejo solo para irme a trabajar, regreso, sólo lo preparo para la escuela, lo llevo y hasta las cinco voy por él. Por eso trato de darme un día a la semana para dedicárselo a él.
Sobre el problema de inseguridad, doña Lupita afirma que ya no se siente segura en ninguna parte, “ahorita la inseguridad está pareja, donde quiera te puede tocar, te puede pasar algo, aquí en la colonia pasan muchas cosas, a cada rato se oyen disparos, a cada rato hay muertos… y por eso me voy también con el pendiente de dejar al niño solo, pero qué se puede hacer, una se conviene a Dios, pues ni modo, uno tiene que salir”.
La inmensa mayoría de los mexicanos viven en pobreza y pobreza extrema. “Con mil pesos ya no se puede comprar nada”, con esa forma lapidaria y precisa con que la gente suele llevar la estadística me comentó una señora.
La pandemia de coronavirus (Covid-19) ha evidenciado el grave abandono socioeconómico en el que viven cientos de miles de jornaleros y jornaleras en el país.
Sinaloa se estima que recibirá un presupuesto con una variación inferior al 0.7 por ciento.
De acuerdo con el análisis de México, Cómo Vamos (MCV), sobre el inicio del sexto año de gobierno de AMLO, al cierre de este 2023 se registran 48.3 millones de mexicanos que no tienen los ingresos suficientes para alimentar a sus familias.
En zonas rurales, los hogares en Chipas registraron un ingreso promedio de 9 mil 862 pesos al mes para una familia de cuatro personas.
El mundo de la plusvalía está en su última etapa, se ahoga en su propia riqueza.
El crédito o deuda es una herramienta fundamental para el modo de producción capitalista porque contribuye al crecimiento de los capitales a nivel individual y social, impulsa la centralización de capital y, entre otras funciones, pospone o alarga la llegada de las crisis de sobreproducción.
La política de austeridad ha resultado en una reducción del tamaño del gobierno y una menor capacidad para ejecutar políticas públicas que promuevan el bienestar social.
Sheinbaum confirmó que las nuevas construcciones tendrán participaciones militares y empresas privadas.
Además, 2 de cada 10 mexicanos sufren hambre, ya que comen únicamente 2 veces al día y sufren un día de ayuno”, comentó Cuauhtémoc Rivera, presidente de ANPEC.
En el último lustro se ha intensificado, en un gobierno que se dice "primero los pobres", la tendencia al empobrecimiento de las mayorías, sobre todo en las entidades menos desarrolladas y más pobres, donde hay mayor informalidad y pobreza laboral.
Estas disquisiciones a las que nos invita Braudel no son sólo un entretenimiento intelectual.
En los cinco años y cuatro meses del gobierno morenista, niños, niñas y adolescentes del país han padecido mayor pobreza, miseria extrema, falta de acceso a la alimentación, al sistema de salud y a la educación.
El modelo económico neoliberal está en crisis
La pobreza afectó al 52.9 por ciento de la población.
Una incompleta reforma laboral
Chiapas, el estado con menores ingresos de todo el país: Inegi
El “aumento” de ingresos en hogares de México no explica la pobreza
La 4T “rediseña” planes de “prepas”: SEP presenta nuevo proyecto
Aumenta la inseguridad, la sociedad vive con miedo
Para la historia: jóvenes mexicanos ganan medalla de oro en Olimpiada de Economía
Escrito por Citlali A. Ramírez M.
Periodista