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Mujeres trans en el deporte: ¿inclusión o negocio?
Durante los últimos años, la participación de mujeres transgénero en competencias deportivas femeninas ha producido un intenso debate en la comunidad deportiva.


Durante los últimos años, la participación de mujeres transgénero en competencias deportivas femeninas ha producido un intenso debate en la comunidad deportiva. Hace poco, un incidente ocurrido durante un torneo de esgrima en Estados Unidos ha reavivado el debate. Stephanie Turner se negó a competir contra Redmond Sullivan, porque argumentó que no se enfrentaría a un hombre. El acto suscitó intensas reacciones y mostró la profunda división existente al respecto, pues los deportistas trans podrían tener una ventaja biológica sobre las competidoras.

Durante una conversación sostenida con la Revista de Medicina y Salud Pública, el doctor Héctor Enrique Amy, director del Centro de Salud Deportiva y Ciencias del Ejercicio del Departamento de Medicina Física del Recinto de Ciencias Médicas de Puerto Rico, el especialista afirmó que “en términos generales, podríamos establecer, por diferentes estudios y evaluaciones, que obviamente la población transgénero, especialmente aquellos que cambian de ser varones a mujeres siempre tendrán ventaja en la competencia deportiva; y eso es así porque nuestro cuerpo fisiológicamente funciona de cierta manera”. 

Sin embargo, según la Organización Mundial de la Salud, se estima que, entre 0.3 por ciento y 0.5 por ciento de la población mundial se identifica como transgénero. Y en otro estudio de la Universidad de California, Los Ángeles, se encontró que las personas transgénero muestran una tasa de participación en deportes de equipo 30 por ciento menor que las personas de otros géneros; por lo que la inclusión de mujeres transgénero en el deporte no sólo obedece a una cuestión de justicia y equidad, sino que también representa una oportunidad de crecimiento y desarrollo para el deporte. 

El Comité Olímpico Internacional dispuso la primera norma que permitía competir a las deportistas transexuales en las pruebas femeninas en 2003 y la modificó en 2015. Estableció requisitos para la participación de una transexual que se declare mujer y fijó un tope en los niveles de testosterona de 10 nanomoles por litro de sangre; pero recientemente, el debate sobre la inclusión de atletas transgénero se extendió más allá del ámbito deportivo e involucró a políticos, activistas y organizaciones de derechos humanos.

La controversia exhibió la complejidad del tema. De igual manera, la necesidad de un diálogo constructivo para encontrar soluciones que ajusten los derechos de las atletas transgénero con la protección a la integridad de las competiciones femeninas. Evidentemente, esto representa un tema muy amplio y delicado para ser tratado ligeramente; por eso, el establecimiento de nuevas categorías, al estilo de los Juegos Paralímpicos, como una fórmula que ayuda a ajustar la inclusión con la equidad en el escenario olímpico.

De esta manera se crearían espacios competitivos en los que atletas con diferentes características físicas compitan en igualdad de condiciones y así evitar la exclusión y promover la diversidad en el deporte. La creación de una categoría propia para mujeres transgénero podría incrementar su participación en el deporte a 20 por ciento entre las atletas transgénero, según un estudio de la Federación Internacional de Futbol Asociación.

Por otro lado, la participación en una nueva categoría para las mujeres transgénero en el deporte podría generar oportunidades de negocio y un crecimiento del mercado, como la creación de ligas y torneos específicos para atletas transgénero; ya que las marcas y los patrocinadores buscan capitalizar la creciente popularidad del deporte entre la comunidad LGBT+. 

Con la consigna de “la inclusión de mujeres transgénero en el deporte es un paso hacia un futuro más brillante y equitativo para todas las personas involucradas en el deporte”, por ejemplo, la empresa de ropa deportiva Nike se ha convertido en un defensor de la inclusión de mujeres transgénero en el deporte y apoya a atletas transgénero en sus campañas publicitarias, al igual que la empresa de ropa deportiva Adidas. Pero, ¿realmente se busca la inclusión o únicamente se persiguen más ganancias?, pues en la sana competición popular no supone un problema, pero en la élite, donde se mueven tantos intereses (y tanto dinero) ya se evidencian otras dificultades. 


Escrito por Lizeth Castillo

Promotora del deporte popular en Guerrero.


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