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Ciudad de México. – Las mujeres, jóvenes, discapacitados, indígenas, migrantes y asalariados del sector agropecuario, son los sectores más vulnerables del país hacia la precariedad laboral, reveló el Estudio Diagnóstico del Derecho al Trabajo 2018, del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL).
De acuerdo al estudio, al comparar las brechas en el acceso a un empleo de calidad de estos grupos frente a la situación de la población trabajadora que no presenta esas características, identificó problemas para hacer efectivo el derecho a la igualdad y la no discriminación, atributos del derecho al trabajo digno.
Asimismo, al considerar la dimensión de efectividad en el disfrute del derecho al trabajo digno, observó que los tres pilares que deberían garantizar su vigencia plena y evitar la desigualdad en el acceso a la protección por parte de la población (la justicia laboral, la inspección del trabajo y el libre ejercicio de los derechos colectivos) muestran serias fallas de diseño e implementación que requieren atención.
Las mujeres aun padecen la brecha más importante en el mercado laboral mexicano con respecto a los hombres, a pesar un un leve incremento entre 2009 y 2017, que pasó de 41.6 por ciento a 42.8 por ciento. En este último año, la participación fue mayor en las áreas más urbanizadas (47.2 por ciento) y en el área urbana media (46.7 por ciento), mientras que en el área rural tan solo 31 por ciento de las mujeres participó en el mercado laboral.
Adicional a lo anterior, en México las mujeres destinan 20.5 horas semanales al trabajo remunerado frente a 44.9 horas en el caso de los hombres. En el trabajo no remunerado, la diferencia es mayor: 54.1 horas que destinan las mujeres frente a 19.5 horas que destinan los hombres. Estas diferencias representan obstáculos para que las mujeres puedan participar en el mercado laboral en igualdad de condiciones que los hombres.
Mientras, el principal problema que enfrenta la población joven es la falta de oportunidades de empleo. Además, tienen una mayor presencia entre los desempleados (tasas de desempleo de más del doble que los adultos). En 2017, 5.9 por ciento de las personas entre 15-29 años se encontraban desempleadas. Este grupo también reporta los mayores porcentajes de informalidad con 60.6 por ciento.
El desempleo afecta en mayor medida a la población con discapacidad respecto a la que no la presenta. En 2010, la tasa de desempleo en general era de 4.5 por ciento, mientras que para quienes tenían una discapacidad este porcentaje era de 6 por ciento.
A su vez, la población asalariada del sector agropecuario es muy marcadas respecto al no agropecuario. En 2017, 8.5 por ciento de las personas asalariadas, se encontraban en el sector agropecuario. En cuanto a sus remuneraciones, 74.6 por ciento percibe hasta dos salarios mínimos generales y la mitad solo hasta uno. La población indígena es el grupo que se encuentra en la peor condición, por ejemplo, ocho de cada diez nunca han contribuido a la seguridad social.
Según el secretario ejecutivo del Coneval, José Nabor Cruz las cifras de personas en pobreza y pobreza extrema se mantuvieron estancadas.
El informe sugiere que la próxima administración federal debe enfocarse en las carencias en seguridad social y servicios de salud.
La importancia de comprender la pobreza y desechar argumentos “mentalistas” radica en la necesidad de conocer sus causas y comportamiento si queremos realmente enfrentarla y eliminarla.
El Coneval registró que la población vulnerable en seguridad social era del 52 por ciento, lo que implicó que los programas sociales del Gobierno solo lograra reducir 1.5% la pobreza; lo cual demuestra que su diseño carece de un propósito redistributivo.
Ninguno de los candidatos presidenciales se ha pronunciado por una reforma fiscal que ayude a disminuir las condiciones de desigualdad.
Pese a la alharaca mediática de la 4T que jura y perjura que los pobres son primero, esto no se ve. En 2018 había 23.5 millones con rezago educativo; para 2020 sumaban 24.4 millones.
Según el INEGI, estas cifras no sólo reflejan la brecha entre las áreas urbanas y rurales, sino también las diferencias en el acceso a oportunidades económicas, infraestructura y recursos esenciales.
El CONEVAL señala que la atención a la pobreza en la niñez es prioritaria
“En 2020, en 9 de cada 10 municipios indígenas, más del 60 por ciento de la población se encontraba en situación de pobreza”. Es decir, seis de cada 10 no pudieron cubrir sus necesidades básicas.
En ocho meses, el gobierno morenista ha hecho todo lo contrario y la cereza del pastel es la destitución de Gonzalo Hernández Licona
Última medición en 2018 reportó que solo había 52.4 millones de pobres, revelaron que el número real de éstos sobrepasa los 80 millones y que al menos siete de cada 10 mexicanos viven en la pobreza.
Es uno de los programas que ha tenido diversas evaluaciones y ha brindado resultados importantes, principalmente en áreas rurales.
Desde 2017, es Coordinador del Programa del Posgrado en Economía, sede IIEc-UNAM
El 26.4 por ciento de las familias con jefa de hogar presentan rezago educativo y 19.1 por ciento tienen carencia por alimentación nutritiva.
Es uno de los programas que ha tenido diversas evaluaciones y ha brindado resultados importantes, principalmente en áreas rurales.
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Escrito por Redacción