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En una de sus grandes obras, La situación de la clase obrera en Inglaterra, Federico Engels evidencia la explotación de los obreros, las mujeres y, con énfasis, denuncia la sobreexplotación del trabajo infantil y las horrorosas condiciones en el que éste se desarrolla. La obra es en realidad un excelente reportaje; pero va más allá cuando lo respalda con testimonios directos y estadísticas.
En The Children’s Employment Report, uno de los apartados con testimonios del trabajo infantil en el norte de Staffordshire, uno de los distritos industriales ingleses, informa: “Se exige de ellos una labor dura y fatigosa, y no tienen suficiente alimentación ni buena ropa. Numerosos niños se quejan: «No tengo suficiente qué comer, mayormente me dan papas y sal, nunca carne ni pan, no voy a la escuela, no tengo ropa… no comí nada en casa al mediodía»”. Los relatos del primero de los libros que Engels escribió entre 1842 y 1844 (hace 180 años) en Manchester, corazón de la Revolución Industrial, no están muy alejados de lo que hoy ocurre en México.
Los niños “deben ir y venir toda la jornada con una carga demasiado pesada para su edad y la temperatura elevada que reina en la fábrica incrementa aún más su fatiga. Casi sin excepción, los niños son enclenques, pálidos, débiles, pequeños y deformados; sufren casi todos de padecimientos gástricos, vómitos, falta de apetito, y un gran número muere de tuberculosis”. Engels amplía su denuncia.
En los distritos alfareros, agrega, “hay un número relativamente importante de escuelas que permiten a los niños instruirse, pero como se envía muy temprano a esos niños a la fábrica y tienen que trabajar allí demasiado tiempo (casi siempre 12 horas o más), se ven imposibilitados de sacar provecho de esas escuelas; por eso las tres cuartas partes de los niños entrevistados por el comisionado no sabían ni leer ni escribir; en todo el distrito reinaba el mayor analfabetismo (…) por todas partes la familia es disgregada por el trabajo de la mujer y de los niños”.
Hace unos días, al conmemorarse el Día Mundial contra el Trabajo Infantil, la última Encuesta Nacional de Trabajo Infantil que el Instituto Nacional de Estadística y Geografía realizó en 2019, reveló que en México hay más de 3.3 millones de niños, entre cinco y 17 años, que laboran en “ocupaciones permitidas y no permitidas”. El estudio de opinión advierte también que el 11.5 por ciento de la población infantil se encontraba en condiciones inadecuadas. Por otro lado, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) reportó que por cada punto porcentual de incremento en la pobreza, se genera el 0.7 por ciento más de niños y adolescentes que trabajan, y que entonces habría 3.5 millones de niños trabajando, es decir, unos 200 mil adicionales.
Según el Inegi, el Covid-19 y la deserción escolar son las causas de que el trabajo infantil haya aumentado; pero también debe considerarse que este problema deriva del hecho que miles de familias carecen de recursos para mantener a sus hijos y que éstos no tienen otra opción que trabajar para no morir de hambre. A estas causales hay que sumar que la riqueza en el país sigue concentrándose escandalosamente en pocas personas y la inmensa mayoría de la población está condenada al empobrecimiento total. Por eso nadie debe dudar que el trabajo infantil se incrementa debido a la pobreza; y que de ésta son responsables los gobiernos en todos los niveles, porque no aplican políticas efectivas para combatirla.
Es verdad que los derechos humanos de niños y adolescentes están previstos en nuestra Constitución Política y en tratados internacionales –entre ellos el derecho a la vida, a un desarrollo adecuado, a vivir en familia y en condiciones de bienestar, a un sano desarrollo integral, a la educación, la salud y a un descanso y esparcimiento completos– pero también es cierto que estos derechos ahora son arrebatados por un modelo económico injusto, rapaz e inhumano; y si Engels exhibió las horripilantes condiciones laborales de los niños ingleses del Siglo XIX, la negación de esos derechos humanos a una parte de la niñez mexicana clama una lucha específica para que se cumplan y se respeten. Este frente implica la organización de todos los mexicanos para modificar de raíz la forma de gobernar y distribuir la riqueza nacional. Por el momento, querido lector, es todo.
Los miembros de la Guardia Nacional son solo un adorno, porque la ola de violencia delictiva en Hidalgo, en vez de reducirse, ha aumentado exponencialmente en el bienio 2020-2021, como lo demuestran las estadísticas del SESNSP.
El sentido de este escrito es poner de relieve, desempolvar y mostrar la incontestable actualidad de uno de los principios rectores del marxismo, que hoy parece olvidarse: la lucha de clases.
Al presentar el documental “La Guadalajara que soñamos”, de su autoría, la legisladora Verónica Delgadillo, levantó la mano para convertirse en la próxima alcaldesa de Guadalajara.
Delegados del PRI avalaran las reformas a los estatutos de esa fuerza política, para que Alejandro Morena Cárdenas pueda reelegirse.
Las acciones y declaraciones del gobernador Miguel Barbosa Huerta evidencian su complicidad en el conflicto postelectoral en el municipio de Coyomeapan, el cual estalló el seis de junio y ha provocado la muerte de tres personas.
“No voy a permitir que nadie les esté cobrando ninguna cuota, ninguna renta por utilizar lo que a ustedes les corresponde. Esta alcaldía es de ustedes”, declaró.
Para los jóvenes que tienen la mala suerte de educarse en la calle, resulta más atractivo enrolarse en una actividad delictiva; ya que en ésta encontrará maneras más fáciles y rápidas de mejorar sus ingresos.
El gobierno morenista de Obrador no sólo ha seguido el mismo camino que gobierno anteriores; ha profundizado su soberbia gubernamental e ignora a 64 millones de mujeres que podrían cobrarle la factura en las elecciones de 2023 y 2024.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dijo el lunes que su país respondería militarmente si China interviene en Taiwán por la fuerza. “Ese es el compromiso que asumimos”, dijo a periodistas en Tokio.
El presidente de la consultora Mitofsky, Roy Campos, afirmó que en dos años han pasado muchos terribles acontecimientos: pandemia, inseguridad, caída económica; aun así, López Obrador ha recuperado sus niveles de popularidad.
El gobierno de la 4T no propone una reforma gradual, no es revolución y no tiene siquiera un objetivo socioeconómico definido.
Este éxodo masivo escaló a un dilema político entre el país de destino –que pide a México contener a los migrantes– y la inacción de los países expulsores.
En lugar de frenar a los patrones que usan peligrosísimos camiones de doble remolque, a los altos funcionarios de la 4T no se les ocurre otra cosa que prohibir la actividad laboral de miles de trabajadores que montan una motocicleta.
... Por ello, Elon Musk sabe que su inversión está segura en México y Carlos Slim duerme tranquilo porque sabe que sus ganancias crecerán como nunca; porque este país es un paraíso para ellos.
En 2024 se prevé un crecimiento económico mediocre de apenas 2%; la tasa de interés de referencia, que ahora es de 11.25%, se mantendrá con presiones a la alza y seguirá inhibiendo las inversiones directas y, por lo mismo, la generación de empleos.
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Escrito por Miguel Ángel Casique
Columnista político y analista de medios de comunicación con Diplomado en Comunicación Social y Relaciones Públicas por el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM).