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Habiendo nacido en el seno de una familia obrera, su primer acercamiento a las letras fue autodidacta; a los 16 años entró a trabajar como telefonista a la par que cursaba estudios en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, donde estableció relación con la vanguardia literaria de la época. Sus primeros versos aparecieron en 1918 en la revista Los Quijotes, colaborando en publicaciones como Tableros, Plural, y Manantial.
Comenzó firmando sus escritos con el seudónimo masculino de Luciano de San-Saor. La evolución de sus posiciones feministas puede observarse en los artículos aparecidos en Tierra y Libertad, La Revista Blanca y Solidaridad Obrera. Vivió y escribió en un mundo en el que el papel de las mujeres estaba circunscrito al ámbito doméstico, lejos de la actividad profesional y de las lides políticas.
Fue cofundadora en 1936 de Mujeres Libres, seccion femenina de la anarquista Confederación Nacional del Trabajo (CNT), que llegó a aglutinar a más de 20 mil mujeres; y posteriormente editora y redactora de Mujeres libres, la revista de dicha organización, en cuyo número 12, de mayo de 1938, aparecía Himno de mujeres libres, de su autoría, grito de combate para las mujeres de su generación. Ese mismo año, Lucía Sánchez se hacía cargo de la secretaría general de la sección española de Solidaridad Internacional Antifascista (S.I.A).
Puño en alto mujeres de Iberia,
hacia horizontes preñados de luz
por rutas ardientes,
los pies en la tierra,
la frente en lo azul.
Afirmando promesas de vida
desafiemos la tradición;
modelemos la arcilla caliente
de un mundo nacido
del dolor.
Que el pasado se hunda en la nada.
¡Qué nos importa el ayer!
Queremos escribir de nuevo
la palabra Mujer.
Adelante, mujeres del mundo,
con el puño elevado al azul.
Por rutas ardientes.
¡Adelante,
de cara a la luz!
Sus posiciones, adelantadas a su tiempo, no podían sino hallar rechazo no sólo entre las filas enemigas: conocida es la polémica que sostuvo en las páginas de Solidaridad obrera con dirigentes destacados del anarquismo a quienes criticó en seis artículos bajo el título La cuestión femenina en nuestros medios por mantener prejuicios machistas y una actitud personal contradictoria en torno a la participación de la mujer en la actividad política; a esta serie pertenece Las mujeres, ellas también lo dieron todo(1937), sobre la contribución de las mujeres y su heroicidad en la labor revolucionaria durante la Guerra Civil.
“El 19 de Julio la mujer, desatada, se recobró a sí misma; y ya no quiso volver a perderse (…) Aquellos días, tragándose las lágrimas, aprendió el valor de la acción y actuó; actuó heroicamente en los frentes y en las retaguardias. Fundó hospitales, socorrió a los niños, enjugó lágrimas y dulcificó heridas; recompuso la carne desgarrada y exaltó a los combatientes con el ejemplo de su debilidad, convertida en audacia. Dio sus sonrisas, su solicitud, su amor y su odio −también su odio− a todo, y su sangre. Sí, su sangre; no a través del hijo como otras veces, sino su sangre misma, la que corría por sus venas y que calentaba sus entrañas. La mujer española, ignorante y tímida, superó todas las gestas femeninas de la historia. No fueron ya casos aislados de María Pita, Agustina de Aragón, Marianita Pineda: fueron legiones; en los frentes y en la retaguardia, en las trincheras de las líneas de fuego y en las trincheras de las calles ciudadanas. Cayeron allá con su ardor, con su intrepidez, con su piedad sublimada, y cayeron acá con su serenidad y su estoicismo (…) Nombres de mujer ante los que se quebrarán todas las agudezas de la ironía; nombres de pobres mártires que serán, como los de la Libertaria y Encarnación Giménez, el baldón más negro en la frente de nuestros enemigos. Fueron más que madres, hermanas y compañeras; fueron sencillamente mujeres; afirmaciones de una conciencia recién nacida, anuncio de un potencial de realizaciones incalculables. Algún día desenterraremos estas muertas queridas para escribir en la Historia sus nombres gloriosos”.
Voy a hacer un recuento histórico de Taiwán, una isla cuya identidad étnica, lingüística y cultural es eminentemente china.
José Esquivel Pren ubica dentro de los primeros poetas románticos que alcanzaran cierta fama a mediados del Siglo XIX.
Fue “la más importante poeta de la segunda mitad del Siglo XX”, escribía contra el franquismo y denunciaba la miseria y las injusticias en su país, había puesto sus versos al servicio de los oprimidos.
"Decálogo del escritor", fruto de muchos años de periodismo, plantea de manera sucinta sus consejos para los jóvenes escritores: escribir al servicio de las masas, del elevado ideal de la Revolución, poniendo en juego todas las capacidades del autor en esta tarea.
La situación actual en Palestina y el genocidio que ahí se vive por parte de Israel, nos obliga a revisar el pasado, buscando huellas que nos permitan tomar una posición crítica al respecto; en esta búsqueda vale la pena recordar un nombre, el de Yasser Arafat.
Es una de las voces femeninas más importantes en la lírica ecuatoriana de la segunda mitad del Siglo XX.
El sijo es una forma poética tradicional originaria de Corea que se caracteriza por su enfoque en la expresión emocional y la captura de momentos fugaces.
Desde el punto de vista de su contenido, las Tesis de Benjamin revisten una originalidad que al propio tiempo las separa de las de sus dos grandes predecesores: Ludwig Feuerbach y Carlos Marx.
En su "Elegía por cincuenta toneladas de patatas", el poeta denuncia la destrucción de los alimentos que habrían salvado de la muerte a miles de niños, mujeres y ancianos que se debaten en el hambre y la miseria.
Conocido como “el poeta de la revolución”, es el más conocido de los líricos vietnamitas del Siglo XX. Se convirtió en una celebridad de la cultura vietnamita y un poeta del humanismo revolucionario.
Ha ganado galardones para su poesía en La India, EE. UU., Canadá, Grecia, China y Rusia, además del Premio de la Unión Mongol de Escritores.
Y de pronto apareció por ahí ese maldito Iceberg llamado Poesía o Literatura o Aburrimiento o lo que fuera, con la única condición precisa de no devenir en Aburrimiento ni por un instante.
Periodista, poetisa y activista de los Derechos Humanos de ascendencia palestina.
En este poema, Korsi denuncia la forma en que la construcción del Canal trajo consigo la degradación de hombres y mujeres, convertidos en prostitutas, ebrios y personajes del bajo mundo para solaz y diversión de los turistas extranjeros.
La transformación poética de Al-Sayyab se evidenció cuando adoptó el verso libre como medio de expresión, liberándose de las limitaciones de la forma tradicional árabe. Su compromiso social se intensificó y sus poemas abordaron la opresión y la injusticia social.
Escrito por Tania Zapata Ortega
Correctora de estilo y editora.