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Nació en 1952 en la provincia de Jeolla del Sur, Corea del Sur. Durante su tiempo en la Universidad Nacional de Seúl se sumergió en el estudio de la Estética y más tarde de la Filosofía en la Universidad Sogang. Durante este periodo universitario cultivó un fuerte interés por la poesía y se involucró activamente en círculos literarios, además de participar en protestas contra el gobierno. Más tarde fue reclutado a la fuerza en el servicio militar; al terminar enfrentó la expulsión de la Universidad Nacional de Seúl debido a su participación en actividades antigubernamentales, lo que le llevó a sufrir encarcelamiento y tortura; eventualmente continuó sus estudios en la Universidad Sogang. Las experiencias turbulentas de su juventud se reflejan en sus poemas, donde el dolor y las pasiones están entrelazados con las condiciones políticas de la época.
Su poesía es una especie de rendición de cuentas poéticas, de hechos cotidianos y de encuentros que ha tenido, con una especial atención a los más humildes. El crítico Kim Hyeon ha dicho de ella: “su poesía, al mismo tiempo que moderna y original, tiene un valor universal por su humanidad”. Algunas de sus colecciones de poesía son Los pájaros también se van de este mundo, Del árbol de invierno al árbol de primavera y Genun sogui yeonkkot.
Creo en el árbol
Se podría decir que tengo un árbol en el llano,
o una campana grande
budista, colgada en el vacío:
los pájaros pequeños en una rama más alta
se echan a volar, “zas”, de una vez, todos juntos
rompiendo la red del aire,
cuando yo meto la mano en el estuche de mi cámara
Un poco después
caen las plumas en un pozo
se mueve al mismo tiempo la columna
[que ha sostenido el cielo
mientras se ponen de punta los pelos y las ramitas del árbol
cubiertos de los vapores fríos, porque
acaba de caer la lluvia primaveral.
Miro embelesado y absorto el árbol grande y majestuoso
a punto de emitir, si lo tocas,
[una campanada profunda y lejana.
Veo temblar un campanario del universo inmenso
sacudiéndose las luces
o unos rayos cristalinos que se meten en las gotas del agua.
Resucita, estrella.
Estrella única en el centro de la eternidad infinita.
Eternidad verde donde se encuentra el árbol donde llueve.
Yo quisiera entrar desnudo en el árbol, cuando encuentro
uno inmenso, para abstraerme en el hecho una prenda
de sacrificio.
Por esta puerta
Si entras por esta puerta, encontrarás un espacio ancho
y si sales por esta puerta, encontrarás un lugar estrecho,
porque en esta puerta reside la religiosidad:
Una hierba refleja
la totalidad de la hierba.
Con venir de sí mismo
se puede ir y venir muy lejos,
muchos kilómetros.
Cada vez que como, doy de comer a una paloma
echando una tercera parte de mi pan,
y estoy encerrado
mientras encuentro mi cuerpo cada vez más transparente.
Oigo mucho ruido del aleteo de los pájaros
que han entrado secretamente en mi tórax.
Quisiera bajar
en una tierra cristalina.
Flores de cerezo bajo
la lámpara de vapor de mercurio
Florecían los cerezos
en la cuesta del parque de Sachík
y esto me daba tanto dolor
que me quedé locamente embriagado
por no poder aguantarlo más.
Las flores brotaron del más allá
para pasear por aquí bajo la lámpara de vapor de mercurio
para pecar, porque pecar bajo la lámpara es lo más hermoso
que hay en el mundo
por ejemplo, para besar a quien quiera
o romper la botella de aguardiente para marcar la memoria
de esta noche primaveral tan hermosa.
Era algo así como aquel sentimiento de culpabilidad
de que te morías
después de tu primera experiencia de masturbación,
en tu adolescencia.
Y cuando caían todas las flores de una forma horrenda
como aquellas gotas de pecado que caían
[encima del excremento,
yo ya sabía
que un día acabaría así mi vida.
Ahora estoy añorando aquel pecado irrecuperable,
esa luz criminal
que me dice por fin que la deje.
Quisiera felicitarla, es lo único que quiero.
Este amor tardío
que despido hoy
y miro arriba, como si fuera por primera vez,
la lámpara de mercurio entre las flores de cerezo
que ha iluminado más esplendorosa esta vida mía.
Memorándum para el eco
Oh, hierba verde que brota y que se enciende
dentro del fuego, igual que mi cuerpo y alma encendidos
y borrachos por el vino. Ahí cerca, muy cerca
ahí donde, debajo del seto verde, se oye apenas el sonido
del agua más lejana
(¿Dónde nos enterrarán o en qué valle nos oirán?)
saltan a la comba dos arcoíris.
Y a su alrededor está colgada mi vida y su mundo.
El mar ilumina al anochecer
Un chorlito está de pie con una pata larga
y mira de reojo distraído
y somnoliento el mar
que ilumina más al anochecer.
Yendo al pie hasta el río Chesok
Es febrero.
Me acordé de repente del poeta Ko Eun,
monje budista secularizado,
cuando entré en la zona del templo budista Yung-so.
¿No habría entrado él tal vez ya en el Nirvana?
Ando a pie hasta el río Chesok
y sigo pensando en él, tal vez muerto ya.
Es febrero. Entra en mi patio interior el templo Yung-so
y una pieza de la torre Baek-che se va quedando acepillada
por el agua fría del río.
El frío me hiela los tobillos, me hiere la orejas.
Me duele la carne en todo el cuerpo
mientras el mundo está más tranquilo que nunca.
Una cabra negra llora en el herbazal
Las golondrinas han hecho ejercicios de vuelo
en formación, aun con el tiempo nublado,
para estar en forma para volver.
El banco del pantano
está todo cubierto de arbustos revueltos
y todos éstos muestran el color plateado de las hojas al revés.
Correrá aire también allá en la isla de Okinawa.
Está revuelta la piel acuática del pantano verde
mientras se retuerce de fatiga el herbazal
[bajo el cielo alargado.
Una cabra negra llora
y grita sobre las hierbas tirando con más esfuerzo
la cuerda que la tiene atada
como si se olvidara de la vida recién inaugurada.
Su obra literaria abarcó dos vertientes: el teatro y la poesía.
El verso y la prosa son como dos pisos de la misma casa.
Ha publicado más de 30 libros, incluidos 21 de poesía, entre ellos, La espesa arboleda
Su cuarta recopilación, No queda mucho tiempo para amar fue un punto de inflexión en la carrera del poeta, como análisis de la aceptación de la vida, y las maravillas de la naturaleza.
La madre es para la poetisa origen de una reflexión existencial en torno a la fugacidad de la juventud y la vida, reconociendo la importancia de nuestra ascendencia femenina, de las mujeres que se han ido.
Poetisa y editora, tiene cinco libros de poemas y dibujos
Es poetisa, narradora, novelista Y autora de libros para niños. Sus poemas reunidos en "El nombre del pájaro" abordan la vida del pueblo con crudeza y franqueza, sin la romantización habitual de este tema.
Un modelo delictivo gringo de exportación universal.
Su poesía, en contraste con el realismo y el modernismo de 1950, expresa la belleza eterna y delicada de la naturaleza y la dignidad escondida en la vida corriente de la gente humilde por medio de la lírica tradicional coreana.
Manuel Gutiérrez Nájera es considerado el padre del modernismo mexicano.
Es poeta, traductor y autor de ensayos, líder de la generación joven de intelectuales de Bielorrusia.
Sus poemas han sido traducidos al árabe, albanés, chino, hindi, italiano y rumano.
Los artistas, y especialmente los escritores, vuelven a menudo sobre sus pasos, evocan la calle de su infancia, la casa paterna, a los familiares más queridos.
Fue un poeta, narrador, geólogo, maestro y promotor budista japonés. Su vida, así como varios de sus poemas e historias, han sido adaptados a la animación y su pueblo natal se ha convertido en un destino turístico literario.
Revolucionaria ejemplar de la Guerra Civil, María Silva Cruz inspiró diversas obras, entre las que destaca el Romance de «La Libertaria», de la poetisa y periodista Lucía Sánchez Saornil.
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Escrito por Redacción