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La 87ª Convención Bancaria se celebró en Acapulco hace algunas semanas. A ella asistieron los directivos de las instituciones financieras más importantes del país, así como varios representantes del gobierno actual y, quizás la asistencia más relevante fue la de los candidatos a la Presidencia de la República Mexicana. Así quedó patente la relación estrecha entre el Estado mexicano y el sector bancario. En el evento, el actual Presidente se despidió de los empresarios diciendo “me han tratado muy bien, con respeto y considero que han sido correspondidos, les he tratado también con respeto y he cumplido los compromisos que hice desde el inicio de mi gobierno”. Esos compromisos consisten, principalmente, en mantener los impuestos al sector bancario en un nivel bajo, que aseguren un buen margen de ganancias, es decir, no hacer una reforma fiscal que contribuya a un sistema más progresivo.
La declaración del presidente López Obrador no pudo ser más cierta. De acuerdo con la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) en el año 2023, los bancos que operan en México registraron ganancias de 248 mil millones de pesos; esto es, 12.1 por ciento más que en 2022. Como no podía ser de otra manera en un sector oligopólico, las ganancias se concentran en los seis bancos más grandes, a saber, BBVA, Santander, Banorte, Citibanamex, HSBC y Scotiabank, con 73.5 por ciento del total.
En dicha reunión, los tres candidatos a la Presidencia también tomaron el micrófono para ofrecer sus propuestas económicas para el sector bancario mexicano y, como el mismo presidente actual lo hizo en su momento, ganarse sus favores. Xóchitl Gálvez, candidata de la alianza PRI-PAN-PRD, mencionó que ella sería una aliada y que resolvería los problemas del sector. Por su parte, Claudia Sheinbaum, la candidata oficialista, aseguró que el incremento en el gasto fiscal no duraría mucho y que pronto regresaría a la responsabilidad fiscal. Esto significa menor gasto público, la base de las políticas neoliberales, a costa de la atención de las necesidades de los trabajadores. Tanto Xóchitl como Claudia plantean el mismo modelo para México: proteger las ganancias del largamente privilegiado sector bancario, aunque de palabra digan ser ofertas políticas distintas.
La relación entre el Estado y la banca privada en México, tan estrecha y de franca subordinación del primero a la segunda, no es exclusiva de nuestro país; forma parte de una dinámica global en la que los mercados financieros tienen en sus manos las economías nacionales, como la mexicana. Las políticas neoliberales asumen que el crecimiento de los mercados financieros es una garantía de eficiencia en la asignación de recursos que, mediante los bancos, se canalizan de los ahorradores a los sectores productivos más rentables. Sin embargo, en la realidad, el crecimiento del sector financiero y sus mercados han producido un riesgo sistémico en la economía, convirtiendo en instrumentos y materiales ligados a dinámicas de valorización y especulación ajenos a los circuitos de producción, que lejos de resolver necesidades sociales reproducen y amplían las desigualdades económica y social.
Las tasas de ganancia de la banca mexicana se mantienen sin importar que sean épocas de crisis o de bonanza, de la 4T o de la oposición. Los mercados así de exitosos no se crean de forma natural, sino que requieren de una fuerte, decisiva y sofisticada intervención del Estado que garantice su funcionamiento. Las opciones de gobierno para los próximos seis años que aparecerán en la boleta del próximo 2 de junio no proponen cambiar las relaciones con el regalado sector bancario. Como queda de manifiesto en los resultados, ni siquiera la candidata de la 4T, a pesar de su fraseología revolucionaria está dispuesta a cambiar el statu quo. Así, nada tienen que temer los banqueros de los resultados de la elección.
Los estudiantes de la FNERRR afirmaron que el regreso a clases planteado en estas circunstancias es absurdo e irracional, ya que detonará una vez más la epidemia por Covid-19.
Es muy insuficiente (y disminuye cada vez) el presupuesto asignado a infraestructura hidráulica para 2024; según expertos, México necesita 85 mil mdp durante 10 años continuos para garantizar el acceso al agua.
Según el informe, otro de los riesgos que enfrenta México es el peligro de una “erosión de la cohesión social”.
Ahora sabemos que la persistencia y ahondamiento de esa desigualdad ya no se explica por factores naturales sino por razones en el fondo económicas. O, dicho brevemente, por razones estrictamente humanas.
En 2024 se prevé un crecimiento económico mediocre de apenas 2%; la tasa de interés de referencia, que ahora es de 11.25%, se mantendrá con presiones a la alza y seguirá inhibiendo las inversiones directas y, por lo mismo, la generación de empleos.
Esta intención llega al descaro con el caso Lozoya, con el cual quiere perseguir públicamente a sus enemigos políticos y desprestigiarlos.
Realizó una promoción personalizada con lo que transgredió los principios de neutralidad y equidad de la contienda.
El Informe del López Obrador
Los 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa levantaron este martes el plantón que mantenían en el Zócalo capitalino desde el pasado 26 de abril.
Condenamos la persecución judicial en contra de los productores de Sinaloa y exigimos al presidente de la república Andrés Manuel López Obrador, la libertad inmediata de Baltasar Valdez Armentía.
El campo mexicano, productor de maíz y frijol, arroz y trigo, está condenado a caer, de forma endémica, en falta de alimentos, desnutrición, pobreza extrema y, sin exagerar, en un plazo perentorio, en hambruna.
El daño desproporcional que ha tenido la crisis sobre las clases trabajadoras de nuestros países se debe, fundamentalmente, al sistema capitalista mundial.
La novela fue escrita en 1851. La caza de la ballena tal como la conoció Mellville ya no existe.
El organismo prevé que este año cierre como el más violento desde que el Ejército Mexicano salió a las calles para combatir a los grupos del crimen organizado.
Hasta ahora México ha reportado más de 97 mil casos de COVID-19 y más de 10 mil 637 decesos.
Escrito por Samira Margarita Sánchez
Columnista