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Aurora Reyes, nacida en Hidalgo del Parral, Chihuahua, en 1908, fue una escritora, muralista, poeta y activista mexicana del periodo posrevoluccionario. Desde pequeña se interesó por la pintura y entró a estudiar a la Academia de San Carlos. A los 19 años fue nombrada profesora de Artes Plásticas en escuelas primarias por la Secretaría de Educación Pública. Con la docencia emergieron la mayoría de sus preocupaciones sociales, lo que le permitió relacionar la enseñanza del arte con la formación de conciencias.
Las décadas de los 30 y los 40 encauzaron la evolución en el arte de Aurora, siempre en estrecha vinculación con la realidad social y política. Desde Kroupskaia (1930) prefi rió plasmar rostros de mujeres, en un afán de explorar los claroscuros de la condición femenina. Quizá su mayor logro artístico fue haber ganado por concurso la oportunidad de pintar su primer mural en el Centro Escolar Revolución: Atentado a las maestras rurales (1936), que ilustra la violenta respuesta de la Iglesia y los sectores conservadores ante las reformas educativas impulsadas por Lázaro Cárdenas.
Su primera incursión en el arte de la poesía fue en 1948, cuando publicó Hombre de México. Desde la Academia de San Carlos se había convertido en ávida lectora de textos líricos y repetía de memoria versos de Pablo Neruda, Gabriela Mistral, Federico García Lorca, Ramón López Velarde y Carlos Pellicer. Hombre de México lamenta el olvido de los ideales revolucionarios y exalta los valores nacionales ante la intervención extranjera en la economía y la política mexicana. Aurora Reyes otorga un valor especial a la “mexicanidad en la poesía” y resalta elementos de la plástica mexicana como el mundo prehispánico, los temas populares y el paisaje. Así, resaltaba “la mexicana insurgencia” de Díaz Mirón, el calor patrio de López Velarde, y la presencia selvática de Manuel José Othón.
Desde jóven, Aurora se integró al Partido Comunista Mexicano (PCM) y se unió a Liga de Escritores y Artistas Revolucionarios (LEAR), agrupación de artistas e intelectuales que aceptaron la ideología de la Tercera Internacional Comunista y asumieron una postura antiimperialista y antifascista. Sin embargo, Aurora mantuvo una postura crítica dentro del sindicalismo y la izquierda mexicana en los que privaba el machismo y se llegaba a extremos que, a su juicio, resultaban absurdos y dañinos. Criticó la simulación de masculinizar a la mujer y la asignación de la tarea de amamantar a empleadas de los centros de trabajo, mientras se enviaba a las madres a trabajar lejos. Esto bajo la pretensión de que la mujer podía aprender a ser la madre de todos los niños del mundo; “nunca entendieron que esos asuntos se determinan con el corazón y jamás con la cabeza”, dijo Aurora.
Aunque Aurora no se declaraba feminista, mucho de su activismo giró en torno a la opresión de clase y de la mujer. Tuvo una participación importante en el Sindicato de Trabajadores de la Enseñanza de la República Mexicana (STERM) como Secretaria de Acción Femenil. Durante su gestión promovió el derecho de la mujer al voto; luchó por la ampliación del tiempo de incapacidad de las madres por maternidad y para que se respetaran los descansos para amamantar a los recien nacidos; también logró la construcción de dos guarderías en instituciones públicas. Finalmente, Aurora terminó su militancia en el PCM ante acontecimientos de abuso sexual y corrupción por parte de algunos miembros que consideró inaceptables y, desilusionada de la lucha política, se integró a las tertulias del Café París. Ahí se reunía con otros artistas, periodistas y políticos para debatir sus ideas y opiniones sobre la situación del país y el mundo. Personajes como Silvestre Revueltas, Xavier Villaurrutia, Jesús Reyes Heroles, Adela Palacios, Estela Ruiz, entre otros, acudían a dichos encuentros.
Con su arte, Aurora reafirmó su convicción cívica, su reconocimiento a la grandeza de la cultura prehispánica y a los constructores de la cultura nacional. En toda ocasión se manifiesta como defensora del arte realista con profundas raíces nacionales. Pero, sobre todo, con sus pinturas y poemas, Aurora reafirmó su convicción de educar a través del arte.
Huitzilan de Serdán dio a la lucha del pueblo organizado a un hombre con un cariño profundo hacía sus hermanos de clase y con la convicción de trabajar por el proyecto que busca hacerle justicia a los más desposeídos. Del seno del orgulloso pueblo huitzilteco nació Manuel Hernández Pasión.
Llegaremos al 2030 con enormes masas de hombres y mujeres viviendo en casas mal construidas y peor terminadas, en colonias muy alejadas de sus centros de trabajo y con carencia de servicios básicos.
El aparato educativo, escolar y no escolar, está diseñado para desclasar al joven y fomentar el egoísmo como recurso ideológico.
Trump quiere ayudar a México, pero también promueve el discurso de odio y las deportaciones masivas contra los inmigrantes mexicanos.
La lucha del proletariado contra la burguesía entraba así en una nueva etapa que marcaría para siempre el devenir de la humanidad.
Nuestra sociedad, principalmente los sectores más empobrecidos, vive una tragedia.
La Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) subrayó que la independencia del Poder Judicial es esencial para la democracia y la salvaguarda de los derechos ciudadanos.
En su libro 2018, La Salida, Decadencia y Renacimiento de México, publicado por editorial Planeta en 2017, Andrés Manuel López Obrador (AMLO) nos relata en palabras llanas su visión de país y de gobierno.
El estancamiento económico y el empobrecimiento de vastos sectores sociales dejan una secuela en la vida entera de la sociedad.
Aurora Reyes, nacida en Hidalgo del Parral, Chihuahua, en 1908, fue una escritora, muralista, poeta y activista mexicana del periodo posrevoluccionario.
Las condiciones de los trabajadores no van a mejorar en el sexenio que comenzó el día primero de octubre.
El mercado ilegal de narcóticos estimula dos pulsiones del ser humano moldeado por la sociedad capitalista: el hedonismo y la ambición inescrupulosa por el dinero.
Escrito por Citlali Aguirre Salcedo
Maestra en Ciencias Biológicas por la UNAM. Doctora en Ecología por la Universidad de Umeå, Suecia.