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La Franja y la Ruta en América Latina y el Caribe
En busca de un progreso conjunto de todos los países y regiones a lo largo de la Franja y la Ruta, la iniciativa trata de inyectar un nuevo vigor a la economía mundial, comenzando con la interconectividad infraestructural.
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En 2013, el presidente chino Xi Jinping, presentó la idea de construir la Franja Económica de la Ruta de la Seda y la Ruta Marítima de la Seda del Siglo XXI, conocida luego mundialmente como la Iniciativa de la Franja y la Ruta (IFR).

La construcción de la Franja y la Ruta atraviesa varias regiones, con diferentes etapas de desarrollo y distintas civilizaciones. Es un bien público construido por todas partes. En busca de un progreso conjunto de todos los países y regiones a lo largo de la Franja y la Ruta, sobre la base de la igualdad y la cooperación pacífica, la iniciativa trata de inyectar un nuevo vigor a la economía mundial, comenzando con la interconectividad infraestructural. La cooperación que enfatiza esta iniciativa tiene relación con una mayor conexión en áreas como la política, la infraestructura, el comercio, las finanzas y la gente.

Hoy en día, la iniciativa ha logrado un gran desarrollo en el mundo, y los países participantes se han extendido desde países a lo largo de la antigua Ruta de la Seda hasta más regiones. Hasta el pasado marzo, 149 países, incluidas naciones desarrolladas y en desarrollo, y 32 organizaciones internacionales, habían firmado documentos de cooperación con China sobre la iniciativa. América Latina y el Caribe forman parte de la extensión natural de la ruta de la seda marítima y son participantes indispensables de la cooperación internacional.

"Vamos a plasmar un nuevo plan maestro de la construcción conjunta de la Franja y la Ruta y forjar una ruta de cooperación transpacífica, con vistas a conectar y estrechar aún más nuestras fecundas tierras de China y América Latina y el Caribe, dando inicio a una flamante era de nuestros vínculos", fueron las palabras del presidente chino, Xi Jinping, en su mensaje de felicitación a la II Reunión Ministerial del Foro China-CELAC (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños), realizada en enero de 2018 en Santiago de Chile.

 

Un camino de oportunidades

Permitiendo el desarrollo abierto, inclusivo y común, los países latinoamericanos y caribeños han acogido con entusiasmo la IFR, lo cual está abriendo un espacio cada día más amplio para la cooperación con China.

Panamá fue el primer país de la región de América Latina y el Caribe en firmar un memorando de entendimiento bajo el marco de la IFR. En enero y febrero del año en curso, dos socios nuevos, Nicaragua y Argentina, se sumaron a la IFR. Actualmente son ya 21 países de esa región los que se han adherido a dicha iniciativa.

La cooperación en el marco de la IFR es de beneficio mutuo, lo cual responde muy bien a las actuales necesidades económicas de América Latina y el Caribe, y contribuye a un equilibrio entre la oferta y la demanda en ambos lados. La construcción conjunta de la Franja y la Ruta puede apoyar el crecimiento económico y la expansión del empleo en los países latinoamericanos y caribeños, y les ofrece una oportunidad para superar las crisis. Por otra parte, los productos agrícolas y alimentarios importados desde América Latina y el Caribe garantizan la seguridad alimentaria de China, y los minerales satisfacen su demanda de producción y de consumo.

La región de América Latina y el Caribe es actualmente el segundo mayor destino de las inversiones de China, y la mayoría de las inversiones chinas han logrado un buen desempeño comercial. Además, esta región tiene una urgente demanda de cooperación en la construcción de infraestructura con China.

"Como el proveedor más estable del mundo, China es capaz de satisfacer la demanda de América Latina y el Caribe en su recuperación económica. Esto refleja que ambas partes vienen aprovechando efectivamente las ventajas de cada una para llevar a cabo una cooperación comercial mutuamente beneficiosa", manifiesta Zhou Mi, subdirector del Instituto de Estudios Americanos y Oceánicos de la Academia China de Comercio Internacional y Cooperación Económica.

 

Cooperación pese a la pandemia

La agenda de compromisos alcanzados en el marco de la IFR ha permitido impulsar la cooperación en infraestructura, tecnología y otros varios sectores a lo largo de la región latinoamericana y caribeña, lo cual comienza a dar frutos tangibles como puertos, carreteras, ferrocarriles, centrales hidroeléctricas, entre muchos otros.

En los últimos años, la cooperación entre China y los países latinoamericanos y caribeños para construir la Franja y la Ruta ha seguido profundizándose. En América Latina y el Caribe hay más de 2 mil 700 empresas chinas que destinan cada vez más dinero a los campos de las telecomunicaciones, el inmobiliario, los alimentos, las energías renovables, entre otros, lo cual ha ayudado a mejorar las infraestructuras locales, así como a diversificar las alternativas de los consumidores. En los últimos 20 años, China ha puesto en uso o en construcción 138 proyectos de infraestructura en América Latina y el Caribe, con un capital de proyecto total de más de 94 mil millones de dólares, creando más de 600 mil empleos locales.

Desde el estallido de la pandemia de covid-19, el desarrollo económico y social de todos los países se ha visto gravemente afectado. Sin embargo, el ímpetu del desarrollo de la cooperación entre China y América Latina y el Caribe en infraestructura no se vio ralentizado. Y la cooperación económica entre las partes ha continuado reforzándose a un ritmo acelerado.

El valor total del comercio entre China y América Latina y el Caribe registró un nuevo máximo en 2021, con más de 450 mil millones de dólares, pese a la incertidumbre en la economía mundial y las vicisitudes causadas por la pandemia. En 2021, las exportaciones latinoamericanas y caribeñas a China alcanzaron unos 222 mil 582 millones de dólares, con un incremento del 31.4 por ciento respecto al año anterior, y las exportaciones chinas a América Latina y el Caribe alcanzaron 229 mil 9 millones de dólares, con un aumento interanual del 52 por ciento, de acuerdo con las aduanas chinas. China sigue siendo el segundo mayor socio comercial de la región.

Expertos chinos y latinoamericanos indicaron que la recuperación económica de las dos partes es la razón principal del crecimiento, y añadieron que la profundización del intercambio comercial bajo la pandemia refleja una fuerte complementariedad y demuestra plenamente el reconocimiento de la Iniciativa de la Franja y la Ruta de los socios latinoamericanos y caribeños.

 

Promisorio comercio bilateral

En el comercio bilateral todavía existe un gran potencial que puede ser explorado. A pesar de la incertidumbre en la economía latinoamericana y caribeña, el mercado chino es enorme y la demanda básica de América Latina y el Caribe continuará. Además, la pandemia ha aumentado la posibilidad de cooperación comercial de servicios en línea entre China y América Latina y el Caribe, como consultas médicas en línea y enseñanza a distancia. A medida que se controle la pandemia, los servicios tradicionales, como el turismo, se van a recuperar gradualmente, lo que impulsará aún más el comercio entre las dos partes. Con un número creciente de socios, una base cada vez más sólida y perspectivas aún más amplias de cooperación, la construcción conjunta de la IFR abrirá sin duda nuevas perspectivas de desarrollo para el mundo de la pospandemia.

China trabajará junto con la comunidad internacional para continuar impulsando la cooperación de alta calidad de la Franja y la Ruta, convirtiendo la iniciativa en una "franja de desarrollo" beneficiosa para el mundo y una "ruta de felicidad" favorable para los pueblos de los diversos países.

 


Escrito por China Hoy

ghjk,l.


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