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Este país tiene una posición geoestratégica excepcional. Cuenta con más de un millón 600 mil kilómetros cuadrados de superficie entre las costas del Golfo Pérsico y el Mar Caspio. Sus posiciones dominan esas costas, los accesos al Golfo de Omán y al Mar Arábigo, al Cáucaso, a Oriente Próximo y a los países de Asia Central. Asimismo, su sociedad es heredera de los persas y baluarte de la tradición cultural chiita del Islam, que encabezan los Ayatolás, figuras líderes de su Estado. También tiene muchos recursos, especialmente minerales. Es el cuarto país con reservas probadas de crudo y el quinto productor mundial de petróleo (cuatro mil 700 barriles diarios). Todo eso, y más, hace de Irán un país privilegiado. Por un lado, es importante para las relaciones económicas mundiales; pero, al mismo tiempo, constituye una pieza de territorio muy suculenta para quien la controle.
El interés por dominar ese espacio no es nuevo, ni mucho menos. Los halcones clásicos de la diplomacia estadounidense Zbigniew Brzezinski y Henry Kissinger procuraban orientar la política exterior de su país hacia ese objetivo desde el Siglo XX. Empleando eufemismos en sus manuscritos, ambos promovían un supuesto “entendimiento”. Aunque, en realidad, la verificación de la geopolítica norteamericana ha conducido hacia el aislamiento o sometimiento de Irán, cuyo Estado era y es profundamente antiamericano. En 1997, Brzezinski preveía (en El gran tablero mundial) un peligro existencial para Estados Unidos (EE. UU.) en el caso de que aparecieran lazos estratégicos comunes entre Rusia, China e Irán. Esta situación debía evitarse a toda costa. Kissinger, partidario de negociar con Irán, leía a este país como sujeto contrario a la hegemonía global del “orden mundial wesfaliano”. Este “orden” es la concepción occidental de un mundo dominado por estadounidenses y comparsas y regulado mediante instituciones como la ONU que, en principio –desgraciadamente sólo en principio–, gestionen la armonía entre Estados, haciendo respetar los derechos de cada nación. El modelo “westfaliano” se impuso en 1945. Pero no todos los países se alinean con él. Irán no lo hace desde 1979, cuando su Revolución islámica tumbó la monarquía del Sah que patrocinaban las economías occidentales. A raíz de esto, Teherán se declara abiertamente enemigo del “orden” de Washington. Kissinger dice que Irán participa en los organismos de la “comunidad internacional”, pero que simultáneamente les opone una visión alterna de “orden”, en la que encontrarían consideraciones privilegiadas los fieles al Islam, quedando excluidos los liberales occidentales (cfr. Orden mundial, 2016).
Es cierto que la argumentación geopolítica iraní recuperada por este autor parte del fundamentalismo religioso. No obstante, me parece susceptible de una lectura política distinta. Acaso sea simplemente la manifestación ideológica de una resistencia contra las tentativas occidentales de intrusión en el ámbito doméstico iraní. Esto puede reforzarse al constatar que tal intervencionismo está muy vivo, pues los estadounidenses y la OTAN mantienen bases militares en el área palestina, el Cáucaso, la costa noreste de la Península Arábiga, Irak, Turquía, Pakistán, entre otros puntos que envuelven a Irán (elordenmundial.com, 5-10-21). En una palabra, la negociación aconsejada por Kissinger está –y ha estado– materialmente descartada. La alternativa que Occidente ofrece es: “negocia” o te haremos “negociar”.
No es gratuito, entonces, que países interesados en su independencia y atacados por Occidente, especialmente China y Rusia, procuren estrechar lazos mutuamente benéficos con Teherán. Pero, ante esta vía, tampoco es casualidad que el territorio iraní sea objetivo principal de las proyecciones estratégicas de Israel, títere de EE. UU. Es más, hoy, la principal inversión militar norteamericana –proporcionalmente superior a Ucrania– son los más de 18 mil millones de dólares invertidos, entre octubre de 2023 y octubre de 2024, en favor de Tel Aviv y las bases estadounidenses de Oriente Próximo (Los Ángeles Times, 7-10-24). Sumando a lo anterior las retóricas antiiraníes de los candidatos presidenciales Kamala Harris y Donald Trump, y teniendo en consideración los crecientes ataques mediáticos de las cadenas noticiosas de Occidente en contra de Irán, es posible que estemos ante la amenaza de una nueva guerra imperial contra los herederos de Persia. La consecuencia natural es que Teherán vuelva a insinuar o a hablar abiertamente sobre romper con las regulaciones internacionales de los dispositivos de destrucción masiva para poder desarrollar armas nucleares propias.
Durante el gobierno de Napoleón, Francia vivió una época brillante para la ciencia, se hablaba del Imperio de las Ciencias.
En este artículo se explica por qué sostener que el arte es un reflejo de la sociedad, así a secas, distorsiona y mutila el papel de la actividad artística y de los artistas.
La transformación mutua de lo ideal y lo material supone que la actividad material del ser humano social produce no sólo un objeto material, sino también un producto ideal.
El ser humano ha entendido las diferentes formas de vida a través de la observación, distinguiendo las similitudes y diferencias de los organismos.
El verdadero futuro de la izquierda mexicana no se lo dará el juego electoral ni las luchas económicas por más que éstas beneficien a las grandes mayorías empobrecidas.
La cinta que hoy comento, amable lector, es también una obra de arte con ese mismo sentido de denuncia hacia la ideología nazi-fascista y sus aplicaciones en el terreno práctico.
Los rarámuris sufren terriblemente por la pobreza, la discriminación y marginación social de la que son víctimas.
“Nikolái Lenin, el líder ruso, es la figura revolucionaria que brilla más en el caos de las condiciones existentes en todo el mundo, porque se halla al frente de un movimiento que tiene que provocar ... la gran revolución mundial que ya está llamando a las puertas de todos los pueblos".
En 1921, Walter Benjamin adquirió un cuadro del “pintor expresionista Paul Klee titulado Angelus Novus , en el que podemos ver un ángel que parece petrificado en el tiempo y el espacio.
La presencia del Cota moderno en Tomis causa mucho menos extrañeza que la provocada por Ovidio dos mil años antes.
Los matemáticos no sólo eran conocedores de la génesis de su disciplina, sino que ejercían una alta valoración de la Historia de la Matemática.
El costo de la guerra de Kiev contra las poblaciones rusoparlantes de Ucrania lo están pagando principalmente los europeos mientras que el de la guerra contra los árabes de Palestina lo están pagando los estadounidenses.
Ocupa un edificio del siglo XVIII que en la época colonial funcionó como cárcel.
Harald Helfgott saltó a la fama mundial en 2012 cuando presentó a la comunidad matemática la demostración de la conjetura débil de Goldbach.
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Escrito por Anaximandro Pérez
Doctor en Historia y Civilizaciones por la École de Hautes Étus en Sciences Sociales (EHESS) de París, Francia.