Cargando, por favor espere...
El pleno empleo es un concepto económico que hace referencia al propósito del Estado capitalista de proveer de trabajo a todos los ciudadanos en edad laboral y que deseen trabajar. Según Keynes, con ello se garantiza el uso eficiente de los recursos humanos y productivos y de las inversiones. Para el equilibrio económico y para la bonanza de los países, es deseable el pleno empleo. Nadie pondría en juicio que ése debería ser el mejor escenario para los ciudadanos de cualquier país. Si algo pesa sobre un hombre es no tener un trabajo que le permita sentirse útil o por lo menos que le proporcione los satisfactores de vida necesarios para él y los suyos. Por mucho tiempo se insistió en que, con el modelo económico neoliberal, y las leyes del mercado que regulan la vida de los hombres, las economías tenderían al pleno empleo y que si bien habría desempleo, los niveles de éste serían tan bajos o normales porque las personas estarían en la posibilidad de encontrar un trabajo o simplemente porque estarían dándose un descanso.
Sin embargo, con el paso de los años va quedado claro que las economías de los países no tienden al pleno empleo y que, muy al contrario, lo más común en todas ellas es el gran número de desempleados que tienen. Por ejemplo, en la otrora poderosa primera economía del mundo, Estados Unidos (EE. UU.), el desempleo es del 3.9 por ciento y desde el año 2000 no ha tenido mejoría. Y aunque la cifra parece pequeña, los problemas de la economía estadounidense para generar empleos han impactado directamente en nuestros migrantes; porque por un lado sus labores representan fabulosas ganancias para las empresas de EE. UU. pero, por el otro, dejan desprotegida de empleo a la población local, lo que genera escozor en su clase gobernante. En México, las cosas no van mejor, porque aunque el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) reporta que la tasa de desempleo es del 3.4 por ciento, los analistas e investigadores critican sumamente a esta oficina, porque afirman que dicha cifra no mide adecuadamente el desempleo. Entre otras cosas, dicen que el Inegi no debe considerar empleada a una persona que trabaja solo unas horas a la semana, o a las que trabajan en la informalidad; además, aducen que la tasa de participación laboral en México es baja con respecto a la de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). Si consideramos los mismos datos que el Inegi proporciona, la suma de los que trabajan en el sector informal, de los desempleados y los subocupados equivale al 70 por ciento de la población económicamente activa (PEA) en total vulnerabilidad. Esto explica la intensa movilidad interna de las personas que buscan desesperadamente un trabajo o las que deciden irse a EE. UU. Pero dentro del país son pocos los lugares que emplean a las personas; y con el endurecimiento de la política migratoria, las opciones de trabajo honrado se reducen.
Los datos revelan, una y otra vez, que el modelo económico ha fracasado en el mundo en su objetivo de dar pleno empleo. Algunos, como Phillips, en los años 70 llegaron a creer que inflación y desempleo van de la mano; que una inflación alta es conveniente porque entonces el desempleo sería muy bajo. Bajo esta lógica, las personas empleadas, al demandar más productos, provocan que se eleven los precios. Pero este escenario es preferible a uno donde la inflación sea baja y el desempleo alto. Pero tampoco esto ha sucedido, ya que lo que prevalece es una escalada de precios incontrolable y un desempleo que se incrementa en forma terrible, aunque en México el Secretario de Hacienda parezca ignorarlo.
Buscarle solución al desempleo en el modelo económico actual es tan incongruente como querer sanar al moribundo con un placebo. Los empresarios nunca están pensando en crear empleos, ni su preocupación es proporcionar bienestar a la población. Ellos solo piensan en lo jugoso del negocio, por tanto, utilizan la mano de obra que necesitan y cuando no le sirve la desechan o la mantienen latente, ya que la existencia de millones de desempleados les garantiza mano de obra barata y el control sobre la que tienen ocupada. Las contradicciones ahora son más notorias; las personas con bajos ingresos y sin empleo son la mayoría. Y si así van a continuar las cosas sería bueno revisar si seguimos por el mismo camino o bien ha llegado la hora de buscar nuevos horizontes.
Durante el sexenio que termina, se agudizaron las consecuencias del neoliberalismo, al que AMLO “erradicó” por decreto.
“Que apoye el gobierno a la gente, sobre todo a la gente que más lo necesita. No hay dinero, no alcanza para el gasto”.
El mundo de la plusvalía está en su última etapa, se ahoga en su propia riqueza.
En el 2004, se convirtió en una revista nacional y se trasladó a la Ciudad de México, un proyecto nacional editorial de análisis político de pensamiento libre, no atado al poder.
El 45 por ciento de las familias gastaron entre mil y 10 mil pesos, y 36 por ciento gastaron más de 10 mil pesos.
Aun con los "históricos" al SM en los años recientes, éste no alcanza todavía el nivel decoroso, digno para que los trabajadores vivan mejor… dichos aumentos no se han visto reflejados en los CCT; al mismo tiempo, se incrementaron la informalidad y la pobreza laboral.
La pandemia de coronavirus (Covid-19) ha evidenciado el grave abandono socioeconómico en el que viven cientos de miles de jornaleros y jornaleras en el país.
Ciudad de México.- El menor, un estudiante de alta capacidad cognitiva, mandó un mensaje al que será el próximo presidente de México, a los diputados y senadores, así como a los jóvenes que no han logrado entrar a la UNAM.
El salario mínimo que hay actualmente es insuficiente para garantizar la satisfacción de las necesidades de los trabajadores
La pobreza vive y con ella la angustia y el sufrimiento.
Condenó la manipulación humillante y grosera sobre el discurso de “ser pobres” usado en contra de los hijos del pueblo trabajador, y con mayor razón las clases medias, al avergonzarlos de llamarse pobres.
En el gobierno de López Obrador la pobreza no solo se perpetúa en la población mayoritaria de México sino que aumentó en 3.8 millones hasta sumar 55.7 millones de personas, cifra que sigue en ascenso.
“No hay condiciones para el desconfinamiento”, aseguró el alcalde de Chimalhuacán, quien recordó que los contagios aumentan todos los días.
Los olvidados es un filme sin concesión alguna a la moral dominante, a la hipocresía de esa misma moral podrida del orden social existente.
Aunque el hambre puede evitarse, en 2020, más de 690 millones de personas la padecieron y, este año, en plena era Covid-19, habrá más de 330 millones de hambrientos, privación que se opone a las multimillonarias ganancias de trasnacionales de la industria
Oaxaca de Juárez, dos años sin relleno sanitario
OMS aprueba nueva vacuna de mpox en niños
Rusia lanza misil balístico sin carga nuclear contra Ucrania
Denuncia Coordinadora Territorial del Pueblo de Mixquic acoso y violencia política
Frente Cívico Nacional definirá ruta para nuevo partido político
Aumenta trabajo infantil informal en el Centro Histórico de CDMX
Escrito por Capitán Nemo
COLUMNISTA