Cargando, por favor espere...
Las palabras y el pronóstico del exsecretario de Salud Julio Frenk, con que cierra el Reporte Especial de esta semana, sintetizan la opinión de diversos expertos y conocedores de la política de salud pública en México. En opinión de Frenk, el desastre creado por el gobierno de la “Cuarta Transformación” (4T) solo podrá superarse con un distinto equipo de salud, una política sanitaria efectiva, recursos presupuestales extraordinarios y años de esfuerzo sostenido; ni más ni menos que con otro gobierno, ya que en el presente sexenio esto no será posible.
Durante su campaña e inmediatamente después de su triunfo electoral, Andrés Manuel López Obrador prometió elevar el gasto público en salud destinando un punto porcentual del Producto Interno Bruto a ese rubro; se comprometió, después, a conseguir que los mexicanos contáramos con un servicio médico del nivel de los países más desarrollados, con atención y medicamentos gratuitos; nada de eso se convirtió en realidad.
No se cumplieron las promesas de un servicio médico de primer mundo y gratuito para todos los mexicanos; a cambio de esto, la población sufre los efectos de recortes presupuestales al sector salud y del desmantelamiento de instituciones y programas como el Seguro Popular o el programa de compras consolidadas de medicamentos e insumos para la atención en los institutos de salud pública.
Los problemas se agravaron con el fracaso del Insabi, hoy remplazado por el de IMSS-Bienestar que, de correr la misma suerte que su antecesor, pondría en peligro toda la experiencia acumulada en varias décadas. Los efectos de esta política se manifiestan ya en la fuerte reducción del número de personas con acceso al servicio médico público; desabasto de medicamentos en instituciones del sector salud; mayor desatención a los estratos de la población con menores ingresos y en los centros de población rural más alejados de hospitales, clínicas y centros de salud; y, finalmente, en un notable aumento, desde el inicio del sexenio, de la mortalidad por todo tipo de enfermedades. Éstos son los problemas resultantes de una política que para alguno de los especialistas consultados por buzos es una surrealista mezcla de malas decisiones, incompetencia e ignorancia.
A seis meses y unos cuantos días de finalizar el cuarto año del gobierno de la 4T no se cumplen una sola de sus promesas; al contrario, la Secretaría de Salud sufrió un severo recorte presupuestal, es decir, se dio continuidad a los recortes que habían comenzado en los últimos años del gobierno anterior y se agravó la situación al desaparecer el Seguro Popular y crearse el Insabi.
En vez de reforzar el sistema de salud con recursos, se hizo todo lo contrario: en los dos primeros años de gobierno de la 4T disminuyó el número de afiliados a las instituciones de salud pública; aumentó el número de pacientes atendidos por la medicina privada; el estrato de menores ingresos fue el más afectado con estas medidas, hasta reducir los afiliados de siete a cuatro de cada 10; por último, el número de muertes incrementó en varios millones, debido a una deficiente política de salud que dejó de atender no solamente la pandemia de Covid-19, sino todo tipo de enfermedades. Es imposible, por lo tanto, dejar de relacionar el aumento de la mortalidad en México con la política de salud implantada desde el inicio del gobierno actual.
La asignación para salud será de 66 mil millones de pesos, una cifra inferior a los 101 mil millones de pesos destinados a este sector en 2024.
Los incrementos tienen como objetivo disminuir el consumo de estos productos por considerarlos dañinos para la salud o al medio ambiente.
“Nosotros tenemos 200 pacientes, de los cuales el 90 por ciento han sido adoptados por los trabajadores, es cierto y triste decirlo”, aseguró Julieta Pérez, dirigente de la sección 82 del SNTSS.
Los mayores niveles de carencia se concentraron en el sur y centro del país, lo que pone en evidencia factores regionales.
En tanto, el número de muertes por la enfermedad causada por el SARS-CoV-2 llegó a 239 mil 79.
A pesar de que aún no entra con fuerza la variante del Covid-19, Ómicron Pirola, al menos 12 hospitales de México ya se encuentran saturados del 70 al 100 por ciento.
El Jefe del Ejecutivo anunció que el próximo domingo 1 de septiembre rendirá su último informe de Gobierno.
En estos últimos seis años retrocedimos escandalosamente en materia de salud. Ésta es, sin duda, en la historia del sistema mexicano, "la peor administración en materia de salud que hemos tenido", lamentó el especialista Octavio Gómez.
Muchas de las enfermedades “del mundo moderno” (cáncer, diabetes, hipertensión, asma, demencia) son producto de los “malos hábitos” alimenticios y falta de ejercicio.
El más reciente de los decesos ocurrió el 15 de febrero, con Ana Laura, de 28 años. Con ella, el número de mujeres víctimas ascendió a 35 y solo un hombre. Hay 79 positivos y la mortandad se elevó en 45.5%.
El consumo de azúcar entre la población creció considerablemente en los últimos años, incluso por encima de lo que recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Semar y Cofepris sancionaron 37 establecimientos de Baja California por manejar sin licencia sanitaria medicamentos controlados, entre otras irregularidades.
El problema de la ausencia de un gasto eficiente en materia de salud sexual se ha profundizado; desde 2018 hay mayor opacidad en el ejercicio del presupuesto.
Te mostramos a continuación las sedes donde podrás ir a recibir tu vacuna contra la Sars-CoV-2
Solo 13 estados garantizan a las mujeres la interrupción legal del embarazo.
Este es el saldo (hasta ahora) de los enfrentamientos entre Israel e Irán
La entrada de México a la globalización financiera
Guerra total de Trump contra inmigrantes en Los Ángeles
Al pueblo no le devolvieron nada
Dólar cotiza a menos de 19 pesos mexicanos
EE.UU. reemplaza torres de comunicaciones de Huawei en Panamá
Escrito por Redacción