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En el primer semestre del año, la pobreza afectó al 52.9 por ciento de la población de Argentina, un aumento en comparación con el mismo período del año anterior, cuando la cifra alcanzaba el 41.7 por ciento. Esta situación se produce en un contexto de inflación interanual del 236 por ciento, según informó el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec).
La crisis económica persistente en el país y la devaluación de la moneda local, implementada por el presidente ultraliberal Javier Milei al asumir el poder en diciembre pasado, provocó un derrumbe en el poder de compra de los salarios; asimismo, la reducción de subsidios al transporte y a los servicios generó un alza general en las tarifas.
Por su parte, el Observatorio de Deuda Social de la Universidad Católica Argentina (UCA) reportó un promedio de pobreza del 52 por ciento en el primer semestre de 2024, 12 puntos porcentuales más que el año pasado. Al respecto, Agustín Salvia, director del observatorio, señaló que el deterioro se notó en el primer trimestre, aunque la situación mostró signos de mejora en el segundo, estabilizándose entre el 46 y el 47 por ciento en el tercer trimestre.
Indicó que el aumento de la pobreza desde la llegada de Milei se atribuye, en parte, al cierre de comedores comunitarios y a la reducción de subsidios que sostenían a muchas familias. La Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia, en comunicación con Reuters, mencionó que el gobierno incrementó dos programas, la Asignación Universal por Hijo y la Tarjeta Alimentar; sin embargo, un relevamiento de comedores reveló que muchos no operaban o lo hacían de manera fraudulenta.
A pesar de que el gobierno logró reducir la inflación, está aún se encuentra entre las más altas del mundo. El ajuste económico ha deteriorado la actividad, impactando en el empleo y el consumo.
De acuerdo con el meteorólogo de Yucatán, si continúan así las lluvias, 10 municipios corren el riesgo de inundación.
El plantón permanecerá por tiempo indefinido, bajo protesta pacífica, pero incrementando las medidas de denuncia hasta que las demandas sean resueltas.
El actual racismo mexicano encuentra raíces hondas, aunque no únicas, en la estructura socioeconómica virreinal.
La falta de una estrategia de producción agropecuaria y el derroche en tres megaproyectos inútiles, entre otras, han contribuido a que el pueblo de México esté pasando hambre y profundizando sus altos niveles de pobreza.
Los programas sociales no sacan de la pobreza a sus beneficiarios y en el mediano y largo plazo serán un riesgo de mayor déficit para las finanzas públicas del Gobierno Federal.
La Comisión consideró que hay elementos suficientes para acreditar violaciones a la protección de la salud de los menores de edad. Además, deberán otorgarle atención médica vitalicia a la niña que sobrevivió
Desde 2016 Morelia, la capital, se halla en Alerta por Violencia de Género (AVG).
ha crecido la brecha socioeconómica: de un lado la mayoría empobrecidas y de otro un reducido sector de la clase poderosa y omnipotente.
La especulación mercantil inmobiliaria –uno de los negocios emblemáticos del modelo económico neoliberal sigue en marcha mediante la construcción de viviendas “populares de interés social” cuyos precios están fuera del alcance de la mayoría de las familia
Ciudad de México.- La población indígena del país se encuentra rezagada en educación por casi tres décadas con respecto al promedio nacional, que es el tercer de grado de secundaria. Los indígenas apenas llegan al quinto grado de la educación primaria, se
Sólo el 18 por ciento de los trabajadores percibía entre 10 mil y 20 mil pesos en enero de 2021; cifra que aumentó a 59 por ciento para abril de 2024.
Los superricos que existen en 2024 serán un grupo más pequeño en 2028.
La inmensa mayoría de los mexicanos viven en pobreza y pobreza extrema. “Con mil pesos ya no se puede comprar nada”, con esa forma lapidaria y precisa con que la gente suele llevar la estadística me comentó una señora.
También los pequeños comerciantes serán víctimas de que los nuevos gobernantes, como los anteriores, no quieran incomodar a las clases ricas y poderosas con pagos de impuestos sobre sus fabulosos ingresos.
Para los 10 millones que trabajan en microempresas, y muy probablemente también para los cuatro millones de las pequeñas, la Ley Federal del Trabajo (LFT) es letra muerta.
Escrito por Carolina Ruvalcaba
Periodista con casi 20 años de experiencia en el medio.