Cargando, por favor espere...
La noche del siete de diciembre de 2024, grupos opositores armados arrebataron el poder al gobierno de la república socialista Siria; este hecho no puede calificarse como una revolución, sino como un golpe de Estado, porque se trata de una acción militar contraria a los intereses del pueblo sirio, fraguada y ejecutada por grupos de mercenarios financiados, armados y entrenados por fuerzas externas, las mismas que acosaran al gobierno de Bashar al-Assad desde que asumiera el poder hace 24 años; las mismas fuerzas empeñadas en mantener la guerra expansionista contra la Federación rusa, paso obligado de los países imperialistas en su ansiado objetivo de dominar completamente el planeta Tierra.
Hasta ahora, todos los intentos del imperialismo (con Estados Unidos a la cabeza) para derrocar al gobierno sirio habían fracasado: sanciones económicas, campañas mediáticas internacionales, envío de tropas y bombardeos contra la población civil no rindieron los frutos esperados. El acoso permanente contra Siria es parte de la guerra de Occidente por lograr su objetivo más alto, que es el dominio mundial.
Rusia y Siria siempre fueron naciones aliadas contra el dominio unipolar. La guerra permanente contra Al-Assad no fue ajena a la guerra contra Rusia, planeada e iniciada en Ucrania; ahora es evidente que el golpe de Estado contra el gobierno sirio es otro paso para lograr el mismo objetivo: un mundo unipolar; así se explica por qué la prensa occidental ha dejado de llamar “terroristas” y ahora llama “libertadores” y “revolucionarios” a los mercenarios que han dado el golpe de Estado.
El ocho de diciembre, Siria amaneció con un gobierno títere; quedó atrás su independencia y retornó el peligro del colonialismo sufrido en otro tiempo. El Medio Oriente amaneció con una nueva correlación de fuerzas muy desfavorable que los países imperialistas aprovecharán, como saqueadores que son.
Pero no sólo para Siria y Medio Oriente fue un día funesto, sino para todos los países que se oponen a la existencia de un mundo unipolar y que ahora serán bombardeados ideológicamente desde esta nueva posición, tal como ocurre desde la Franja de Gaza y El Líbano.
La realidad, sin embargo, está en movimiento y no solamente los explotadores pueden dar sorpresas, como en el caso sirio; los pueblos también pueden concertar alianzas, ése es el camino a seguir para los que están a favor de un mundo multipolar.
La vacuna Sputnik V, que fue registrada el 11 de agosto, ya pasó los ensayos clínicos durante los cuales mostró "un perfil de seguridad muy bueno", según el subdirector del departamento científico del centro Gamaleya, Denís Logunov.
Medios estadounidenses temen que las sanciones de Occidente solo fortalezcan la alianza entre Rusia y China, poniendo en peligro al dólar como moneda de reserva internacional.
Vladimir Putin, presidente de Rusia, declaró que las acciones de la alianza en el mar Negro "van más allá de ciertos límites". Detalló que los bombarderos estratégicos vuelan a una distancia de 20 kilómetros de la frontera estatal de Rusia.
El Presidente de Rusia, Vladimir Putin, afirmó que si hay gente que quiere desplazarse y prestar asistencia a la gente que vive en Donbass, hay que "ayudarles a llegar a la zona" del conflicto.
La otanización del conjunto de Europa pasa también por “americanizar” la economía y la sociedad europeas, lo que es sinónimo de completar su conversión al capitalismo salvaje. La UE y su Constitución y Tratados se vienen encargando de ello.
Donald Trump arremetió contra la Administración de Joe Biden por crear la “guerra” entre Rusia y Ucrania.
La vacuna Sputnik V será gratuita para la población y tendrá carácter voluntario.
Esta vez, al imperialismo norteamericano no le favoreció el equilibrio de fuerzas en el mundo; no encontró inerme y solitario al gobierno sirio ni ha podido aislarlo de su pueblo.
A cambio de los recursos proporcionados por EE. UU. a Ucrania en su guerra contra Rusia, el país americano podrá acceder a los minerales raros ucranianos.
El sistema económico estadounidense se halla en decadencia; EE. UU. está empeñado en restituir el mundo bipolar que existió hasta la caída de la Unión Soviética en 1989; mientras, hoy en gran parte del orbe emerge un régimen de vida económico y político multipolar.
El 2 de febrero, la revista The Lancet publicó los resultados de la tercera fase de los ensayos clínicos de la vacuna, que la convierten en una de las más eficientes y seguras del mundo.
La prolongación del conflicto entre Rusia y Ucrania es ejemplo claro de que hay países interesados en que la guerra se extienda y se intensifique para acercarse a su objetivo de largo plazo: el dominio del planeta
Sputnik V es la primera vacuna mundial contra el Covid-19 que desarrolló Rusia
Lo que verdaderamente está en juego es precisamente la vigencia del neoliberalismo como política económica.
En esta guerra que promueve EE. UU., Ucrania es solo la puerta de entrada; de ahí a Rusia, y como destino final, China, el gran adversario económico al que no puede vencer y que tiene en jaque al poderío americano establecido desde 1945.
Gran Guerra Patria, la fase más atroz de la lucha de clases bajo el Imperialismo
El legado político-moral de la victoria soviética sobre el nazifascismo
El Día de la Victoria Soviética
Línea B del Metro reanuda servicio tras falla en las vías
Robert Prevost es el nuevo papa; estas son sus primeras palabras
Escrito por Redacción