Cargando, por favor espere...

Desabasto de agua: urge declaratoria de desastre natural
La inminencia de un desastre que ocasionaría miles de muertes no es una advertencia alarmista e irresponsable; se basa en los registros estadísticos de muchos años, que muestran cómo el desabasto de agua se ha hecho cada vez más grave.
Cargando...

Especialistas y funcionarios conocedores del grave problema hídrico que afecta al país desde hace muchos años han advertido del peligro que amenaza a millones de mexicanos por la escasez de agua que está a punto de alcanzar su nivel extremo: la falta total del vital líquido.

Se encuentra en riesgo la subsistencia de millones de habitantes de regiones enteras del país, entre las que destaca la Zona Metropolitana del Valle de México, es decir, la capital de la República, con decenas de colonias ubicadas en sus 16 alcaldías y muchos municipios conurbados del Estado de México, que albergan a millones de mexicanos.

La inminencia de un desastre que ocasionaría miles de muertes no es una advertencia alarmista e irresponsable; se basa en los registros estadísticos de muchos años, que muestran cómo el desabasto de agua se ha hecho cada vez más grave, hasta llegar a 2023, cuando la crisis llegó a su punto más alto, causando estragos en municipios y decenas de alcaldías.

El problema no es nuevo, pero se ha ido agravando cuando menos desde hace una década; y en este año, según la tendencia que muestran los registros, la sequía va a llegar a su punto más alto: la crisis hídrica. Especialistas estiman que en abril y mayo de este año se presentará la sequía más severa y anuncian que el “día cero” tiene un plazo no mayor que los primeros días de junio. Este pronóstico no es descabellado; se basa en el hecho que el desabasto de agua ya lo sufren millones de habitantes de la Zona Metropolitana del Valle de México.

El grito de alerta de los estudiosos del problema está dirigido a quienes tienen el deber y la responsabilidad de atender las necesidades más urgentes de la población, a quienes manejan los recursos públicos y priorizan su aplicación.

La situación actual y la que se aproxima en unas semanas hacen necesaria una declaratoria de desastre natural que obligaría a los gobiernos Federal y estatales, a las dependencias, instituciones y a la población en su conjunto a tomar medidas de emergencia para salvar la vida de muchos miles, quizás millones, de mexicanos; pero las autoridades siguen sin hacer caso a esta alerta, no se toma en serio la llegada del “día cero” o se pospone la fecha de su posible llegada, aunque es cada vez más claro que la declaratoria de desastre natural es un asunto de vida o muerte. 


Escrito por Redacción


Notas relacionadas

Los usuarios enfrentan problemas como la venta ilegal de agua destinada al servicio gratuito, malas condiciones en las pipas, contaminación del agua, insalubridad y la falta de vigilancia.

Ante la falta de agua en sus domicilios desde hace más de cinco años, jóvenes y adultos, hombres y mujeres por igual, unieron sus voces en una lucha que denominaron “Cubetas vacías”.

“El agua es nuestro derecho”, “sin agua no hay vida”, son consignas de miles de mexicanos que cada día tienen menos agua debido a una falta de estrategia hídrica.

Claro, es mucho más fácil proponer ocurrencias que esforzarse en usar la lógica crítica y científica para proponer estrategias.

Las intensas lluvias también permitieron una recuperación en las presas del Sistema Cutzamala.

La población desocupada aumentó de 4.2% a 5.5% entre mayo y junio, es decir 901,000 mexicanos, para sumar 2.8 millones, señaló el instituto.

La petición se realizó ante la Secretaría de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil y al Sistema de Aguas.

“El costo de este desastre lo vamos a tener que enfrentar más tarde o temprano, me parece que entre más temprano será mejor".

La extracción de agua de los almacenamientos o acuíferos subterráneos provoca mayor hundimiento en la capital de la República y la Zona Metropolitana del Valle de México.

El Gobierno de Morena en la Ciudad es omiso para desarrollar infraestructuras hídricas en la zona oriente CDMX.

Han pasado ya 30 años del llamado “error de diciembre”, que se produjo en 1994 durante el cambio de gobierno entre Carlos Salinas de Gortari y Ernesto Zedillo Ponce de León.

Por desgracia, el gobierno no tiene ni la más remota idea de la magnitud del problema, mucho menos de las acciones necesarias ni de la cuantía de los recursos necesarios; su preocupación se centra en el reparto de tarjetitas, sobornos electorales.

El cuerpo de las personas mayores no puede disipar el calor tanto como el de los más jóvenes, debido a problemas de salud crónicos y el consumo de medicamentos, lo que incrementa el riesgo de presentar severos daños.

Para contrarrestar la creciente crisis de escasez en agua potable, México debe destinar por lo menos el 1.56 por ciento del PIB en infraestructura hídrica, durante el 2024.

No se surtieron medicamentos para pacientes con cáncer, VIH, esquizofrenia, así como vacunas y tratamientos para hipertensión, insuficiencia cardiaca, cisticercosis, entre otros.