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Cuando se pensaba que las reformas impulsados por el presidente López Obrador y Morena no podían ser peores, el 15 de enero se informó en el Senado de la República, sobre un paquete de iniciativas para modificar la Constitución y otras leyes, que podrían cambiar sustancialmente nuestro sistema de justicia. Informalmente se conocieron algunos de los cambios que se pretenden hacer. Aquí señalamos sólo algunos de los que más deberían preocuparnos a todos.
Se pretende que el arraigo, que consiste en privar de la libertad a alguien mientras la autoridad investiga y obtiene pruebas para acusarlo penalmente, se aplique en la investigación de cualquier delito (y no sólo en delincuencia organizada como actualmente sucede). Y esto se pretende hacer a pesar de que el arraigo ya fue calificado como un tipo de detención arbitraria y, por tanto, violatorio de derechos humanos por la Corte Interamericana de Derechos Humanos y otros organismos internacionales.
Se quiere desarticular el sistema penal actual, que se implementó a partir de la reforma constitucional de 2008, pues desaparecerá el Juez de Control (encargado de vigilar el respeto a los derechos de las partes y garantizar la imparcialidad en la investigación) estableciendo la participación de un solo juez en la investigación y en el juicio penal; desaparecerá el auto de vinculación a proceso y la obligación de analizar la legalidad de la detención, permitiendo en algunos casos que el Ministerio Público sea quien decida sobre la libertad del detenido, sin la intervención de un juez.
Otros cambios que se prevén son: establecer la presunción de que alguien sea considerado responsable de la comisión de algún ilícito cuando se niegue a participar en la investigación o en algún peritaje; permitir que las pruebas obtenidas ilícitamente (por ejemplo mediante tortura, espionaje o violando derechos humanos) eventualmente puedan ser validadas por el juez y tomadas en cuenta para resolver en el proceso penal; y facilitar a la autoridad la intervención de líneas telefónicas u otro medio de comunicación de cualquier persona, no sólo en el caso de que exista una investigación penal en curso, sino también por cualquier asunto fiscal o electoral.
Además, se plantea la creación de un Código Penal Nacional; y la designación de jueces y magistrados federales especializados, que juzgarán delitos de corrupción y delitos cometidos contra la administración de justicia, que no serán nombrados por el Poder Judicial como normalmente ocurre, sino por el Senado, a propuesta del Presidente de la República.
Afirmamos que estas reformas serían un serio retroceso de nuestro estado de derecho, que echarían por la borda controles y equilibrios en el sistema mexicano que con mucho esfuerzo se lograron construir, reviviendo aquel sistema atrasado, inquisitivo y represor que fomentaba la persecución por consigna del Ejecutivo, donde se inventaban historias, pruebas y culpables. En caso de discutirse y aprobarse, con estas reformas, estaríamos presenciando la instauración de una dictadura legal, en detrimento del pueblo mexicano. Que conste.
El crecimiento de la economía sí importa. No cabe esperar un mejor reparto de la riqueza nacional si no crece lo que hay que repartir.
El objetivo de AMLO de descuartizar la democracia, aniquilarla a través del INE, le está resultando complicado, como lo evidenció la protesta nacional realizada en más de 100 ciudades del país, en contra del Plan b.
Normalistas sostienen que el Jefe del Ejecutivo continúa mintiendo sobre lo sucedido en Iguala hace casi 10 años.
Esa subordinación ciega, sin rechistar nada sólo ha impedido a Claudia escuchar, atender y resolver los problemas de la Ciudad de México.
La UNAM se refirió al documento que estuvo circulando en redes sociales el pasado fin de semana con los proyectos de López Obrador.
Colectivos de madres buscadoras realizaron manifestaciones en al menos nueve entidades del país.
“Asegurar que la pobreza o la falta de oportunidades llevan necesariamente a los jóvenes a delinquir es una visión incompleta del problema".
Cabe destacar que la Corte no despenalizó el aborto en Veracruz. El proyecto, que buscaba que el Congreso local reformará los artículos 140, 150 y 154 del Código Penal estatal.
Hay un elemento que AMLO no quiere tocar: la urgente necesidad de emprender una reforma fiscal progresiva.
Gobierno federal los contrata y hoy los desconoce.
Las campañas políticas previas a las elecciones del dos de junio transcurren en un ambiente de violencia pocas veces visto; actores de perturbación son el crimen organizado y algunas autoridades del Gobierno Federal.
Algo visible del presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), es que cuando más se le replica tras sus declaraciones sobre algún tema, sean verdaderas o falsas, más se enfada, se enoja y más acciones prepara y realiza contra sus “enemigos”.
Después de este primer año de haber ganado la elección y 6 meses de gobierno fallido, ya hay acuerdos y el gobierno estaría entendiendo que debe generar alianzas con el poder económico y político.
La huelga durante el gobierno del morenista López Obrador es el segundo paro en 51 años de historia de la agencia de noticias. El primer cese de labores fue en 1993, y duró dos horas.
La concentración está apegada a derecho, por lo que no se viola ninguna ley. "Nos parece grave que se empiece a perfilar en el país ese tipo de prácticas, de reprimirnos"
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Escrito por Maribel Rodríguez
Abogada, especialista en Derecho Constitucional.