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Todo mundo sabe que, con frecuencia, el Presidente de la República hace afirmaciones alejadas de la verdad; hay especialistas que hasta han llegado a cuantificarlas. Esta vez me interesa referirme a la situación social de nuestro país en lo relacionado con la distribución de la riqueza. Si bien es cierto que el Presidente ha hablado y habla acerca de los pobres, que sabe que existen, y ha diseñado programas para aliviar su condición, también es cierto y evidente que no considera que ello sea el principal problema de nuestro país. Para él, el principal problema es la corrupción y a combatirla dedica gran parte de su discurso y sus acciones de gobierno; precisamente, por estos días, se lleva a cabo un importante proceso en contra de un funcionario del sexenio pasado, proceso que se considera por parte de la 4T como un gran éxito de gobierno.
Aunque la corrupción es un grave problema y tiene que ser combatida, no es el principal problema de nuestro país; lo que lo lacera y destruye todos los días es la injusta distribución de la riqueza. La corrupción no es la causa, es la consecuencia del modelo económico neoliberal que, aunque se diga lo contrario, sigue existiendo de manera vigorosa y generalizada. Si hablamos de ganancias, de ganancias exageradas, un lujo, como lo dijo hace unos días el propio Presidente de la República, ellas no existen como consecuencia de la corrupción, sino como resultado del aprovechamiento de tal modelo económico.
Si hablamos de los beneficios o riquezas mal habidas, ya no de los empresarios que ganan y se dan lujos, sino de los servidores del Estado de todos los niveles, éstos existen y se reproducen como consecuencia de un modelo económico que –y también aquí contrariamente a todo lo que se declara– cancela completamente la concientización del pueblo y su organización para que funcione eficientemente como vigilante, como contrapeso de los funcionarios corruptos quienes, ante la inconsciencia y dispersión del pueblo, deben ser escrutados, denunciados, juzgados y sentenciados por sus propios pares del Estado. Vivimos en un régimen en el que la vigilancia de las corruptelas de los miembros del Estado se confía a los propios miembros del Estado, por eso la corrupción es endémica y parece indestructible.
Por tanto, en el modelo económico en vigor, la corrupción es consecuencia, no causa, de la injusta distribución de la riqueza y del modelo económico que la prohíja y fortalece. “La caída económica no necesariamente va a significar en la misma proporción una caída en la calidad de la vida de los mexicanos”, dijo en su conferencia matutina hace unos días el Presidente, y añadió optimistamente, “con el modelo nuestro se está demostrando cómo se puede caer la economía y no significa que haya más pobreza porque el Estado, que antes no se utilizaba para atender a los pobres, ahora tiene como función principal el garantizar el bienestar de la gente”.
Muy respetables las opiniones del señor Presidente de la República, distribuidas con todo el poder de comunicación del Estado, pero no corresponden a la realidad. Los 22 millones de mexicanos que resultaron beneficiados con los programas presidenciales, a los que tuvieron acceso quienes fueron considerados simpatizantes de Morena por los que levantaron escrupulosamente las listas de los agraciados, fueron seleccionados cuantitativa y cualitativamente antes de la terrible pandemia que nos azota, esto quiere decir que los afectados son ahora muchos más y pertenecen a otros sectores vulnerables de la población que no fueron incluidos en los programas que tanto enorgullecen al Presidente.
Pero, además, es necesario no olvidar por ningún motivo que esos programas fueron concebidos como ayudas, como complementos al ingreso que ya tenían ciertos sectores vulnerables. Ahora la situación es radicalmente distinta, los pobres, los que están en situación desesperada, primero, están entre los 22 millones de beneficiados originales, pero muchos de ellos han perdido totalmente los ingresos a complementar; segundo, son muchos más los ahora afectados y, tercero, pertenecen a otros sectores que, en su origen, no fueron considerados como elegibles para obtener apoyos. Contra lo declarado, la pobreza y el hambre están creciendo escandalosamente.
El Coneval tiene los datos. En un estudio sobre las consecuencias de la pandemia señala que se espera un aumento de la pobreza extrema –subrayo, de la pobreza extrema– de 21 millones de personas en 2018, a 31.7 millones en 2020; y de la pobreza en general, de 61.1 millones a 70.9 millones de mexicanos. Escalofriante. Tengo claro que Andrés Manuel López Obrador desprecia los datos cuando lo contradicen, pero ahora no solo están los datos, está la realidad gritando, los mexicanos de las zonas rurales y de las colonias populares han cambiado su dieta y la han adaptado a sus nuevas condiciones, comen poco, mal, con base en calorías para obtener energía y, con frecuencia, solo dos veces al día; más allá de los datos, basta mezclarse, vivir entre el pueblo para saber que su situación no mejora un ápice por el encendido y publicitado combate a la corrupción emprendido por la clase gobernante.
Y claro está, una vez que no se instrumentan políticas públicas para atenuar la injusta distribución de la riqueza, una vez que se considera ése un problema subordinado o, como se dice, resuelto con los programas de ayuda del sexenio, la escandalosa concentración de la riqueza sigue su curso. Dice la organización no gubernamental Oxfam que desde que empezó el confinamiento, en marzo de 2020, hay ocho nuevos multimillonarios en América Latina y el Caribe; y que las personas más ricas incrementaron sus fortunas en 48 mil 200 millones de dólares. Walmart de México y Centroamérica, Soriana, Chedraui y La Comer, registran un incremento de sus ventas netas desde 5.4 por ciento hasta 28.3 por ciento en el primer semestre de 2020, en comparación con igual periodo de 2019. En conjunto, las empresas suman ingresos por 501 mil 386 millones de pesos; esto es, 50 mil 317 millones más en el periodo que se compara.
En la otra cara de la realidad, 150 mil pequeñas tiendas se han ido a la bancarrota. Precisamente por todo ello deben de analizarse con mucho cuidado las palabras del Presidente cuando dice: “Con el modelo nuestro se está demostrando cómo se puede caer la economía y no significa que haya más pobreza porque el Estado, que antes no se utilizaba para atender a los pobres, ahora tiene como función principal el garantizar el bienestar de la gente”. ¿Usted cómo la ve?
La mitad de la población con menos recursos tiene más deudas que bienes y los hogares más adinerados engloban cerca de 79 por ciento de la riqueza.
Las tormentas tropicales causan inundaciones, deslaves, la muerte de varias personas, el derrumbe de casas, la suspensión de clases en escuelas y el bloqueo de vías de comunicación.
Las noticias cotidianas denuncian los efectos reales de la pandemia, la poca efectividad del combate contra ésta, las mentiras de la recuperación económica y el hecho de que los gobiernos abandonaron a los ciudadanos a su suerte.
No hay duda, el poeta asume un compromiso con su época; se concibe como un medio para hacer llegar su mensaje a las masas.
Un informe elaborado por el Instituto Belisario Domínguez concuerda con varios organismos internacionales en el sentido de que la pandemia ha profundizado las brechas la desigualdad en México y en ALC.
Para contribuir al gasto del hogar, los más pequeños eligen ayudar al gasto de sus padres.
“Que apoye el gobierno a la gente, sobre todo a la gente que más lo necesita. No hay dinero, no alcanza para el gasto”.
Morena, congruente con su ideario político, lo que pretendía y logró fue: mantener la pobreza subsidiándola. No hubo ninguna sola reforma que atentara contra la desigualdad, todas estaban encaminadas a sostenerla.
Llegaremos al 2030 con enormes masas de hombres y mujeres viviendo en casas mal construidas y peor terminadas, en colonias muy alejadas de sus centros de trabajo y con carencia de servicios básicos.
En el 2004, se convirtió en una revista nacional y se trasladó a la Ciudad de México, un proyecto nacional editorial de análisis político de pensamiento libre, no atado al poder.
La Comisión consideró que hay elementos suficientes para acreditar violaciones a la protección de la salud de los menores de edad. Además, deberán otorgarle atención médica vitalicia a la niña que sobrevivió
La visita a la Colonia Tepenepantla fue el escenario ideal, por su evidente pobreza, para el video promocional del entonces aspirante a candidato presidencial de la República Mexicana, AMLO.
La líder social en Yucatán, Aleida Ramírez Huerta, sentenció que si las demandas básicas de los yucatecos más pobres continúan sin resolverse, realizarán una manifestación en la capital, "hasta que el Gobernador nos reciba”.
Ciudad de México.- Durante el segundo trimestre de 2018, 30.3 millones de trabajadores se desenvolvieron bajo la ‘sombra’ de la informalidad, cifra que representó un incremento de 3.3 por ciento anual, informó el Instituto Nacional de Estadística y Geogra
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Escrito por Omar Carreón Abud
Ingeniero Agrónomo por la Universidad Autónoma Chapingo y luchador social. Autor del libro "Reivindicar la verdad".