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Los medios de comunicación al servicio del imperialismo no han podido ocultar que Estados Unidos (EE. UU.) es el país que ocupa el primer lugar en número de contagiados por coronavirus y ha superado la cantidad de muertes ocurridas en la República Popular China por esa misma causa. Todos esos medios serviles no reconocen sus críticas erróneas al coloso asiático y lo atinado de las medidas que lo ayudaron a superar la pandemia, que ahora avanza sobre EE. UU. y llena de pánico a su población.
Los propagandistas del imperio que se atrevieron a acusar al gobierno chino de autoritarismo, enmudecen ahora, cuando los gobiernos de EE. UU. y de otros países capitalistas se ven obligados a emplear medidas semejantes después de haberse negado a ello por muchos días. En México tampoco faltaron políticos que, ante los primeros contagios en Europa, se atrevieran a afirmar que aquí no pasaría nada, imitando la actitud de Donald Trump, que se reía de quienes proponían medidas de prevención contra la nueva enfermedad.
Igual que a otros países pobres, la pandemia llegó a México cuando el gobierno de la “Cuarta Transformación” (4T) aún no tomaba ninguna medida para enfrentarla. No solo se dejó de actuar rápidamente y de implementarse las medidas sanitarias oportunas; sino que los programas de apoyo a las capas más pobres de la población no se habían cumplido como prometió Morena en su campaña electoral y reiteró apenas su candidato asumió la Presidencia. Por el contrario, antes de cumplir el primer año del presente sexenio, el desabasto de medicamentos, equipo y personal médico ya se había agudizado en el sistema de salud pública del país; el Seguro Popular, institución de la que se enorgullecía tanto el gobierno anterior, fue borrado del mapa y sustituido por algo que aún no toma forma concreta.
Pero el Covid-19 no es el culpable de los pesimistas pronósticos relativos al Producto Interno Bruto (PIB), de la inestable actividad financiera, la confianza de los inversionistas en picada ni del constante aumento de los precios, sobre todo de los productos de consumo básico; todos estos factores son consecuencias de la política general de un gobierno capitalista. Antes de que se declarara la pandemia, la situación general anunciaba, en México, un crítico aumento del desempleo, disminución del poder adquisitivo, baja de la producción y más desempleo: síntomas típicos de la crisis económica o de la recesión, como la llaman los modernos economistas.
Así encuentra a México el coronavirus: con una economía debilitada, y algunos especialistas afirman que desplomada; y no solo a causa de la impericia, torpeza y negligencia de los neoliberales gobiernos anteriores, sino también del actual, como puede colegirse del desmantelamiento previo del sistema nacional de salud. El Covid-19 encuentra a México en una crisis multifacética: una de sus caras es el sector salud; las otras corresponden a la economía en general.
Ahora que toma medidas la 4T, como otros países se ven obligados a hacerlo, el gran capital pide consideraciones especiales, solicitando “estímulos” fiscales o condonaciones; los empresarios sienten que ellos influyeron en el triunfo electoral del actual gobierno y esperan de él una respuesta favorable.
Antes de la llegada del coronavirus, la economía mexicana estaba debilitada y se encaminaba a la crisis; después de la pandemia, no puede esperarse sino un agravamiento de la situación general.
La ley seca solo fomenta el consumo de alcohol adulterado y no inhibe el consumo de bebidas, ya que las personas las compran con anticipación, aseguraron.
La presidenta del Movimiento Nueva Aztlán, Rita Cecilia Contreras, lamentó que ninguna autoridad elabore y difunda un programa de abasto para ayudar a las familias de escasos recursos.
A México, el libre comercio con EE. UU. lo ha condenado a la dependencia y al atraso económico.
El aumento del salario mínimo poco impactará a la hora de comprar la canasta básica, ya que sus precios siguen a la alza. Esta vez, el tomate verde, los chiles secos y el jitomate fueron los que registraron un aumento superior en sólo un mes.
Interesante será ver cómo la presidenta electa enfrentará la maldita y gravísima herencia que su mentor le dejará por el descenso económico.
El comercio electrónico representó 528 mil mdp en 2022; un tercio de las compras se realiza en la CDMX.
Debido a la debilidad del sector formal, la tasa de informalidad laboral subió de 54.2 a 55.5 por ciento.
La moneda doméstica se devaluó cuatro por ciento y tocó un nivel de 18.20 unidades.
En primer lugar, cuando la economía se detiene, esto genera una importante reducción de la inversión, lo cual se traduce, a su vez, en una reducción de la demanda de trabajo y, por lo mismo, en un incremento del desempleo .
Las mercancías se encarecieron 7.86% en comparación con enero del 2021, mientras que los servicios presentaron una tasa anual de 4.86 por ciento.
Las principales prioridades políticas a corto plazo son el control de la propagación de la COVID-19 y la garantía de una distribución rápida y amplia de las vacunas.
Datos de la SHCP revelan que el gobierno de la 4T redujo su gasto en salud, al destinar sólo 800 mil 347 millones de pesos, menos 3.4% al sector, la mayor caída en los últimos 15 años.
“Es Quintana Roo y Yucatán donde hay un aumento importante de casos. Hemos hecho un llamado para que se reduzcan ciertas actividades donde se congrega la gente”, afirmó el subsecretario.
Las tensiones geopolíticas entre EE. UU. y China empujan a la baja a los principales índices bursátiles y materias primas como el Brent y el WTI
El reglamento “es grave” porque viola el “estado de derecho y a la Constitución. Además, afectará a las 85 mil tiendas de abarrotes de la Ciudad de México.
Escrito por Redacción