Cargando, por favor espere...
Estados Unidos, la Unión Europea y la OTAN, empeñados en destruir a Rusia, hacen esfuerzos denodados por convertirla en un paria mediante una campaña de desprestigio, amenazando y sancionando a todo gobernante o líder político que tenga la osadía de acercarse al gobierno de Vladimir Putin. Pero no lo han logrado; por el contrario, crece sostenidamente el respaldo global a Rusia, que fortalece así su presencia y capacidad de resistir a la acometida militar, mediática y económica de Occidente, y hace inminente el fracaso de la OTAN en Ucrania.
La consolidación económica de Rusia ha jugado un papel determinante en su fortalecimiento mundial, pues muchos países la perciben como un aliado no sólo confiable, sino fuerte: es ya la quinta economía en términos de PIB (PPA). El presidente Putin declaró en el 27º Foro Económico Internacional de San Petersburgo: “Como saben, a finales del año pasado el crecimiento del PIB de Rusia ascendió al 3.6 por ciento, y en el primer trimestre de este año al 5.4 por ciento, por lo que nuestras tasas superan el promedio mundial (…) estas dinámicas están aseguradas principalmente por sectores no relacionados con los recursos (…) Nos hemos fijado el objetivo de situarnos entre las cuatro economías más grandes del mundo”. Todo esto, advirtió, es producto de una estrategia general de innovación tecnológica.
En materia comercial, apuntó: “A pesar de todos los obstáculos que enfrentamos y las sanciones ilegítimas impuestas contra nosotros, Rusia sigue siendo uno de los participantes clave en el comercio global (…) Estamos fortaleciendo los vínculos con los países de Asia (un crecimiento del 60 por ciento de 2020 a 2023), Medio Oriente (100 por ciento), África (69 por ciento) y América Latina (42 por ciento) (…) está creciendo la participación del rublo en las transacciones de exportación e importación. Hoy se acerca al 40 por ciento (…) Durante el periodo 2021-2023, la participación del rublo en los pagos por las exportaciones rusas casi se triplicó”. En resumen, subyace a su éxito militar y diplomático su fortalecimiento económico, en marcado contraste con el estancamiento europeo.
La consolidación de la presencia rusa en el mundo es contundente. Este año, el Foro de San Petersburgo contó con la asistencia de: “21 mil 300 personas de 139 países” (Sputnik); el año pasado fueron 17 mil participantes de 130 países. Fundamental para la resistencia y fortalecimiento de Rusia es el apoyo del BRICS, que representa el 46 por ciento de la población mundial. Rusia ocupa la presidencia pro tempore del grupo, al que más de cuarenta países están solicitando unirse, entre ellos Tailandia, Bolivia y Venezuela. Particularizando, Vladimir Putin expresó en su discurso: “China ocupa actualmente la posición de primera economía del mundo a un margen significativo del segundo lugar. India es la tercera economía más grande del mundo y un líder global en términos de dinámica de desarrollo”.
Para aislar a Rusia, Occidente convocó en Suiza una conferencia por la paz en Ucrania, los días 15 y 16 de junio, ¡sin invitar a Rusia! Como era esperable, fracasó. Estuvieron representados sólo 90 países (en el mundo hay 195 reconocidos); además, 14 de los asistentes rechazaron firmar la declaración final en apoyo a Ucrania (Brasil, India, Sudáfrica, México, Armenia, Bahréin, Indonesia, Eslovaquia, Libia, Arabia Saudita, Tailandia y los Emiratos Árabes). Tampoco Irak y Jordania aparecen, ni El Vaticano. China no asistió. El día 14, Vladimir Putin había propuesto, nuevamente, una fórmula de solución pacífica del conflicto: obviamente, fue rechazada.
Y se eleva el nivel de las relaciones de Rusia con Oriente. En mayo pasado, el presidente ruso visitó China, y la OTAN protestó airadamente: Stoltenberg acusa a China de apoyar a Rusia en Ucrania. Por otra parte, el 18 de junio Putin arribó a Corea del Norte, causando también irritación (y temor) en las esferas gobernantes estadounidenses y europeas. Impresionantes son las escenas de entusiasmo del pueblo recibiendo en Pyongyang al presidente ruso; Kim Jon-un le llamó “el amigo más querido del pueblo coreano”. Firmarán los gobernantes un Tratado de Asociación Estratégica entre ambas naciones acosadas y sancionadas por Occidente, que ampliará y elevará al más alto nivel las relaciones bilaterales.
Putin visitará también Vietnam, un caso especial. Por contradicciones internas, Hanoi ha seguido una política exterior oscilante, por un lado, entre Estados Unidos (destino principal de las exportaciones vietnamitas), y por otro, China y Rusia. Hoy, con el nombramiento de To Lam en mayo pasado como nuevo presidente de la República Socialista de Vietnam, el país pareciera estar resolviendo la contradicción, buscando un mayor acercamiento con Rusia y China. Durante la visita del presidente Putin se firmarán acuerdos que elevan las relaciones en general a niveles sin precedente en las últimas décadas.
Por otra parte, el 15 de junio se dio a conocer el vencimiento del acuerdo del petrodólar entre Arabia Saudita y Estados Unidos, signado en 1973, que comprometía al país árabe a vender su petróleo exclusivamente en dólares y que dio respiración artificial al billete verde. Arabia Saudita, ahora integrante del BRICS, no renovó el convenio: venderá el petróleo en las monedas nacionales de sus compradores, principalmente China. Irán y Venezuela, sancionados por Occidente, destacan entre los países amigos de Rusia; y en África, donde las antiguas colonias siguen independizándose, crece la ola de simpatía hacia Rusia y su presidente.
En el Cáucaso, Georgia rechaza la injerencia de Occidente con su “Ley de Agentes Extranjeros”, aprobada por el parlamento el 15 de mayo, y que regula a las ONG (verdaderos caballos de Troya) financiadas por Estados Unidos y la UE; estos últimos la llaman “Ley rusa”, por su similitud con otra existente en Rusia. Ello ha provocado airadas protestas de las organizaciones promovidas abiertamente desde el exterior, que quieren sumar a Georgia a la Unión Europea; con esto el país caucásico marca distancia.
En Europa oriental, los gobiernos de Serbia y Eslovaquia manifiestan su confianza hacia Rusia. En Hungría, contradiciendo a la OTAN, el presidente Orban advierte que su país en ninguna circunstancia enviará efectivos militares a Ucrania. En igual sentido se ha pronunciado el gobierno italiano. Por otra parte, el electorado francés y alemán ha derrotado en las recientes elecciones al parlamento europeo a sus respectivos gobernantes, Emmanuel Macron y Olaf Scholz, en inequívoca señal de rechazo a la guerra de Ucrania, atizada por ellos. A tal grado que Macron se vio obligado a convocar a elecciones extraordinarias a la Asamblea Nacional.
Rusia, pues, no está aislada, y el concepto de “la comunidad internacional” que blanden Estados Unidos y Europa, y tras el cual pretenden ocultar sus intereses, es cada vez más una palabra engañosa, un cascarón vacío, con menos contenido real. Ya no pueden hablar en nombre de la humanidad los países del núcleo imperialista. Pero lamentablemente, las turbulencias y presagios de mayores tormentas aumentan en el escenario mundial.
Ante el fortalecimiento económico y diplomático de Rusia, y la inexorable derrota de la OTAN en Ucrania, Estados Unidos ve amenazada su hegemonía y rechaza todo acuerdo de paz que reconozca el derecho y la existencia misma de Rusia; y en cambio, como zarpazos de fiera herida, responde incitando actos terroristas al interior de Rusia, y escala la guerra: ha decidido ya “poner en alerta las armas nucleares”. Está empujando hacia la guerra mundial y nuclear, amenaza muy real que se cierne sobre el mundo: hasta allá conduce el afán de ganancia del imperialismo. Y como ya viene ocurriendo, todos los pueblos del mundo, no solo gobiernos, deben poner enérgicamente un alto a esta demencial política guerrera de Estados Unidos y la OTAN.
“Cuando Occidente habla de legitimidad lo hace desde una mirada imperial. Si reconoce o no el resultado contundente de una elección en Rusia, tendría un claro sentido injerencista”, señaló la internacionalista Nydia Egremy.
El actual atentado terrorista revela el papel criminal del "Occidente colectivo", encabezado por EE.UU., que sigue abasteciendo armas letales al régimen fascista en Ucrania.
Putin ha exigido un mayor desarrollo de las capacidades económicas y militares de Rusia para hacer frente a “las dificultades y a las amenazas” que proceden de EE.UU.
Además, civiles rescatados revelaron que los nacionalistas ucranianos lanzaron granadas contra los sótanos de los edificios donde se encontraban escondidos mujeres y niños.
"Sin duda, el primer balance no está a favor de EE. UU. y sus aliados. A Occidente no le interesa terminar el conflicto. Contamos con lo necesario para resistir esta actitud destructiva", sostuvo a buzos.
День русского языка
Rusia está preocupada por la situación actual en Sudán e insta a todas las partes a actuar con moderación, declaró el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.
El dibujo mediático de un supuesto esfuerzo glorioso de los ucranianos contra un invasor es cada vez más difícil de sostener. Al mismo tiempo en que los otanistas patrocinan las masacres de Israel en Gaza, Ucrania está quedando desahuciada.
Durante el primer periodo de gobierno de Trump, las tropas americanas casi no incursionaron en el extranjero.
“El conflicto ha adquirido un carácter global” por lo que Rusia responderá “con decisión y en espejo” a cualquier escalada de agresión, indicó el mandatario ruso.
La campaña mediática imperialista en contra de Rusia y su presidente muestra, de paso, que la libertad de prensa no existe, y que la maquinaria mediática es un arma más, para confundir, manipular y someter a los pueblos.
Su pluma no solamente da muestra de lo más elevado que puede alcanzar el ser humano en la transmisión de ideas por medio de la escritura.
Esta entrevista ha sido ya vista por cientos de millones de personas. EE. UU. y aliados están fracasando en su guerra mediática, mientras vamos conociendo las ideas de aquellos que quieren un mundo más justo para la humanidad.
El representante de Rusia ante la ONU, Vasili Nebenzia, refutó este martes las acusaciones contra las tropas rusas por violación de derechos humanos durante su operativo militar en Ucrania.
Por años, el establishment (sistema) occidental ha intentado silenciar a RT porque no podía dejar que sus audiencias decidieran por sí mismas qué creer sobre los acontecimientos en Rusia y el mundo, afirmó en exclusiva, la actual editora en Jefe de RT, Anna Belkina.
Crece empleo informal sin solución a la vista
Clasifica como fauna nociva a especies en peligro de extinción que rondan el Tren Maya
Cómo pretenden segregar a los jóvenes de su realidad social
Locatarios de Izazaga 89 llegan a acuerdo con autoridades para retirar sus mercancías
Banamex tranquiliza a clientes tras separación de Citigroup
SAT incrementará impuestos y multas en 2025
Escrito por Abel Pérez Zamorano
Doctor en Economía por la London School of Economics. Profesor-investigador de la Universidad Autónoma Chapingo.