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La crítica marxista es, además de un juicio que expone los problemas del capitalismo, una herramienta teórica y práctica para transformar la sociedad. El gran periodo crítico en la historia del pensamiento humano llegó a coronarse con el plantemiento de Carlos Marx, en tanto que sus alcances de transformación social son mayores en comparación con filosofías anteriores.
En lugar de establecer límites al pensamiento (como lo hizo Kant al señalar que no todo podía ser conocido) o señalar solamente que se deben superar las contradicciones de la razón (como lo hizo Hegel al plantear que la realidad y el pensamiento son contradictorios por naturaleza), la crítica marxista pretende analizar y derribar las estructuras materiales que sostienen el sistema capitalista. La diferencia principal con Kant y Hegel radica, pues, en que, mientras Kant delimita los alcances de la razón y Hegel ve la crítica como una superación dialéctica de los límites del pensamiento, Marx vincula su crítica directamente a la praxis social, es decir, a la acción revolucionaria que debe transformar las condiciones materiales de vida. En este sentido, la crítica marxista no se trata solamente de un análisis teórico de las contradicciones del capitalismo, sino sobre todo de un llamado a la acción política para superar las injusticias estructurales del sistema.
Marx parte de la idea de que el capitalismo es un sistema históricamente determinado y contradictorio, que en su fase avanzada genera crisis económicas, sociales y políticas. Así, sostiene que sólo a través de la transformación material de la sociedad es posible superar esas contradicciones. De este modo, la crítica marxista no es nada más un ejercicio de reflexión abstracta, sino un esfuerzo por comprender las estructuras económicas y sociales que perpetúan la opresión, buscando superarlas mediante una lucha social concreta.
El Siglo XX trajo avances científicos y tecnológicos que transformaron la vida humana, pero no han erradicado problemas como la pobreza, la hambruna y la desigualdad, especialmente en los países del Tercer Mundo. El siglo pasado y este siglo también han evidenciado el lado más oscuro del capitalismo: crisis económicas, desempleo, guerras y explotación. Aunque se presenta como el único sistema viable, Carlos Marx mostró que sus problemas no son defectos de la naturaleza humana, sino consecuencias estructurales del modo de producción capitalista. Marx no sólo criticó las injusticias del capitalismo, sino desmontó los fundamentos de la Economía Política Clásica que, desde Adam Smith, trató las relaciones económicas como si fueran leyes inmutables. Para Marx, estas relaciones no son naturales, sino históricas y cambiantes, determinadas en última instancia por las estructuras materiales de producción.
La crítica marxista es teórica y práctica: analiza los límites del capitalismo y busca su superación. Mientras que el conservadurismo utiliza la crítica sólo como indignación moral, es decir, para enjuiciar negativamente cualquier acto, el marxismo la emplea como herramienta de emancipación política y social: para que los individuos y las ideologías se superen, se tienen que remover los cimientos materiales. Hoy, en un mundo marcado por crisis económicas, desigualdad extrema y destrucción ambiental, el análisis marxista permite comprender las contradicciones del capitalismo y plantea la necesidad de alternativas que superen sus injusticias estructurales. La crítica marxista, entonces, señala los límites del sistema y propone la praxis como el motor de la transformación social.
Entre los cambios planteados destaca la ampliación del mandato del Infonavit, es decir, que se le otorgará la facultad de construcción de vivienda y posibilidad de arrendamiento social.
Las contribuciones de Heráclito al pensamiento filosófico no se pueden exponer profundamente en un texto como el presente, pero sí es posible recuperar una, aquella que se condensa en este título.
Cuando queremos explicarnos algún fenómeno es indispensable voltear la vista a quienes han tratado, antes de nosotros, de exponer las distintas determinaciones que forman tal fenómeno o alguna de sus formas anteriores.
El tránsito hacia una matemática filosófica exige iniciar una quinta revolución matemática; para ello, el estudio de la historia desde el hacer de un matemático es fundamental.
El Encuentro Nacional de Teatro organizado por el Movimiento Antorchista es un evento atípico en el sistema cultural mexicano.
El arte le ha servido a la Iglesia, a las élites económicas y políticas y ahora sólo a los propios artistas. Como tesis, el arte renacentista cumplió su función de adoctrinar, pero fue superado con la síntesis que realizó el muralismo mexicano.
buzos representa un ejemplo de lucha y perseverancia en la defensa de los intereses del proletariado mexicano.
La superación de la que habla Marx no niega por completo lo anteriormente construido por la tradición, sino que lo integra y, en algunos casos, lo supone. Aquí lo explico.
Nos encontramos ante una nueva contradicción: una derecha liberal y una izquierda "woke" o neoliberalismo políticamente “correcte”. ¿Qué las distingue? Casi nada, ¿o acaso notó alguna diferencia entre los candidatos del debate presidencial pasado?
No fue sólo el huracán “Otis” el que destruyó Acapulco. En todo caso, con su implacable poder natural y su arrolladora fuerza, lo que dejó al descubierto fue el fracaso de la política nacional y la continuidad discursivamente negada de la práctica del neoliberalismo en nuestro país.
Cuando nosotros llegamos al mundo nos encontramos con que ya había en él una serie de cosas que no fueron hechas por nosotros sino por otros.
La revista buzos ha adoptado una línea editorial distinta, pues es necesario arrancar al deporte de las garras del capital y devolvérselo al pueblo.
¿Hay o puede haber una psicología marxista? La respuesta corta es sí, pero necesitamos profundizar.
Se trata de una abstracción analítica en la que debemos separar tres elementos, y en la que la palabra arte y sus derivaciones se embrollan unas contra otras.
La trasposición de 19 siglos y la fusión del Cota contemporáneo de Ovidio con el Cota del Tomis del Siglo XX, permiten a Ransmayr sugerir que los usos políticos del pasado más remoto no eran mejores ni peores que los actuales.
Escrito por Betzy Bravo García
Investigadora del Centro Mexicano de Estudios Económicos y Sociales. Ganadora del Segundo Certamen Internacional de Ensayo Filosófico. Investiga la ontología marxista, la política educativa actual y el marxismo en el México contemporáneo.