Cargando, por favor espere...
En alguna entrevista, el exvicepresidente de Bolivia, Álvaro García Linera, menciona que para que la ultraderecha sea derrotada, las izquierdas deberían ser radicales. Ser radical para muchos pudiera significar la toma de las armas, la destrucción de propiedad pública y privada, entre otras cosas. Esto es así debido a que desde los medios de comunicación dominantes se ha difundido la idea de que lo radical necesariamente tiene que ver con la violencia, sin embargo, nada más lejos de la realidad.
Según el exvicepresidente, la radicalidad implica la solución estructural de problemas como la pobreza, desigualdad, falta de servicios, educación, salud y vivienda. Un cambio radical no tiene que ver sólo con el cambio de grupo en el poder como se nos ha querido hacer creer en México. Si las masas votan en contra de un sistema es porque éste ya no les asegura ni les brinda la esperanza de un mejor futuro, pero si la izquierda que llega al poder lejos de dedicarse a resolver esos problemas se dedica a buscar apaciguar el descontento social para darle estabilidad al sistema, tarde o temprano la derecha se fortalecerá y la izquierda misma creará las condiciones para su regreso, mismo que, como ya hemos visto en otros lugares de América Latina, sólo significan penas para los pobres.
En México, la sedicente izquierda no se ha comprometido de manera seria a resolver los problemas antes mencionados. En seis años la desigualdad no se ha reducido, los ricos son cada vez más ricos y los pobres siguen cada vez más pobres. La solución mágica que la 4T propuso fueron los programas sociales, que ya se ha demostrado que no sirven para eso, y que sólo son un analgésico para el descontento. En el aspecto de los servicios a la vivienda las condiciones son similiares: colonias y comunidades que carecen de agua potable, drenaje, luz. La vivienda ha sido uno de los aspectos más golpeados, pues el presupuesto se ha reducido de manera constante, dejando a miles de familias sin un techo propio para poder vivir dignamente.
El presidente Andrés Manuel decía que al terminar el sexenio nuestro país tendría un sistema de salud como el de Dinamarca, pero vemos que seguimos estando en las mismas; las ocurrencias como la Megafarmacia no han sido hasta ahora la salida al problema. En el aspecto educativo, el Estado se ha deslindado de la responsabilidad en la creación de infraestructura social, limitándose a dar dinero a los estudiantes. Cuando la gente salió a manifestar su descontento en las diferentes problemáticas antes mencionadas, la respuesta fue siempre que se trataba de provocadores o que eran personas que querían recuperar privilegios perdidos.
La izquierda oficial pues, ha demostrado ser incapaz de llevar a cabo un cambio radical, al contrario, para el nuevo sexenio se prevé mayor colaboración entre ellos y la oligarquía. No por nada la Presidenta electa alienta la construcción de un “capitalismo consciente”, un verdadero disparate. ¿A quién le queda la tarea de radicalidad entonces? No es en el oficialismo donde hay que buscarlo, sino en la izquierda que hasta hoy se ha mantenido al margen, pero que la realidad reclama su participación cada vez más.
Si se quiere evitar que la ultraderecha se fortalezca y retome con nuevos bríos la lucha, es en los grupos organizados que han mantenido su independencia política y organizativa en donde se debe buscar la esperanza de una verdadera transformación. Pero son pocas las organizaciones que han logrado permanecer de esta forma, pues el poder del Estado los ha absorbido prácticamente a todos. Esto no quiere decir que la gente no esté dispuesta a luchar, sino que hacen falta líderes que los orienten en la dirección adecuada, soportando las consecuencias que esto implica, es decir, la represión del Estado mexicano, y para poder soportarlo, hace falta lo que Danton decía para derrotar a la contrarrevolución: “audacia, audacia, y más audacia”.
Además de los alumnos de la UNAM, también participaron estudiantes del Instituto Politécnico Nacional.
El que la Guardia Nacional haya pasado a manos del Ejército es un hecho equiparable a un fraude y un golpe militarista a la Constitución, de acuerdo con especialistas en derecho y diversas voces.
The Economist no puede ni quiere salvar a los mexicanos; pero su amenaza debe prevenirnos, debe ponernos en movimiento decididos a conjurar el peligro y a poner el verdadero remedio a la situación.
Se habla mucho de las “inteligencias artificiales” y cómo producen “arte digital”. Esto último podría debatirse, pero lo que abordaremos es cómo en el sistema capitalista el desarrollo de estas tecnologías puede afectar el trabajo de los artistas.
La Sedena ofreció protección a las aspirantes a la presidencia de la República, entre ellos, a Xóchitl Gálvez, del FAM, y a Sheinbaum, de Morena, durante temporada electoral, para “evitar desgracias “.
"Congreso Calificado" publicó su más reciente ranking de evaluación de los 27 legisladores del Congreso de San Luis Potosí.
De acuerdo con la organización Causa en Común, en México se comete un homicidio múltiple o masacre cada 19 horas.
CDMX Prevé el retorno de un millón 700 mil alumnos de educación básica.
El mundo avanza hacia una reconfiguración del sistema económico, social y político con mayor sentido humanitario. Los intentos de someter a Rusia y China han fracasado; y no hay posibilidades de que prosperen en el futuro.
De acuerdo con el Coneval, casi el 80 por ciento de las personas menores de 18 años en México sufren algún grado de pobreza o vulnerabilidad socioeconómica.
No fue otra cosa que la reducción de un proceso político trascendente a una burda contienda telenovelesca.
Los colonos adquirieron, en 1985, los lotes de un predio de 192 hectáreas que perteneció a varios propietarios urbanos, quienes los pusieron a la venta mediante instrumentos jurídicos.
Tras 14 años en circulación, Banxico decidió extraer de circulación el billete de Miguel Hidalgo y Costilla.
En el poniente de la CDMX está “colapsada la movilidad” de los capitalinos debido a que las autoridades capitalinas iniciaron al mismo tiempo las obras de rehabilitación de la L1 y la construcción de la L3 del Cablebús, denunció el alcalde Mauricio Tabe.
Todos los mexicanos deben estar plenamente conscientes de que, aunque la Independencia les emocione y llene de orgullo, nuestra patria no es independiente. Es dependiente, muy dependiente y no solo eso, es oprimida.
Oaxaca de Juárez, dos años sin relleno sanitario
OMS aprueba nueva vacuna de mpox en niños
De nuevo, EE. UU. veta resolución de la ONU sobre alto al fuego en Gaza
Rusia lanza misil balístico sin carga nuclear contra Ucrania
Frente Cívico Nacional definirá ruta para nuevo partido político
Aumenta trabajo infantil informal en el Centro Histórico de CDMX
Escrito por Diego Martínez Sánchez
columnista