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Culmina este año de conmemoraciones y el carro de la historia prosigue su marcha. En 2017 evocamos dos gestas de particular trascendencia en el devenir de la lucha de los trabajadores en el mundo entero: el centenario de la Revolución Rusa y el 150 aniversario de la primera edición de El Capital, libro publicado por Carlos Marx en 1867. La opinión pública y la oficialidad prestaron, naturalmente, oídos sordos a estos significativos acontecimientos y la intelectualidad, por su parte, estuvo solo interesada en desempolvar algunos viejos recuerdos del anecdotario, rememorar con nostalgia al erudito o condenar al sabio de una época que ya se fue y no volverá jamás.
Algunos optimistas, con la mirada puesta en la esperanza –ésa que surge del milagro– aguardaron con los brazos cruzados, como antes lo hicieron los hombres del año mil, que se mordieron impacientemente las uñas esperando la llegada redentora del mesías y el advenimiento del apocalipsis. Con ese mismo misticismo creyeron que las fechas en sí mismas contienen el momento revolucionario que desde la caída del muro de Berlín esperan impacientes.
La realidad, sin embargo, no se presta a simbolismos y la creencia en los idus de marzo hace mucho que fue expulsada de la idiosincrasia del revolucionario. La evocación demostró no solo la viabilidad de esas gestas históricas, sino también la necesidad de recuperar sus enseñanzas en una época en que el hombre parece haber perdido la esperanza y en la que, por lo mismo, debe hacerse consciente del contenido vivo y actual de la más poderosa arma con que cuenta para redimir desde sus cimientos a la humanidad.
El panorama actual parece ennegrecerse cada vez más y algunos acontecimientos particularmente caóticos, como el triunfo de algunos movimientos de ultraderecha en distintas partes del orbe, que aparentan confirmar el momento de desilusión que se vive en el mundo entero. La historia, sin embargo, permanece viva; su fuerza no reside en el recuerdo, sino en la actualidad. Si las ideas de Marx y el golpe mortal que Lenin dio al capitalismo en la Revolución de Octubre se presentan como fantasmas y espectros despojados de vida a la vista de los dueños del planeta, es precisamente porque, hoy como hace 150 años, continúan provocándoles miedo y terror. Pero el espanto no desaparece negándolo y la tierra que han vertido sobre la verdad no es suficiente para enterrarla.
El arma que Marx y Engels fabricaron para que el trabajador y su clase se rediman, así como la demostración de viabilidad empírica que Lenin ofreció al empuñarla con la misma destreza con que Aquiles empuñó la armadura de Hefesto para vengar a Patroclo, debe ser desenterrada del pasado, pero no para admirarla como vestigio histórico, sino para colocarla nuevamente en manos de los trabajadores que hoy, más que nunca, necesitan de ella.
El neoliberalismo ha demostrado su inviabilidad y su caducidad es ya incuestionable. Las renovaciones y transformaciones que en su seno se están gestando pretenden reavivar a la criatura moribunda, pero ni la ultraderecha ni la socialdemocracia moderna serán capaces de resucitarlo. Los pobres del mundo, que hoy suman más del 90 por ciento de los habitantes del planeta, solo tienen una salida que, sin embargo, precisa organización y conciencia. La miseria, el hambre y la pobreza pasean rampantes por las calles y la Tierra agonizante exige que el rumbo de la política económica dé un giro radical. Si este año hemos evocado la titánica gesta de Marx y Engels es porque está a la orden del día y solo su comprensión y correcta aplicación podrán salvar a la humanidad del mundo de tinieblas en el que hoy se encuentra.
La historia demanda que el recuerdo sirva de aliciente para que, en adelante, no se suelte la bandera. La teoría revolucionaria exige ahora su aplicación en la realidad. Exige, como otrora, que el marxismo haga del proletariado su arma material y el proletariado del marxismo su arma espiritual. La única salida real es ésta y quienes pretendan una verdadera transformación deben organizarse en pos de ella. El optimismo en este momento se vuelve necesario, pero debe ser un optimismo consciente y decidido. La humanidad demanda, para su salvación, que sobre ella soplen nuevamente los vientos de octubre.
"Aunque piensan que somos iguales que ellos, somos personas diferentes, tenemos otro código genético, cultural y moral, pero sabemos defender nuestros propios intereses".
El presidente de Rusia, Vladímir Putin, ha convocado este lunes una reunión extraordinaria del Consejo de Seguridad del país para abordar la situación en torno a Ucrania.
En distintas ciudades de EE.UU. se vienen sucediendo multitudinarias protestas a raíz de la muerte de George Floyd, muchas de las cuales se tornaron violentas y generaron caos.
Este miércoles comenzó la fase 3 de los ensayos clínicos de Sputnik V con la participación de 40 mil personas.
Putin fue recibido en el aeropuerto por Kim Jong-un.
El presentador de noticias, Fakhrudin Sharafmal, afirmó que no se trata de obtener paz, sino de la victoria ucraniana. "Necesitamos la victoria. Y si tenemos que masacrar a todas sus familias [rusas] para hacerlo, seré uno de los primeros en hacerlo".
Poco después de asumir el cargo, el Embajador de Rusia en México, Nikolay Sofinskiy, habla sobre la Operación Especial en Ucrania y lo que se juega su país en la escena internacional con la OTAN.
El presidente Vladímir Putin advirtió que un ataque a su país con armas bélicas de largo alcance sería un ataque directo de la OTAN contra Rusia.
Mucho se le ha criticado a Lenin el supuesto “pacto con los alemanes”, sus detractores han llenado libros enteros para descalificarlo reduciéndolo a espía alemán
“Esto sólo resultó en tragedias, tanto para quienes lo hicieron, EE.UU., y aún más para las personas que viven en Afganistán". "El resultado es cero, por no decir negativo", dice Putin.
La Casa Blanca y el Departamento de Estado se negaron a realizar comentarios sobre la información publicada.
Culmina este año de conmemoraciones y el carro de la historia prosigue su marcha.
Según el canciller ruso, Serguéi Lavrov, Moscú ya no fingirá que sea posible un cambio en sus relaciones con el bloque atlántico.
El texto indica que Asad ya llegó a Moscú para participar en las negociaciones programadas para el miércoles.
Cabrisas reconoció que Rusia es el segundo socio comercial en Europa y quinto en comercio mundial.
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Hermana de Martí Batres y Morena buscan legalizar despojos en CDMX
Fortalecen lazos México-China en el marco del Año Nuevo de la Serpiente
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Escrito por Abentofail Pérez Orona
Licenciado en Historia y maestro en Filosofía por la UNAM. Doctorando en Filosofía Política por la Universidad Autónoma de Barcelona (España).