Una investigación de Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI) revela que el “gobierno más transparente de la historia” no cuenta, incluso oculta, información que permita a los ciudadanos vigilar con precisión cómo ha contratado el Gobierno de la Ciudad de México en más de 4 años.

Aunque la Ciudad de México presume múltiples avances en materia de transparencia, en el ámbito del gasto público se mantiene como una entidad poco transparente con respecto a la información de sus contratos. Sin los datos abiertos sobre qué, a quién o cómo se contrata, el gobierno de la capital está gastando en opacidad de cara a la ciudadanía. Esto representa un enorme riesgo de corrupción e impunidad, además de una violación permanente al derecho a la información. 

Resulta preocupante que hoy el Gobierno de la Ciudad de México no tiene en su sitio de compras públicas información transparente de todos sus contratos. Además, cuando se le ha solicitado, el gobierno ha ocultado información hasta el extremo de entregar discos compactos con carpetas sin ningún tipo de archivo o con datos incompletos. Las implicaciones de este problema público no son triviales. Tan solo en 2022, el gobierno de Claudia Sheinbaum estimó que gastaría 58,160 millones de pesos en contrataciones públicas. Para tratar de dimensionarlo, eso equivale a 3 veces todo el presupuesto del Metro de la Ciudad de México de ese mismo año. Hoy no podemos saber cómo se gastó ese dinero.

La transparencia en las contrataciones de la Ciudad de México presume un discurso muy alejado de la realidad. El caso más elocuente es el del sitio de Contrataciones abiertas de la Ciudad de México, que forma parte del Tianguis Digital de la Secretaría de Administración y Finanzas y la Agencia Digital de Innovación Pública de la Ciudad de México. En este sitio, lo único que podemos conocer es la planeación de las contrataciones, sin que al día de hoy sean públicos los datos de los contratos que efectivamente se entregaron. Eso significa que no podemos saber cómo se ha contratado. 

Tendríamos que confiar ciegamente en que se cumplieron los planes de contratación, pero no tenemos posibilidad alguna de verificar lo que nos dicen. Por ejemplo, en la Plataforma Nacional de Transparencia (PNT), al comparar con solicitudes de información realizadas a cada dependencia, hay datos que no concuerdan y contratos sin transparentar. Un caso es notorio es el de la Secretaría de Pueblos y Barrios Originarios y Comunidades Indígenas Residentes de la Ciudad de México. En la Plataforma Nacional de Transparencia (PNT) reportó que en 2021 tuvo un total de 29 contratos, mientras que en las solicitudes de información se registraron 50 contratos más.

Esto no debería de ser así. Según el Cuarto Informe de Gobierno de Claudia Sheinbaum ante el Congreso capitalino en octubre de 2022, uno de los mayores logros y avances de su gobierno en los cuatro años de su administración ha sido el combate a la corrupción en las compras públicas. También mencionó como logro la creación de una plataforma digital de monitoreo central en la que está concentrada toda la información de las contrataciones del gobierno desde el año 2020. Esto se hizo mediante cambios al Programa Anual de Adquisiciones, Arrendamientos y Prestación de Servicios (PAAAPS), que ahora concentra toda la información de los contratos para garantizar competencia, eficiencia, transparencia y apego a la ley.

De acuerdo con su propia normatividad, la información de la ejecución de los contratos del PAAAPS debería ser pública, además de accesible y abierta. Hasta el momento, no hay un solo dato público correspondiente a la entrega de contratos con este sistema en los sitios del Gobierno de la Ciudad de México. 

Esto es incluso peor: cuando en MCCI cuestionó y solicitó la publicación de esta información a través de diferentes mesas de diálogo con la autoridad capitalina, la respuesta que obtuvieron fue que se hará pública, sin embargo, solo estarán disponibles los contratos posteriores al segundo semestre de 2023. Es decir, no habrá información completa sobre las contrataciones de 2019, 2020, 2021 ni de 2022. 

Este problema llega incluso a las compras de emergencia que se realizaron para atender la pandemia de COVID-19. En su momento, las autoridades capitalinas presumieron que transparentaron esta información en formato de datos abiertos para garantizar el acceso ciudadano a contrataciones tan delicadas. Sin embargo, también esas contrataciones son opacas. Desde diciembre de 2020 no se ha actualizado la información, a pesar de que las compras emergentes siguieron activas durante 2021 y 2022. 

Para tratar de hacerle frente a esta grave falta de información por parte del gobierno capitalino, la Unidad de Investigación Aplicada de MCCI realizó varias solicitudes de información para tratar de conseguir la información de todos los contratos celebrados por el Gobierno de la Ciudad de México entre 2019 y 2022. La respuesta fue desconcertante: las autoridades entregaron discos compactos en los que había cientos de carpetas vacías, siendo precisos, 224 carpetas, equivalentes a 32% de la información; no tenían un solo documento.

Después de meses de recursos de inconformidad que fueron atendidos por el Instituto de Transparencia, Acceso a la Información Pública, Protección de Datos Personales y Rendición de Cuentas de la Ciudad de México (INFO CDMX), la Secretaría de Finanzas capitalina fue reconvenida a entregar la información faltante. Finalmente, el equipo de la Unidad de Investigación Aplicada de MCCI tuvo acceso a otro disco compacto que ya no tenía carpetas vacías, pero cuyo contenido eran 1,546 documentos en formato PDF y, la mayoría de ellos, con información incompleta sobre los contratos. Es decir, entregaron documentos que resultan completamente incompatibles con la transparencia mínima indispensable de un gobierno que presume estar a la vanguardia en el combate a la corrupción.

Sin entrar en la discusión sobre los posibles casos de corrupción que han sido identificados o sancionados en esta administración, cuando no hay información completa y accesible de los contratos del gobierno la política de transparencia y rendición de cuentas es deficiente. La falta de información abierta para la ciudadanía, la sociedad civil, los periodistas o la academia representa un retroceso en el combate a la corrupción. Pareciera que el actual gobierno busca instaurar un régimen de falta de transparencia. Sin la información completa de los contratos públicos de estos 4 años de gestión, el único título adecuado para el gobierno de la Ciudad de México es el de capital de la opacidad.

El Tianguis Digital de los buenos deseos

El Tianguis Digital es una iniciativa operada por la Agencia Digital de Innovación Pública de la Ciudad de México. Contiene «herramientas y nuevas tecnologías para la transformación de las contrataciones públicas de la Ciudad de México», entre las que se encuentra un sistema de compras públicas con un visor público de contrataciones. En este sitio puede visualizarse el monto presupuestado en contrataciones para 2022: 58,160 millones de pesos. También es posible ver cómo planeó cada dependencia sus compras, así como gráficas y tablas sobre qué tipos de bienes o servicios se contratan y qué partida de gasto se usa para pagarlos. 

Esta plataforma sería muy útil para el análisis del gasto público de la CDMX si no fuera por una salvedad: no puede ser contrastada con la realidad porque no se ha transparentado ningún contrato que permita verificar la información de las compras públicas reportadas. La planificación suele no ser igual al ejercicio del gasto en contratos, de tal forma que, a pesar de la plataforma, MCCI no pudo verificar cuánto se gastó en contratos, a quién se contrató, bajo qué condiciones o por cuánto dinero. Tal como está, la plataforma representa una falsa iniciativa de transparencia. 

Un sitio de contrataciones públicas donde no puede saberse cómo se gastó cada peso y centavo, así como quién y bajo qué condiciones recibió un contrato, impide que pueda darse una verdadera dinámica de rendición de cuentas.

Sin la posibilidad de verificar de manera sencilla esta información, no podemos asegurar que no haya empresas fantasma recibiendo dinero público o que familiares y amigos de políticos no se están enriqueciendo con contratos a modo. La política de transparencia y combate a la corrupción que se ha impulsado desde la Jefatura de Gobierno en materia de contrataciones públicas se ampara en un discurso lleno de buenos deseos.

Carpetas vacías y transparencia a medias

Para obtener los contratos que no se transparentan en los sitios del Gobierno de la Ciudad de México, desde Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad nos dimos a la tarea de realizar solicitudes de información sobre todas las contrataciones realizadas entre 2019 y 2022. Preguntamos a 93 instituciones de la Ciudad de México de manera individual y también a la Secretaría de Administración y Finanzas (SAF). De acuerdo con la Circular Uno 2019, emitida por la SAF en julio de 2019, toda la información de las contrataciones públicas debe ser recabada y publicada por esta dependencia.

Al analizar las declaraciones de la autoridad, la Circular uno 2019, la Ley de transparencia y lo publicado en Gaceta Oficial acerca de ejercicios fiscales de años anteriores, encontramos que hay distintas violaciones e incumplimientos de normativas en materia de compras. El gobierno capitalino está incumpliendo la Circular Uno 2019, que establece que “La información generada en los procedimientos de adquisiciones tiene el carácter de pública y deberá ser publicada en internet, en la página de transparencia de cada Ente Público, así como en la Plataforma Tianguis Digital”. Luego de más de 4 años sin que se publique la información de las compras públicas de la Ciudad de México en datos abiertos, es claro que esta disposición del gobierno sigue sin cumplirse. 

Pedimos información de los contratos de la Ciudad de México de cada dependencia o institución gubernamental. Solicitamos las fechas de inicio y fin de contratos; nombre del proveedor; RFC de proveedor; descripción del contrato; justificación legal y objeto del contrato; monto; cantidad y precio unitario de los bienes o servicios adquiridos; fecha de presentación y apertura de propuestas en caso de aplicar; tipo de modalidad de contratación; fundamento legal de la contratación; tipo de contratación; año y trimestre al que corresponde; unidad compradora que realizó la compra; número de procedimiento y número de contrato; si corresponde o no a una compra consolidada, si es una compra covid o una compra no covid, y, finalmente, la estratificación de la empresa que recibió el contrato.

La respuesta a la solicitud tuvo múltiples deficiencias y omisiones. Por lo anterior, promovimos una queja ante INFO CDMX, institución encargada del acceso a la información de la Ciudad de México, para poder obtener la información solicitada.

Después de una serie de argumentaciones y contraargumentaciones con las autoridades capitalinas, el pleno del INFO CDMX acreditó que en efecto todas las carpetas para 2021 se encontraban completamente vacías y algunas de 2022 también. Por ello, determinó que la SAF debía entregar toda la información faltante.

En la nueva respuesta que dio la Secretaría de Administración y Finanzas, entregaron un disco compacto con 738 carpetas y un total de 1,546 documentos en PDF. Sumando ambas respuestas, la información del gobierno constó de más de 2,700 archivos en PDF que, además de contener información incompleta, no transparentan adecuadamente todas las contrataciones del gobierno de la CDMX. Por poner un ejemplo, en una de las carpetas de la segunda respuesta había solo un documento de una cuartilla que reportaba el monto planificado por capítulo de gasto, lo que no ofrece información real sobre los contratos.

Una de las principales características de los datos abiertos es que la información sea accesible, modificable y que se pueda integrar la información. Enviar más de 2,700 documentos, en su mayoría documentos escaneados, se contrapone con la definición básica de datos abiertos, en tanto que no se puede hacer un análisis de la información disponible por ser inaccesible, no modificable ni interoperable.

El cuarto informe de gobierno de Claudia Sheinbaum también menciona la publicación de información de las compras públicas para atender la pandemia por Covid-19. Sin embargo, en el portal de transparencia de la Ciudad de México hay un abandono de la información de contratos en pandemia.

La última actualización de esta base de datos fue con un contrato en diciembre de 2020. No tenemos información sobre los contratos de 2021 ni de 2022 en adquisición de equipo o medicamentos para atender la pandemia durante los últimos 26 meses.

Un caso que ayuda a demostrar la importancia de la transparencia y los riesgos a la ciudadanía fue información que obtuvimos a través de solicitud de información directamente con la institución Servicios de Salud Pública. Esta instancia del gobierno capitalino, en plena pandemia, le compró por adjudicación directa a una agencia de publicidad —ABC MEDIOS—, equipo de protección personal para el personal médico. El motivo por el que le dieron el contrato en 2020 fue que era una emergencia. Sobre todo en compra para atender una emergencia se debería de buscar la mejor calidad de bienes o servicios. El gobierno asignó un contrato por más de 7 millones de pesos por adjudicación directa a una agencia de publicidad sin certeza sobre la calidad de sus materiales. Esto representa un riesgo para el personal médico de la ciudad. 

Sin transparencia hasta 2023

A la par de las solicitudes de información, en MCCI participamos en diferentes mesas de diálogo con el gobierno de la Ciudad de México alrededor de este tema, denominadas mesas de cocreación del Plan de Acción de Gobierno Abierto de la Ciudad de México. En ellas, hemos notado que las intenciones de la autoridad capitalina parecen no cambiar de rumbo en temas de publicación de datos. En las dos mesas de trabajo a las que asistimos la Secretaría de Administración y Finanzas fue muy clara en decir que empezarían a publicar la información a partir del segundo semestre de 2023 y sólo hacia adelante. Según sus declaraciones, se publicará únicamente la información de compras públicas de la actual administración para la segunda mitad de 2023 y para los meses que le queden a la jefa de gobierno de 2024. Esto significa total opacidad para los primeros cuatro años de gobierno de Claudia Sheinbaum como Jefa de Gobierno. 

El argumento de la Secretaría de Administración y Finanzas durante estas mesas es que ya se transparentan los contratos en la Plataforma Nacional de Transparencia; sin embargo, esta plataforma tiene múltiples fallas y huecos de información y documentación. En el extremo, la información que las dependencias capitalinas han transparentado a través de la PNT no corresponde con la que el propio gobierno nos entregó como parte de nuestras solicitudes de información ni con la que existe en las páginas de transparencia de las mismas instituciones.

Un par de ejemplos: en 2021, la Secretaría de Movilidad (SEMOVI) realizó 83 contratos de acuerdo a su página de transparencia. De estos, en la PNT únicamente aparecen 76 contratos registrados. En el segundo caso, la Secretaría de Pueblos y Barrios Originarios y Comunidades Indígenas Residentes de la Ciudad de México declaró en la PNT que durante 2021 hubo un total de 29 contratos. En una solicitud de información que realizamos para el mismo periodo, nos informaron la existencia de 50 contratos más. Ante la ausencia de un sitio centralizado para la consulta de la información de los contratos, y sin información completa de los cuatro primeros años de este gobierno, en realidad son muy pocas las herramientas para conocer realmente cómo el Gobierno de la Ciudad de México ha gastado nuestro dinero.

La política de transparencia de la Ciudad de México con respecto a las contrataciones públicas deja mucho que desear. Al día de hoy, no sabemos realmente quién, cómo, cuánto y por qué está recibiendo todo el dinero de los capitalinos que se entrega a través de los contratos del gobierno. Cuando hemos intentado resolver esta opacidad mediante solicitudes de transparencia, la experiencia ha sido igual de deficiente, pues se ha ocultado información al extremo de entregar carpetas vacías o documentos inservibles que en nada contribuyen a las responsabilidades públicas a las que nuestro gobierno está obligado. Al parecer, la ciudad que lo tiene todo carece de una habilidad esencial para la ciudadanía: compromiso con la transparencia. 

La investigación original en la página de MCCI dando click aquí